Este miércoles 2 de marzo, comenzó el paro de 72 horas, convocado por el gremio docente (ADOSAC). Es a causa del ofrecimiento de aumento salarial, considerado como insuficiente. El gobierno provincial de Alicia Kirchner dictó la Conciliación Obligatoria y se decidirá en el próximo congreso gremial, si se acata o rechaza.
Miércoles 2 de marzo de 2022 22:30
Durante el martes 1 de marzo, se realizó la mesa paritaria entre el Concejo Provincial de Educación, junto a los gremios docentes ADOSAC y AMET. Allí, hubo un ofrecimiento de aumento salarial que alcanza un 22,7% y serían unos 61.454 pesos, para un cargo testigo. Además se suma el Fondo Nacional de Incentivo Docente que sería unos 6.569 pesos, llegando a un total de 24% de aumento. ADOSAC rechazó el ofrecimiento y llamó a un paro de 72 horas, a partir del miércoles 2 de marzo.
En el primer día de paro, hubo un 70% de acatamiento a la medida de fuerza en toda la provincia. El gobierno provincial de Alicia Kirchner, mediante el Ministerio de Trabajo Provincial dictó la Conciliación Obligatoria, durante este miércoles 2 de marzo, para levantar la medida de fuerza y doblegar cualquier intento de reclamo o lucha docente.
Ante el dictamen, se están desarrollando asambleas docentes en todas las localidades de Santa Cruz y mañana jueves 3 de marzo, se realizará el congreso de ADOSAC, donde se definirá si acatan la Conciliación obligatoria o la rechazan.
Hubo una conferencia de prensa, convocada por ADOSAC y una importante movilización que se manifestó en los establecimientos del Concejo Provincial de Educación y luego finalizó en el Ministerio de Trabajo.
Por otro lado, la gobernadora Alicia Kirchner por medio del Decreto 235/22, estableció un 15% de aumento con retroactivo a partir del mes de febrero, para todos y todas las trabajadoras de la administración pública. Cabe remarcar que sería un aumento que no llegaría a cubrir la Canasta Básica Familiar valuada en 88 mil pesos.
La situación de la educación pública en Santa Cruz, es decadente. Hay escuelas que aún no tienen calefacción o desperfectos eléctricos, que no fueron solucionados durante dos años de pandemia y la falta de inversión edilicia es desastrosa.