Sobre las ruinas del Frente Progresista, Cambiemos consolida su triunfo en la provincia. Avance categórico del PRO en Rosario, que apunta a ganar la intendencia en el 2019. Se mantiene el espacio de las listas a la izquierda de los partidos tradicionales.
Lunes 23 de octubre de 2017 01:35
Los comicios en Santa Fe arrojan un triunfo cómodo de Cambiemos, un resultado que se intuía de antemano. Rosario, bastión durante años del Frente Progresista, le dio un triunfo amplio a la lista de concejales encabezada por Roy López Molina. La importancia de esa elección no es solo por los seis concejales que logra meter la “fuerza amarilla”, que le traerán más de un problema a los dos años a la desgastada gestión de Mónica Fein. La algarabía, sobre todo, tiene más que ver con el 2019, ya que con estos resultados el PRO se prepara para capitalizar una crisis prolongada de una gestión que lleva más de 20 años en la principal ciudad de Rosario. El kirchnerismo se lleva 3 de los 9 diputados y queda como segunda minoría, aunque lejos del empate técnico que se animaron a anunciar desde las huestes de Agustín Rossi.
“Es una elección donde el macrismo logró convencer a un sector de la población que, como dijo Nicolás del Caño, eligió votar a la versión original de los ajustadores, y no a la copia gastada del peronismo, o a la oposición que no se planta, como el kirchnerismo o el socialismo”, analizó Octavio Crivaro desde el búnker del Frente de Izquierda.
El crecimiento de Cambiemos en Santa Fe es parte de eso. El Frente Progresista, que va por su tercera gestión provincial, en este año y medio formó parte del consenso del ajuste. Aunque en estos meses de campaña posaron de opositores y hablaron “federalismo” y del trato inequitativo entre Nación y provincia, eso no alcanzó para revertir la crisis. Sucede que los diputados socialistas como Binner le votaron el 55% de las leyes al macrismo.
Como gobierno, además, atacaron el reclamo de los docentes ante cada paritaria, y los trabajadores en la provincia sufrieron los costes de un ajuste que significó el cierre de numerosas empresas, despidos y un altísimo nivel de precariedad laboral. Además de que no solo no contuvieron la crisis de una Policía cómplice y gestora del negocio narco, sino que fueron cómplices. En ese contexto, sumando la crisis con el radicalismo que se alió al PRO, Cambiemos cosechó su triunfo electoral.
Aún en este escenario, el espacio de votantes a la izquierda de los partidos tradicionales alcanzó un casi 9% entre las listas del Frente de Izquierda, la de Ciudad Futura y la del Frente Social y Popular, siendo un resultado parejo entres las tres fuerzas (2,2% el FIT, 2,7% el FSP y 3,5% Ciudad Futura). En Rosario Ciudad Futura colocó a Eduardo Trasante como concejal de Rosario con un buen porcentaje de 9%, aunque lejos del batacazo del 2015, donde metieron 3 concejales. Majo Geréz quedó lejos de conquistar una banca en el Concejo para el FSP.
“En medio de una inversión millonaria de todo el resto de los partidos, hicimos una campaña militante y a pulmón, que impulsamos al mismo tiempo que nos movilizamos y dimos una intensa pelea contra la impunidad y por Justicia por Santiago Maldonado”, sostuvo Crivaro y además agregó que “llegamos a miles de trabajadores, mujeres y jóvenes que consolidan una alternativa de izquierda frente a un socialismo que decae abriendo paso a Cambiemos, con grandes elecciones en los principales distritos obreros y populares. Nos proponemos seguir este camino de consolidación”
Rodrigo López
Nació en Rosario en 1989. Es licenciado en Historia de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario.