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Red Internacional
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Santos Maraver: el guiño de Sumar a la agenda imperialista española en el norte de África y contra el Sáhara Occidental

El número dos de Yolanda Díaz es un diplomático señalado por asumir las tesis del PSOE de apoyo a la ocupación del Sáhara Occidental por parte de la dictadura marroquí.

Miércoles 14 de junio de 2023

En la política del régimen, y no cabe duda que la de Sumar es de este tipo, hay gestos que dicen mucho más que la tinta gastada en programas electorales. La decisión de colocar como número dos de las listas de Sumar por Madrid al actual embajador español en la ONU, Agustín Santos Maraver, es uno de ellos.

El mensaje es claro: “hacemos nuestros los grandes consensos de Estado en política exterior”. Esta ha sido la labor de Santos Maraver, ahora en la ONU y antes como parte del ministerio de Exteriores de Miguel Ángel Moratinos: defender los intereses y posiciones del Estado español y sus multinacionales en el mundo. En un contexto signado por la guerra en Ucrania, el incremento de las tensiones entre bloques y los planes de rearme histórico, el neorreformismo 2.0 quiere confirmar que serán una pieza más del rumbo militarista, atlantista y cada vez más ofensivo del imperialismo español.

Entre los temas que más preocupan está justamente mantener la estabilidad en el Norte de África. El gobierno Sánchez logró en la última cumbre de la OTAN, celebrada en junio de 2022 en Madrid, dos incorporaciones claves en la nueva hoja de ruta estratégica de la Alianza: considerar el Norte de África como una zona de interés al nivel del Este de Europa y tratar la inmigración ilegal como un arma híbrida, por lo tanto, una causa legítima para autorizar un ataque o invasión militar. Poner de número dos a un diplomático destacado en la defensa de los intereses españoles en esa región, entre otras, no es ninguna casualidad.

Que el neorreformismo asuma la agenda imperialista española es la continuidad de lo vivido en esta legislatura que termina. Unidas Podemos ha sido parte sin ningún problema de uno de los gobiernos de la OTAN más defensores de la nueva doctrina de esta organización, ha elevado el presupuesto militar un 26% en las últimas cuentas aprobadas o ha endurecido la política de fronteras desplegando el Ejército en Ceuta y consolidando las prácticas de “devolución en caliente”.

Una de las perlas del currículum de Santos Maraver ha salido a la luz en estos días, a partir de un hilo de twitter del actor y activista Willy Toledo. En él se recordaba el papel jugado por el entonces “asesor del ministro” en la crisis provocada por la expulsión de la activista saharaui Aminetu Haidar en 2009 de los territorios ocupados. Entonces, el hoy número dos de Yolanda Díaz, trató de que esta luchadora aceptase las condiciones de la dictadura marroquí - que la quería condenar al exilio - para defender la buena amistad entre el gobierno de Mohamed VI y el de Jose Luis Rodríguez Zapatero.

Asociaciones saharauis has criticado el nombramiento de Santos Maraver para las listas de Sumar. La plataforma Juventud Activa Saharaui ha denunciado el papel del diplomático más allá del caso Aminetu. Lo define como "un actor clave en la estrategia liderada por Miguel Ángel Moratinos, que ha perpetuado y legitimado la ocupación ilegal y la explotación de los recursos naturales del Sáhara Occidental". Recuerdan como fue este ministro de Zapatero quien pasó de considerar a Marruecos una "potencia ocupante" a la "potencia administradora". Señalan además a Santos Maraver por haber retirado a cooperantes españoles de los campamentos de refugiados en Tindouf y de que recientemente, en 2022 ya como embajador español en la ONU, vetó la entrada a una comisión de activistas prosahartauis canarios a la Comisión de Descolonización de la ONU.

El revuelo ocasionado por el que es el último “dedazo” de Yolanda Díaz no lo han podido tapar con el gesto, este sí "para la galería", de nombrar número tres por Madrid, a una jóven activista saharaui, Tesh Sidi. La situación, ha forzado a Sumar a tener que salir a recordar que su posición oficial sigue siendo la de la defensa del derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui. Cuando explican la letra pequeña de estas grandes palabras queda claro a lo que realmente se refieren. Sumar apuesta por que sea la la Misión Internacional de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental (Minurso) la que garantice el ejercicio de este derecho. Una receta de la ONU contra la que el pueblo saharaui se rebeló en 2020 volviendo a las armas, tras décadas de engaños y dilaciones que solo han servido para consolidar el régimen de ocupación en los territorios ocupados.

Díaz, como el resto de los partidos del régimen desde 1976, se suma a aquello de apoyar a los saharauis con declaraciones y condenarlos a otros 50 años de ocupación con sus hechos, de la mano de EEUU, Francia y la ONU. Esta ha sido la posición oficial de todos los gobiernos de la UCD, el PP y el PSOE, hasta el giro del de PSOE-Unidas Podemos en marzo de 2022. Cuando Pedro Sánchez escribió en una carta a Mohamed VI en la que le decía "España considera la propuesta marroquí de autonomía presentada en 2007 como la base más seria, creíble y realista para la resolución de este diferendo", solo estaba sincerándose de la que ha sido la real politik de todos los gobiernos anteriores.

El pueblo saharaui ha sido históricamente moneda de cambio de todos los gobiernos del régimen del 78. Desde los primeros de la Monarquía, cuando se acordó con Marruecos, Arabia Saudí y EEUU la entrega de la excolonia al nuevo ocupante a cambio de apoyo político y financiero a la Transición y el partido del rey, la UCD. Hasta los acuerdos con la dictadura marroquí para que ejerza de gendarme de la frontera sur-oeste de la UE o permita la participación española del expolio de los recursos saharauis, muy especialmente los pesqueros.

Sánchez dio un paso más allá con su apoyo oficial al plan de Marruecos, reforzó así con el sello de la vieja metrópoli la ocupación actual de su socio. A cambio, Mohamed VI se puso duro en la frontera, con resultados felicitados públicamente por el gobierno “progresista” español, como la matanza de más de 30 inmigrantes en la valla de Melilla.

En toda esta nueva transacción los socios del PSOE en el gobierno no pasaron de hacer algunas declaraciones de crítica. Siguieron sentados en el Consejo de ministros y ministras, avalando la política exterior de Sánchez. La misma Díaz ha respondido decenas de veces a los periodistas recordando que este ámbito es responsabilidad única del presidente del gobierno, como si con ella no fuera la cosa.

La decisión de Sumar ha sido también cuestionada por sectores de Podemos, como parte de su pelea. Pero resultan cínicas sus críticas, viniendo de quines nombraron en 2016, también a “dedazo”, de número tres al antiguo Jefe del Estado Mayor de la Defensas, también con Zapatero, Julio Rodríguez. Un exgeneral de la OTAN, responsable, entre otras cosas, de la coordinación de los bombardeos españoles contra Libia en 2011.

También Belarra y Montero han seguido en sus puestos de ministras, a pesar de la última venta del pueblo saharaui por Sánchez o la matanza de Melilla. Sumar puede ser la “izquierda cuqui”, pero la otra cara del neorreformismo solo se diferencia en que harían exactamente lo mismo pero, tal vez, lo acompañen de alguna crítica en un podcast o una columna de opinión para salvar el alma.

La política exterior y de fronteras son quizá el terreno donde las coincidencias en las políticas aplicadas por el “progresismo” y las propuestas por la derecha y la extrema derecha son mayores. La mejor muestra de que en estas elecciones nos dan a elegir entre dos grandes opciones que en nada van a defender los intereses de las y los trabajadores y los pueblos, menos aún los que sufren la opresión y el expolio de los Estados y empresas europeas. La histórica solidaridad de la izquierda y miles de familias trabajadoras con el pueblo saharaui no puede sumarse al apoyo a ninguno de estos abogados de los intereses del imperialismo español. También por los derechos del pueblo saharaui, este 23J votaré nulo.