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Lunes 6 de abril de 2020
En solo un mes, los casos de sarampión se han disparado un 2,725% según informes de la Secretaría de Salud. En el marco del desarrollo de la pandemia del covid-19, parece que le sarampión ha pasado a segundo plano aunque avanza silenciosa y mortalmente. Sólo en la Ciudad de México se han reportado 117 casos.
A diferencia del covid-19, cuya tasa de contagio es del 2,5, el sarampión es altamente contagioso, pues se esparce 18 veces más que el propio coronavirus. El rango de edad proclive para el contagio cubre a recién nacidos y a mayores de 68 como poblaciones vulnerables.
El sarampión se contagia mediante el contacto de mucosas con secreciones de la persona infectada y, en menor medida, mediante transmisión aérea, lo que lo vuelve una de las enfermedades más proclives a contagiarse.
Algunas alcaldías han decidido implementar vacunas masivas a la población, esperando reducir el contagio, pero para la nueva cepa el sub secretario de salud, López Gatell, ha declarado desabasto de vacunas, que no llegarán hasta diciembre.
Frente al salto en el contagio del sarampión y con la pandemia del covronavirus azotando países enteros, urge centralizar el sistema de salud público y privado y nacionalizarlo sin indemnización para quienes especulan con la salud.
Sólo inyectando una cifra histórica de recursos podrán mitigarse las consecuencias de las políticas neoliberales que han desmantelado la salud pública por años. Los grandes empresarios deben pagar impuestos extraordinarios por sus fortunas, y el presupuesto destinado a la militarización del país debe reasignarse al sector salud para garantizar insumos, material sanitario y plenos derechos laborales para los y las trabajadoras del sector.
