Frente a una inflación creciente que se come los salarios a diario el gobierno quiere cerrar el acuerdo salarial por la segunda mitad del año con un 60% más cláusulas de revisión automáticas. Mientras la conducción Celeste desorganiza a la docencia, el descontento se organiza desde las escuelas.
Jueves 17 de agosto de 2023 00:36
Por trascendidos en los medios nos enteramos este martes que la conducción de UEPC había coincidido con los demás gremios estatales en solicitar un 60% de incremento del salario nominal para cerrar un acuerdo por seis meses, supuestamente con cláusula gatillo. Al día siguiente el gobierno ofrece exactamente eso, con una cuota de 25% para agosto, 20% para octubre y 15% para diciembre, todo en relación al lejano mes de enero. Para proteger al salario frente a la inflación se propone una cláusula gatillo automática de revisión para octubre y diciembre. Si la inflación supera lo pautado se pagará automáticamente lo que marque la inflación. Finalmente se establece que se percibirá un 10% más por sobre la inflación que determine el IPC de Córdoba entre enero y diciembre.
Esta propuesta aparece en el marco de la escalada de la inflación y de la devaluación del lunes, la suba de precios que se va acelerando, que precariza aún más las condiciones de vida y mantiene el salario cada vez más por debajo de la línea de pobreza. “Ningún docente por debajo de la línea de pobreza” fue la bandera que levantó la docencia en la lucha de este año. Tenemos que retomar esa pelea para rechazar la propuesta y empezar a organizarnos desde las escuelas junto a las comunidades educativas y junto a las y los trabajadores que también están viviendo la precarización.
¿Dónde está el engaño esta vez?
Esta es la pregunta que circula en la docencia. En primer lugar, hay que señalar que hoy cobramos un 60% más que en enero, de modo que lo que se anuncia como un 25% es en realidad bastante menos que eso. Y así con todos los demás porcentajes. Se infla el porcentaje anunciado.
El segundo engaño es que lo que esperamos es una recomposición urgente para frenar la caída de nuestro salario y lo que nos ofrecen son tres porcentajes para elevar el salario… pero de inmediato se aclara que sólo se espera que el salario empate a la inflación. La mal llamada cláusula gatillo sólo serviría para consolidar ese empate con la inflación en el caso que la inflación se dispare. O sea que se aseguraría el empobrecimiento que venimos atravesando. Incluso podríamos empobrecernos aún con la cláusula “gatillo”. La cláusula gatillo en septiembre se activa al llegar al 95%, cuando ese mes habremos incrementado nuestro salario un 85% respecto a enero. Si la inflación supera el 85% pero no alcanza el 95%, perdemos. Por ejemplo, con una inflación del 94% perderíamos 9 puntos porcentuales. Así, el costo de la inflación es cargado a la docencia.
Finalmente, la referencia exclusiva al IPC provincial nos deja al desamparo de la vara mágica que hace que en Córdoba la inflación sea un poco más baja que en el resto del país.
Los reclamos de la docencia
En lo que hace al salario el 60% que se ofrece debe ser en un solo pago, $320mil para el cargo inicial, pleno respeto al escalafón y cláusula gatillo. Todas las sumas al básico. El muy sentido reclamo de las y los jubilados se sintetiza en dos puntos: abajo la 10694 y 82% móvil. Si el diferimiento era un abuso cuando se sancionó la ley, con esta inflación es un directamente un crimen.
No olvidamos las demás exigencias, entre ellas: basta de precarización, hostigamiento y sobrecarga laboral. ¡Justicia por Karina y Silvana! Titularización inmediata de horas y cargos de todos los niveles y modalidades. Pase a convenio de las compañeras de limpieza y de Paicor.
No queremos que la educación se sostenga sobre la base del trabajo precario, la sobrecarga laboral y los magros salarios. Por eso exigimos inmediato aumento del presupuesto educativo.
En defensa del gobierno que ajusta o de la educación y los educadores
El miércoles 16 se anunció en la página de UEPC que el mismo día miércoles tendrían lugar asambleas informativas por departamento. Estas asambleas no fueron convocadas en todos los departamentos, particularmente en Capital donde la conducción tiene asegurado el rechazo y acaba de perder en las elecciones gremiales. Eso no es todo, recién al mediodía del miércoles empezó a circular la convocatoria a asambleas escolares para el jueves, con lo cual muchas escuelas tendrán muchas dificultades para realizar asambleas. ¿Por qué la conducción del sindicato desorganiza a la docencia?
Si tanto apuro tiene en cerrar la propuesta del gobierno sin garantizar espacios de información y asambleas con tiempo es porque está cuestionada, no solo por delegados y delegadas opositoras sino por lo que expresaron las elecciones sindicales.
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Frente a esta conducción que está tan cómoda en el Panal y tan incómoda en las escuelas, la electa conducción del departamento Capital ha convocado a una movilización para este jueves a las 18hs en Bvd Illia y Chacabuco.
Necesitamos un sindicato que esté en defensa de las y los educadores, del pueblo trabajador en general, que una los reclamos de la docencia con los de los demás trabajadores, ocupados y desocupados. Un sindicato que se proponga cortar con la pedagogía de la resignación y con la entrega de la actual conducción y que enfrente los ataques que están y los que vendrán de la mano del sometimiento del país ante el FMI y las grandes corporaciones. Después de las Paso queda aún más claro que para enfrentar a la derecha y defender la educación pública hay que organizar, coordinar y luchar. Esto es lo que la Celeste sistemáticamente se niega a hacer.
La conducción de UEPC y CTERA, en sintonía con las conducciones de la CGT y las CTA aún frente al enorme golpe a los ingresos producto de la devaluación que hizo Massa a pedido del FMI, sigue acompañando al gobierno con el ya gastado argumento del "mal menor", ahora contra la ultraderecha de Milei. Parece que para Monserrat y sus amigos todos los días es el día de la resignación. Desde las escuelas vamos a escribir otra historia.