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Red Internacional
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Política. Scioli asumió la comisión de Deportes: ¿el socio de Cambiemos para privatizar los clubes?

El actual diputado por el FpV asumió ayer la comisión de Deportes tras negociar su designación con Carlos Mac Allister del PRO. Vuelve al cargo que ocupó en 1997, en medio de los rumores sobre el proyecto para permitir el desembarco de las SA en el fútbol.

Juan Manuel Astiazarán

Juan Manuel Astiazarán @juanmastiazaran

Miércoles 14 de marzo de 2018

Daniel Scioli asumió este martes como presidente de la Comisión de Deportes en la Cámara baja del Congreso. El excandidato a presidente del Frente para la Victoria será secundado por Héctor Baldassi (PRO) como vicepresidente primero y Facundo Moyano (FR) como vicepresidente segundo. La designación contó con el aval y el impulso del secretario de Deportes de la Nación Carlos Mac Allister, artífice de la negociación para conseguir los votos necesarios.

La presidencia de la comisión de Deportes no es el único cargo que asumirá un integrante del Frente para la Victoria. Leopoldo Moreau será la cabeza de la comisión de Libertad de Expresión, Filmus liderará Cultura y Nilda Garré continuará al frente de la comisión de Defensa. La negociación (rosca) entre Cambiemos y el FpV incluye también que este último retenga la codiciada comisión de Energía y Combustibles que presidía Julio De Vido, algo que generó ciertos ruidos internos dentro del oficialismo.

Sin embargo, el nombramiento de Scioli sobresale entre los demás. No es porque la comisión de Deportes sea la más trascendente sino por los acuerdos que se tejen entre el exgobernador y Cambiemos.

“Vengo con un renovado entusiasmo para hacer un gran trabajo en equipo y unir esfuerzos” dijo junto a su vice de la comisión, Héctor Baldassi (PRO). Propios y ajenos ven en el nombramiento del exmotonauta un acercamiento hacia algún tipo de cooperación con el macrismo.

“Entre los que piensan dentro del Gobierno que hay que cooptar dirigentes (del peronismo), hay algunos que ya se han puesto a trabajar y aparentemente ya tienen en esa cacería una presa capturada: Daniel Scioli”. Con esas palabras el editorialista de La Nación y conductor del programa Odisea, Carlos Pagni, describía el domingo 11 de marzo la estrategia de uno de los sectores del oficialismo pensando en el 2019. Entre algunos hombres y mujeres que forman parte del FpV se mantiene la misma percepción, aunque no es algo que se diga públicamente.

Como antecedente, a nadie se le escapa el favor que representó la ausencia de Scioli al momento de votar el saqueo contra los jubilados en diciembre, a pesar de haber estado presente en el recinto ese mismo día durante algunas horas. El silencio público que mantuvo por esos días confirman su complicidad por omisión.

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Scioli volverá a presidir la comisión de Deportes, cargo que ocupó por primera vez en 1997 de la mano de Menem en su primer mandato como diputado y que le permitió comenzar a construir su carrera política. Pero no sólo volverá a reincidir en el cargo, sino también en desempolvar una vieja idea: la privatización del fútbol por medio de las sociedades anónimas deportivas.

Durante los años que ocupó la presidencia de la comisión de Deportes en el menemismo, Scioli encabezó un proyecto que permitía cambiar el estatus jurídico de los clubes como asociaciones cíviles (que se mantiene hasta hoy) o directamente concesionar el fútbol profesional, aunque finalmente terminó naufragando. En el año 2001, quien volvió a insistir con la privatización fue el por entonces presidente de Boca, Mauricio Macri. La negativa dentro de AFA fue rotunda y el único voto a favor que consiguió el proyecto fue el suyo, mientras cosechó 38 en contra. Macri, que siempre siguió ligado al mundo del fútbol y fue su plataforma para su carrera hacia la Rosada, prometió que en algún otro momento volvería a intentar con la propuesta. Ahora encuentra en su amigo y excompetidor a presidente el aliado fundamental para impulsarlo.

Ya se juega…

Dos semanas atrás, el periodista Alejandro Wall contó para el sitio Letra P cómo era la sociedad entre Macri y Scioli para que este obtenga la designación de la presidencia de la comisión y comenzar a poner en marcha la iniciativa. “Un proyecto de ley intentará avanzar en el Congreso este año. Lo tiene en sus manos Emilio Monzó, el presidente de la Cámara de Diputados. Lo trabajó una mesa chica encabezada por Fernando De Andreis, secretario general de la Presidencia, y Fernando Marín, ex gerenciador de Racing y actual asesor presidencial con cargo de subsecretario en Deportes”, escribía.

Los estatutos de AFA no permiten la constitución de sociedades anónimas, pero la sanción de un proyecto con fuerza de ley saldaría ese problema. Por si acaso, la colonización del macrismo en AFA trabaja en la misma sintonía de permitir el desembarco. La creación de la Superliga, de la cual el presidente de Boca Daniel Angelici fue precursor, inauguró un cambio enorme económico y administrativo en el fútbol argentino, con autoridades que no son las de la AFA y hasta con su propio CEO: Mariano Elizondo, hombre fundamental en la negociación por los derechos de la televisación del fútbol tras la decisión de liquidar Fútbol Para Todos.

Si este paso concentraba el reparto del dinero entre los principales clubes del fútbol argentino y perjudicaba a las instituciones menos poderosas económicamente, la última decisión tomada por AFA de cerrar las categorías Federal B y C profundiza ese camino castigando a los clubes del interior, limitando la contratación de futbolistas profesionales y quitándoles recursos, lo que los deja a las puertas de seguras nuevas crisis. La llamada “reestructuración” del fútbol argentino hará más poderosos a los clubes más ricos y dejará el camino allanado para la entrada de grupos privados y gerenciamientos en las instituciones que atraviesan crisis financieras y que no cuentan con recursos necesarios para competir.

El modelo de clubes-empresa siempre fue algo que distinguió el pensamiento de Macri y su gestión al frente del club xeneize en los 12 años que le tocó presidirlo así lo demuestra. Su intervención de la AFA y la reestructuración que vienen proponiendo las nuevas autoridades, con Tapia y Angelici a la cabeza, son los pasos necesarios para abrir la puerta a las sociedades anónimas dentro del fútbol, un paso que permitiría negocios multimillonarios.

Daniel Scioli parece ser el socio ideal para esta tarea, y no por casualidad lo es por partida doble. Por un lado, será el encargado del lobby parlamentario en la búsqueda de autorizar la llegada de las SA al fútbol, cosa que le permitirá al exmotonauta recluirse en la comisión de Deportes y recobrar juego propio, algo perdido en su última etapa. Por el otro, sumarán puntos los convencidos de ambos bandos en reforzar los acuerdos entre el Gobierno y el “peronismo dialoguista”, con un ojo pensando en el corto plazo y otro mirando hacia 2019.