El embajador en Brasil, exgobernador bonaerense y candidato en 2015 cuando el kirchnerismo perdió con Macri, publicó una carta en sus redes sociales en la que anuncia que quiere correr la carrera electoral dentro del Frente de Todos.
Miércoles 22 de febrero de 2023 11:13

Daniel Scioli junto a Jair Bolsonaro | Foto Instagram @danielscioli
“Escribo estas líneas porque siento la necesidad de responder a todos los mensajes que llegan por las redes sociales preguntando por mis planes para este año”, arranca el texto publicado por Daniel Scioli en sus redes sociales la tarde del martes feriado de Carnaval. Así, el embajador en Brasil y exgobernador bonaerense decidió anunciar que se anota como posible candidato en la interna del Frente de Todos.
El excandidato presidencial de 2015 (cuando el kirchnerismo perdió contra Mauricio Macri) publicó su “carta” pocos días después de que las diferentes alas de la coalición oficialista intentara darle forma a una “mesa política” en pos de ordenar una interna que viene desangrando al Frente de Todos desde el comienzo de su gestión de gobierno.
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“Una vez más les digo: cuentan conmigo”, dice Scioli, quien ante todo agradece la “confianza” que le otorgó el presidente Alberto Fernández al designarlo al frente de la embajada argentina en Brasil. De hecho, gran parte del posteo se dedica a mencionar sus “logros” como representante nacional en Brasilia.
“Los resultados están a la vista. La relación con Brasil creció hasta recuperar el lugar de primer socio comercial y alcanzar el récord de intercambio en los últimos nueve años. Todo eso a pesar de las diferencias ideológicas”, dice Scioli aunque no especifica de qué diferencias habla. ¿Diferencias ideológicas entre él y quién? ¿Entre él y Bolsonaro? ¿Entre él y Lula? ¿Entre él y la Iglesia Universal del Reino de Dios? ¿Entre él y Pelé?
“Representar a mi país ante una de las economías más pujantes del mundo y trabajar para facilitar la integración, reafirmó mis convicciones sobre nuestro potencial productivo, la capacidad creativa de nuestra juventud, la solidez de nuestros profesionales y la creciente puesta en valor del atractivo turístico de la Argentina”, sigue el embajador, agregando que está “enfocado en ejecutar con el presidente Lula y su gobierno, los acuerdos de integración firmados con nuestro país en el menor tiempo posible”.
Luego Scioli recuerda que, siempre con su “espíritu constructivo”, fue diputado nacional, secretario de Turismo y Deportes, vicepresidente de la Nación, dos veces gobernador de Buenos Aires y candidato presidencial “respaldado por el 49 % de las y los argentinos”. Siempre, agrega, “con sentido común, pragmatismo y resiliencia”.
Contra las críticas que siempre recibe dentro del propio kirchnerismo, Scioli responde convencido: “A veces se confunde moderación con tibieza. Todo lo contrario! Ser moderado es mucho más difícil que ser extremo, es ser firme y tenaz con las ideas que se llevan adelante”. Agrega que quienes “abrazan” el “proyecto” reconocen “el esfuerzo de Alberto por mantener la unidad con un alto sentido de la responsabilidad”. Y remata con que, pese a adversidades como la pandemia y la guerra, “la Argentina está de pie y se proyecta a un futuro de prosperidad y grandeza” (sic).
Luego de autoelogiarse por lo hecho tras su derrota de 2015, Scioli dice que hoy se siente “con fuerza y energía” para trabajar “por el sueño de una Gran Argentina (...) Siempre me comprometí. Nunca fui indiferente. No lo seré ahora, en la madurez de mi vida y con la experiencia a favor. La lealtad seguirá siendo mi hoja de ruta”.
Finalmente, el embajador en Brasil afirma que su “esencia” es “conciliar, descomprimir y lograr acuerdos” para “consolidar un crecimiento con estabilidad e inclusión social, con previsibilidad y confianza”. Y remata: “Acá estoy. Soy el Daniel de siempre, con más fe y esperanza que nunca. Cuentan conmigo. Yo cuento con ustedes”.
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Una de las últimas manifestaciones públicas de Scioli en el país se produjo a fines de julio de 2022, cuando el Frente de Todos intentaba sortear la profunda crisis política que generó la renuncia de Martín Guzmán derivó en el nombramiento de Sergio Massa al frente del Ministerio de Economía. Aún se recuerda aquella conferencia de prensa en la que, insólitamente, el flamante ministro tomó el micrófono para saludar y “dejar de garpe” al embajador, quien se quedó solo a responder las consultas del periodismo.
Hace por lo menos diez años que la relación entre Scioli y Massa es pésima. De hecho el líder del Frente Renovador fue uno de los mayores opositores a la decadente gobernación sciolista y compitió directamente en 2015 con el entonces candidato elegido por Cristina Fernández de Kirchner.
Hoy las cosas son un poco diferentes. Las huestes kirchneristas (empezando por sus máximos referentes) son un sostén fundamental del ajuste que el Gobierno acordó con el FMI y que ejecuta al pie de la letra el exenemigo Massa. A su vez, el “progresismo” frentetodista aprovecha la distancia geográfica para mantener a Scioli lo más alejado posible del espectro político fronteras adentro.
Pero la crisis peronista es tan profunda que, fiel a su historia y derrotero, nada está dicho. De hecho, quienes acceden habitualmente a las “fuentes confiables” de la coalición afirman que fue la misma Cristina la que, sotto vocce, incentivó a Scioli a “caminar” el territorio nacional para tantear sus posibilidades electorales.
La versión de que CFK (hasta el momento autocorrida de la carrera) piense en una eventual nueva candidatura de Scioli no es inverosímil. Al menos si se tiene en cuenta que el próximo gobierno (sea peronista o de la actual oposición de derecha) tendrá en sus manos la tarea de profundizar el ajuste en curso tal como lo exige el FMI. Con Cristina negada a inmolarse y destruir así su imagen del pasado, Scioli y Massa son apellidos nada desechables.
Este miércoles, dando cuenta de la carta del exmotonauta, el diario oficialista Página|12 lo sintetizó así: “Una de las lecturas posibles del cónclave del Frente de Todos, el pasado jueves por la noche en el local partidario de Matheu 130, es que la solución, ante la negativa de Cristina Fernández, las dificultades de Sergio Massa para controlar la inflación y la negativa del Presidente a bajarse de las PASO sería una salida ‘por arriba’. Esto es, una candidatura que no recaiga sobre ninguno de los tres socios mayoritarios de la coalición, pero tenga a la vez el suficiente volumen y consenso político”. ¿Más claro? Échenle agua.
¿Hay margen para que, otra vez, se escuchen las mismas excusas que el kirchnerismo esgrimió en 2015 para justificar la deglución acrítica del “sapo” Pichichi? Es probable que sí. Agregarán, en este caso, que todo sea “para que no vuelva Macri”. Como afirma Myriam Bregman, precandidata a presidenta del PTS en el Frente de Izquierda y de los Trabajadores Unidad, “te quieren hacer elegir entre derechín y derechoso”. Como afirma la diputada nacional, inevitablemente la verdadera salida a esta situación de crisis económica y social, que sigue fabricando pobres de a millones, es por izquierda.

Redacción
Redacción central La Izquierda Diario