La derecha política chilena quedó a la defensiva, respondiendo a las imputaciones, cuestionada en su perfil político y dividida por los escándalos Penta y SQM que la tienen como la principal beneficiaria del financiamiento irregular de las campañas. Se abre la pugna por la dirección de la derecha
Viernes 27 de marzo de 2015
La dirección histórica del sector
Desde el fin de la Dictadura, la Unión Democrática Independiente (UDI) actuó como el partido dirigente del sector de la derecha política chilena. En parte en forma artificial, con los beneficios que le propinaba el sistema electoral binominal. Con este beneficio, desde el 2001, la UDI se convirtió en “el partido más grande de Chile”, electoralmente habría que agregar.
Es así que con las elecciones parlamentarias de ese año, alcanzó 25,18% de los votos y 31 diputados (sin binominal y esos votos, debería haber sacado 30 diputados), mientras que Renovación Nacional (RN) alcanzó 13,77% de los votos y 18 diputados. En las elecciones del 2005 la UDI sacó 22,36% de los votos y 33 diputados (sin binominal, tendría que haber sacado 27 escaños), mientras que RN alcanzó 14,12% y 19 diputados (sin binominal deberían haber sido 17). En las parlamentarias del 2009, la UDI con 23,05% obtiene 37 diputados, y RN alcanzó 17,81% y 18 diputados (debería haber sacado 21). Aquí, el binominal benefició a la Unión Democrática Independiente a costa de Renovación Nacional. El binominal también benefició a la Democracia Cristiana (DC) con un subsidio en diputados.
Con esta mayoría electoral y parlamentaria con relación a Renovación Nacional, la Unión Democrática Independiente tenía la dirección del sector. Los cambios al sistema binominal aprobados por el Parlamento (e impugnados justamente por la Unión Democrática Independiente ante el Tribunal Constitucional), abren otras posibilidades al aflojarse la presión a mantener los dos grandes conglomerados, abriendo la oportunidad de nuevas alianzas.
Hubo también razones políticas. La Unión Democrática Independiente apareció siempre como el baluarte de la Dictadura, lo que mantenía cohesionadas sus filas y a sus adherentes. Renovación Nacional, en cambio, siendo también parte de la Dictadura (Cardemil, ex subsecretario de Interior de Pinochet es un botón de muestra, el diputado Rosauro Martínez por causas de DDHH, es otro), se disimulaba como el partido de los consensos con figuras que no habrían apoyado al SÍ (como Piñera y Allamand).
En este mismo sentido, mientras Renovación Nacional buscaba ubicarse al centro con llamados a la Democracia Cristiana, desdibujándose, la Unión Democrática Independiente buscaba afirmarse en la derecha con el lema “la UDI popular”, que si bien es una falsedad, también le otorgaba mayor coherencia. En el gobierno de Piñera, aunque el ex presidente venía de Renovación Nacional, terminó apoyándose más en la UDI con las principales figuras de su gabinete, provenientes del gremialismo (Ministro del Interior, Chadwick, Ministro de Economía, Longuiera, y Ministra del Trabajo, Evelyn Matthei), que en su propio partido. Con los escándalos Penta y SQM, y la UDI en el ojo de la tormenta, más los cambios al binominal, esta dirección histórica empieza a ser puesta en cuestión.
La política de RN: ¿pugna por la dirección del sector?
En Renovación Nacional las críticas a la UDI por el escándalo Penta fueron “de menor a mayor”. Al principio, evitaron todo cuestionamiento. Cuando el incendio era imparable, los senadores de Renovación Nacional, especialmente Allamand y Ossandón, iniciaron una andanada de críticas. Pronto se sumaría, cuidadosamente, el presidente Cristian Monckeberg. En estos días, directamente, pidió que la UDI congele la militancia de sus imputados. No se limitó a eso. En los últimos días, Renovación Nacional aparece públicamente con Evópoli (Evolución Política) y el Partido Regionalista de los Independientes (PRI). El ausente es la UDI. La preocupación de Renovación Nacional es que no desaparezca políticamente la derecha, sólo respondiendo a las acusaciones, pero también les interesa tomar distancia de la UDI, el partido de los imputados. Y además, avanzar en la anunciada nueva coalición con vistas a las próximas elecciones.
Renovación Nacional se preocupó de mostrarse junto a Evópoli, llamando a su recientemente elegido nuevo presidente, Felipe Kast, convocando a la prensa en sus famosos “cafecitos” en lugares públicos. También en almuerzos públicos con el PRI, o en la presentación conjunta RN- Evópoli- PRI de un proyecto de ley sobre el financiamiento de los políticos.
La airada respuesta de la UDI
El diputado UDI, Felipe Ward criticó por “cínicos” a sus socios de Renovación Nacional. Recordó que tanto Renovación Nacional como Evópoli, con el propio Felipe Kast, tienen también partidarios involucrados en el caso Penta. Una historia que recién está comenzando. Los intereses electorales, la evolución de los escándalos, serán de todos modos determinantes en el curso de esta nueva disputa al interior de la derecha.
