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Red Internacional
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A 18 años de su fundación. Se agravan las disputas internas en el MAS boliviano

Las divisiones en el partido que llevó al poder al dirigente cocalero Evo Morales y hoy dirige el Ejecutivo con Luis Arce vienen de hace tiempo y se han agudizado.

Miércoles 5 de abril de 2023 14:42

Las disputas internas entre las distintas fracciones dentro del MAS-IPSP (Movimiento al Socialismo – Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos) no son nuevas. Luego del reciente XVIII aniversario de este instrumento/partido político, las disputas entre los llamados “renovadores”, encabezados por el actual presidente y vicepresidente del país, Luis Arce y David Choquehuanca, y los “evistas”, que responden al expresidente, se vienen agudizando.

La celebración de este nuevo aniversario del MAS-IPSP se realizó el domingo 26 de marzo en la localidad de Ivirgazama en Cochabamba. En ese acto, el vicepresidente David Choquehuanca le hizo un desplante a Evo Morales al evitar saludarlo. Además, lejos estuvieron de ser disimuladas las ácidas afirmaciones entre Evo Morales y Luis Arce, aunque este último intentó ser más cuidadoso. Evo en todo caso no dejó pasar la oportunidad, jugando de local en este acto, para criticar el manejo de la economía y planteando la necesidad de nuevas conquistas sociales.

Días después, Evo Morales y sus diputados declararon que este no es un gobierno del instrumento político, explicitando de esta manera el rol de oposición activa que la bancada evista viene desempeñando en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP).

Estas fisuras se agravaron luego de que el ex vicepresidente de Evo Morales, Álvaro García Linera, interviniera en esta crisis plateando la urgente necesidad de fortalecer la unidad por parte de “arcistas” y “evistas”. Declaraciones que le valieron por un lado, el calificativo de “traidor” y de “enemigo” por parte de Morales y, por otro lado, el calificativo de “evista” por parte del ala renovadora.

Así mismo, estas tensiones empiezan a acentuarse y a extenderse también dentro de las organizaciones de los movimientos sociales, indígenas y campesinos. Un ejemplo de esto acaba de producirse en la localidad de Chimoré, en el Chapare cochabambino, que ante el anuncio del vicepresidente, Choquehuanca, de realizar una visita a la región, apresuradamente las organizaciones sociales afines al evismo emitieron un voto resolutivo rechazando esta visita. En palabras de Elena Almendras, ejecutiva de la Federación de Mujeres Interculturales de Chimoré recogidas por medios prensa: “Estamos emitiendo un voto resolutivo por el motivo de una visita de nuestra autoridad nacional, sin previo conocimiento de nuestra federación, ni mucho menos de nuestro municipio, es por eso que el ampliado ha determinado, no vamos a recibir a ninguna autoridad sino tiene autorización de nuestras organizaciones matrices, también de nuestro municipio”.

Esta resolución de organizaciones fundamentalmente campesinas contrasta con las declaraciones Eber Rojas, ejecutivo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), que el día de ayer, en un acto junto al presidente Luis Arce afirmó que “Vamos a defender a nuestro hermano presidente Lucho y David, no vamos a permitir ninguna persona que este perjudicando en su gestión” (Página Siete, 04/04/2023). Estas últimas declaraciones ponen en evidencia las profundas divisiones internas al interior de la principal central campesina del país ya que días previos, el secretor de prensa y propaganda, Humberto Claros, respaldó decididamente a Evo Morales.

Las disputas políticas entre renovadores y evistas repercuten en la gestión económica del Estado, aumentando los interrogantes sobre si los precarios equilibrios económicos que todavía sostiene el gobierno se pueden transformar en un escenario catastrófico. Las dificultades para aprobar la Ley del Oro, que permitiría aumentar las reservas internacionales (RIN), así como hacer frente a la actual escasez de dólares, es una muestra de ello. La aprobación de esta ley permitiría al Banco Central de Bolivia (BCB) comprar oro directamente a los mineros cooperativistas con un único impuesto del 4,8 % en momentos en que el precio internacional del oro registró recién una subida importante, superando los 2000 dólares por onza troy.

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Hay que recordar que la imposibilidad de aprobar dicha ley en el Parlamento no solo enfrenta a la oposición de la derecha y centro derecha -expresadas en las bancadas de Creemos del gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, y en la bancada de Comunidad Ciudadana del ex presidente Carlos Mesa-, sino a la nueva bancada opositora que responde al evismo. Estas oposiciones coinciden en objetar dos artículos propuestos en dicha ley que básicamente consiste en cuestionar la facultad que se otorgaría al BCB para que compre oro en el mercado interno (art. 1) y la atribución al BCB para transformar ese oro en dólares sin la autorización de la Asamblea Legislativa Plurinacional (art. 9). Es decir, buscan establecer algún tipo de control sobre el manejo macroeconómico condicionando al gobierno de Arce desde la ALP.

Como hemos venido señalando desde las páginas de La Izquierda Diario Bolivia, la disputa entre renovadores y evistas lejos está de expresar proyectos programáticos y estratégicos alternativos, como reconoció el mismo García Linera en una entrevista reciente con la periodista Susana Bejarano. Se trata de proyectos personalistas y lucha de camarillas por la administración del poder estatal, en una prematura campaña electoral con miras al 2025.

Tanto los “renovadores” de Arce como los “ortodoxos” de Evo, han venido en los últimos años aplicando fuertes medidas de ajuste, atacando derechos laborales y sindicales de las y los trabajadores asalariados. Así durante el gobierno de Evo Morales se atacó a todos los trabajadores y trabajadoras de salud y se mantuvieron vigentes leyes neoliberales como el Estatuto del Funcionario Público y que hoy el gobierno de Arce ha usado para violentar los derechos laborales de miles de trabajadores aeroportuarios a quiénes ni siquiera se les ha cancelado los finiquitos por más de 20 años de servicios en algunos casos. O como con el actual conflicto del Magisterio, donde el gobierno de Arce suelta con cuentagotas la deuda histórica de ítems para nuevos cargos docentes en la educación pública.

Con esta situación, el MAS parece seguir los pasos de asimilación a la clase dominante y de convertirse en la columna vertebral y principal sostén del régimen burgués, de la misma manera que evolucionó el MNR (Movimiento Nacionalista Revolucionario) en los años 50 y 60. Los trabajadores y trabajadoras, del campo y la ciudad, los sectores populares, indígenas, originarios y campesinos, así como el movimiento de mujeres y de las diversidades, debemos extraer lecciones revolucionarias de todo este derrotero. Para que, de esta manera, podamos pelear por la construcción de una herramienta política genuinamente independiente y revolucionaria, para poder pelear por una sociedad socialista, sin patrones y desde abajo.