El juez belga encargado de llevar la euroorden emitida por el Estado español acepta la petición del expresidente catalán de dar más tiempo para preparar su defensa.
Martes 29 de octubre de 2019
Con la sentencia del procés, emitida el pasado lunes 14 de octubre, el juez Pablo Llarena emitió a su vez una tercera euroorden para que la justicia europea extradite a Carles Puigdemont, con el objetivo de llevarlo a juicio. En caso de ejecutarse y de celebrarse finalmente el juicio, el expresidente catalán podría salir, como mínimo, con una condena de cárcel de 13 años, teniendo en cuenta que el vicepresidente, Oriol Junqueras, salió con esa pena.
Este martes Puigdemont ha comparecido voluntariamente ante el Tribunal de primera instancia de Bruselas, para enfrentarse a esta tercera euroorden, que nuevamente la Fiscalía ha admitido, recogiendo los motivos de la sentencia: sedición y malversación.
Esta vez, la euroorden no recoge la acusación de rebelión, como sí hacían las anteriores. Sin embargo, la defensa del expresidente ha pedido aplazamiento hasta el 16 de diciembre, para tener más margen preparatorio, solicitud que ha aceptado la justicia belga.
"La vista ha durado muy poco porque finalmente el tribunal ha aceptado nuestra petición de aplazar la vista hasta el 16 de diciembre", ha explicado el político Puigdemont, como ha recogido Europa Press.
"Por supuesto invocaremos la inmunidad y por supuesto utilizaremos los mismos argumentos que utilizamos hace dos años", ha señalado el abogado Simon Bekaert, haciendo referencia a la defensa que ya plantearon en las euroórdenes de 2017 y 2018. Es uno de los puntos fuertes que plantea la defensa, la inmunidad política de Puigdemont, al haber sido elegido como eurodiputado del Parlamento Europeo.
Esta situación alargada en el tiempo tiene, sin embargo, unos plazos concretos, ya que el reglamento europeo establece un plazo máximo de 60 días para resolver los procesos de extradición entre dos Estados miembros, un periodo que podría ser ampliado otros 30 días, hasta los 90, en casos excepcionales. No obstante, este reglamente está pensado para personas que se encuentren detenidas, en el caso de Puigdemont podrían ser plazos mayores, al encontrarse en libertad sin fianza, con la condición de estar siempre localizable y no salir del país sin autorización.
El resultado de este proceso está todavía por determinar. Como ha apuntado Europa Press, Bélgica puede rechazar la extradición de una persona buscada por un país socio si existen "razones serias" para pensar que no se respetarán sus Derechos Fundamentales tras la entrega o si los delitos que se le imputan no son una infracción en el derecho belga o no están recogidos en un listado de 32 delitos acordados por la UE en su directiva.
