Tras una maratónica jornada, la Cámara de Diputados aprobó la acusación constitucional contra el Presidente Sebastián Piñera por faltas a la probidad, producto del escándalo de los Pandora Papers. Piñera debería estar en la cárcel por criminal, por los asesinatos, por las mutilaciones y la represión contra el pueblo movilizado. Él nos declaró la guerra y puso a la policía y al ejército a disparar. Pero está impune y esa impunidad hoy fortalece la agenda criminalizadora y la campaña del "republicano" Jose Kast.
Martes 9 de noviembre de 2021
Este martes 09 de noviembre, tras una maratónica jornada, la Cámara de Diputados, con 78 votos a favor aprobó la acusación constitucional contra el Presidente Sebastián Piñera por faltas a la probidad, tras el escándalo de los Pandora Papers. El caso puso en el tapete la venta del proyecto minero Dominga en paraísos fiscales, donde están directamente implicados la familia del mandatario y su mejor amigo “Choclo” Délano, quien estuvo procesado por corrupción ya previamente en el caso Penta.
Piñera defraudó a la nación fugando sus dineros al extranjero en sus cuentas en paraísos fiscales y con total desidia se jugó a favor de Dominga para conseguir millonarias ganancias destruyendo el medio ambiente el medio ambiente, la flora y fauna nativa de la IV región solo para hacerse mas rico.
Ahora lo acusan por ello con esta acusación constitucional, pero quedó impune por las violaciones a los Derechos Humanos, por los asesinatos, por los crímenes violentos contra el pueblo movilizado, por las mutilaciones y la represión. Con casos como el de Gustavo Gatica y Fabiola Campillai que siguen impunes. Él nos declaró la guerra y puso a la policía y al ejército a disparar. Está impune por el asesinato y militarización en La Araucanía contra el pueblo mapuche.
Toda esa impunidad hoy fortalece la agenda criminalizadora y la campaña del "republicano" Jose Kast, el candidato de la extrema derecha que quiere más represión contra las y los que luchan. También ha permitido que Piñera siga con una agenda a favor de los grandes empresarios, mientras despide como si fueran desechables a los miles de trabajadores de la salud de la primera línea que han resguardado la salud de millones y al mismo tiempo que bloquea la majora de las condiciones de millones de profesores.
Esta es la agenda que quiere profundizar Kast. No es casual que haya salido en defensa de Piñera declarando que “los diputados que se prestaron para este circo, no saben el daño que le hacen al país”, sumándose a los dichos del gobierno y la derecha para blindar al presidente.
Piñera se debería haber ido hace rato, hace dos años cuando el pueblo trabajador, junto a la juventud, luchaba en las calles en plena revuelta. La huelga general del 12 de noviembre del 2019 lo tuvo entre las cuerdas, sin embargo el Acuerdo por la Paz de la oposición junto a la derecha salvó a Piñera y lo dejó impune. Luego, en diciembre del 2019 lo volvieron a rescatar la Concertación rechazando la acusación constitucional. Piñera debe irse con la movilización de la clase trabajadora y el pueblo. Debemos retomar ese camino.
La maratónica jornada ha despertado ilusiones en amplios sectores justamente porque hace más de 2 años estalló una rebelión popular en Chile que hasta el día de hoy no ha logrado acabar con la impunidad de los 30 años legados de la dictadura. Esta acusación contra Piñera es vista por millones como una gota de justicia entre un mar de impunidad, de la que goza no sólo la derecha sino también los aparatos represivos del Estado. Si la intervención de Naranjo ha sido tratado como un acto de "heroísmo", e incluso si ha llegado a ser visto a ojos de las masas como tal, no es porque la acusación sea justamente lo que Piñera merece: el actual presidente que le declaró la guerra al pueblo debería estar en la cárcel hace dos años.
Por eso a la vez que decimos que Piñera debería irse por asesino y criminal, con la movilización de la clase trabajadora y el pueblo; alertamos que la “unidad de la oposición” entre el FA, el PC y la vieja Concertación, es un voladero de luces para las elecciones, y que probablemente se pueda caer la acusación en el Senado, donde los dinosaurios de la “oposición” como los Insulza o los Walker siempre han remado a favor de Piñera y le han abierto el camino a la derecha.
Lo que han hecho es llevar todo al terreno de las maniobras parlamentarias, manteniendo en la pasividad a las organizaciones de la clase trabajadora, el movimiento estudiantil y organizaciones sociales. Un ejemplo claro es el rol del PC en la CUT durante la revuelta y la pandemia. Esto es justamente lo que ha permitido que se fortalezca Kast y su discurso demagógico contra la casta política, de la cual él es parte.
Por eso señalamos que para enfrentar a Piñera y a Jose Kast, hoy representante de la derecha radicalizada que quiere fortalecer el autoritarismo presidencial, fortalecer la impunidad de la policía y quiere descargar más ataques sobre nosotros, debemos retomar el camino de la movilización y auto-organización de forma independiente en perspectiva de la huelga general; sin confiar en la “unidad de la oposición” que ha llevado a puras frustraciones, y le ha entregado a Piñera un manto de impunidad y fortaleciendo a la extrema derecha de Jose Kast.