En una conferencia de prensa convocada en Ensenada, Baja California, el pasado 1 de julio, voceros de los obreros agrícolas del Valle de San Quintín aseguraron que siguen unidos y reconocieron haber cometido un error al firmar aceptando el “salario base integrado”.

Nancy Cázares @nancynan.cazares
Miércoles 8 de julio de 2015
Hace poco más de un mes, durante la firma de la última minuta de acuerdos, sólo uno de los jornaleros se negó a firmar el documento presentado por el Subsecretario de Gobernación, Luis Enrique Miranda Nava. En este documento, se aceptó el “salario base integrado”, mismo que anula las prestaciones ganadas durante el mes de abril y que habían sido ratificadas en mayo.
Como ya planteamos en La Izquierda Diario, los voceros aseguran que la minuta que firmaron presentaba modificaciones a la que se había redactado con su colaboración. Dijeron no saber quiénes estuvieron a cargo de dichas enmiendas, pues éstas fueron realizadas sin su presencia. Aseguran que, creyendo que se trataba de la misma minuta que firmaron al principio, ratificaron su firma sin notar que se habían añadido algunas palabras.
Lucila Hernández, vocera de las mujeres jornaleras en la Alianza de Organizaciones instó a la Secretaría del Trabajo, a la Comisión de Derechos Humanos y a la Secretaría de Gobernación a revisar el documento y a retirar el concepto de “salario base integrado”. Mientras, el resto de los voceros anunciaron que seguirán peleando hasta que se modifique la minuta y todos queden satisfechos con los resolutivos de las negociaciones.
Compromisos sin cumplir
La mayoría de los compromisos firmados con la SEGOB no han sido cumplidos, señalaron los voceros:
Justino Herrera, el jornalero que se negó a firmar la minuta, indicó que las empresas cuentan con “buenos abogados” y “saben perfectamente que están violando la ley”.
La gesta de San Quintín: Esperanza para millones
Significativamente, los voceros señalaron que la lucha de San Quintín es la “esperanza” de los más de 5 millones de jornaleros en México, quienes en pleno siglo XXI siguen viviendo en condiciones de opresión y explotación decimonónicas.
Tal y como señalamos en La Izquierda Diario, mientras los dirigentes de MORENA se deslindaba de “los actos vandálicos” del 17 de marzo y el EZLN dejaba pasar más de dos meses para emitir un pronunciamiento, en el DF se llevaron a cabo acciones de solidaridad y en repudio a la represión por parte de sindicatos y organizaciones sociales y políticas. La lucha de los jornaleros cruzó las fronteras y ganó apoyo internacional.
Los jornaleros demostraron que los métodos de la clase trabajadora siguen hoy más vigentes que nunca: las huelgas, los paros y la solidaridad internacional constituyen tres de las armas más poderosas de quienes deciden enfrentarse a las grandes empresas y al gran capital.