Este proyecto va directo a la cámara de diputados para su trámite final, con un ínfimo 3,5% de incremento salarial y sin aumento para las altas autoridades. Esto acompañado de duras críticas por los masivos despidos en el sector público.
Jueves 13 de diciembre de 2018
La tarde de este miércoles, fue despachado por el senado, el reajuste de remuneraciones a las y los trabajadores del sector público. Este proyecto va directo a la cámara de diputados para su trámite final, con un ínfimo 3,5% de incremento salarial y sin aumento para las altas autoridades. Esto último contrapuesto a la propuesta original del Gobierno de aumentar un 2,9% las dietas de las altas autoridades.
Este proyecto ha sido atiborrado de diversas críticas, y lo más fuerte últimamente tiene que ver con un derecho básico para las y los trabajadores: el derecho al trabajo estable. Esto en el marco de que durante el debate al interior de la cámara de senadores/as las y los parlamentarios de la "oposición" al gobierno criticaron la escala de despidos al sector público, que tiene su epicentro en el ministerio de educación, a la cabeza de Marcela Cubillos, considerando que de los 2.500 despidos en el sector público de la semana pasada, más de un 8% corresponde exclusivamente al ministerio de educación; cuestión que ha provocado el descontento de las y los trabajadores que se encuentran en paro hace más de 10 días.
En términos concretos, el ministerio de educación, Cubillos directamente, despidió casi al 10% de la planta y trabajadores a honorarios, en total; 210 personas en la calle. Y esto no es aislado, ya que los despidos en el sector público han sido masivos y han provocado la rabia en las y los trabajadores.
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Es por esto que se hace necesario enfrentar a Piñera y su gobierno. Porque no han llegado los prometidos tiempos mejores, al menos no para la mayor parte de la población, las y los trabajadores. Aunque no se podría decir lo mismo para los empresarios. Y es que los planes del gobierno van directamente en contra de los derechos de las y los trabajadores. Sin embargo, no existe una oposición que enfrente efectivamente a la derecha y los empresarios, ya que si bien la ex Nueva Mayoría puede intervenir y criticar en el parlamento, llevando de la manito al Frente Amplio, hoy es necesaria una oposición que plante fuerza en las calles, movilizándose como lo han hecho los chalecos amarillos de Francia.
De esta forma se puede hacer retroceder al Gobierno, exigir un reajuste del sector público no en los marcos del 3,5% si no en los marcos de que cada trabajador gane de mínima, igual a la canasta básica familiar.
