Con una transmisión en vivo porel canal de youtube del OpSur, realizadores y productores del corto infantil sobre el fracking contaron los motivos de esta propuesta audiovisual para que las infancias conozcan la política extractivísta que amenaza el agua, el aire y la salud de millones.
Viernes 21 de mayo de 2021 08:27
Que el cambio climático se ha instalado como una preocupación presente en nuestra cotidianeidad, está fuera de discusión a pesar del negacionismo instalado desde las propaladoras mediáticas de las grandes corporaciones contaminantes y el discurso de la responsabilidad individual de los Estados.
Inmensa cantidad de materiales se han publicado al respecto y con solo googlear “cambio climático”, 8 millones de entradas aparecen en menos de un segundo. Un tema tan transversal para millones en el mundo ha llevado a la necesidad de explicar a los más pequeños de qué hablamos y cuáles son sus causas y efectos. Algo difícil de resumir cuando debemos explicar cómo buena parte de los animales de los cuentos infantiles están amenazados en su existencia, adonde va la basura, porque el agua está en peligro, porque cierta comida no es comida, o incluso de donde proviene la actual pandemia.
En el caso de los diferentes tipos de extractivismo, la cosa se vuelve más compleja. Explicar que los intereses de empresas y Estados están envenenando del aire y el agua esenciales para la vida de todes, puede resultar engorroso por lo perverso del asunto, y por lo desolador de la realidad.
Por suerte en los últimos años infinidad de libros, películas y cuentos han aparecido para hacer un poco más fácil esta tarea a los adultos. Desde el reconocido corto “Payada pa’ Satán” del año 2013 sobre la megaminería, hasta libros como “Hache y su pandilla salvan Achú Achú” han buscado responder distintos aspectos que hacen a la actual crisis climática y ambiental.
Este jueves 20 de mayo se estrenó a través del canal de youtube del Observatorio petrolero del Sur (OpSur) la serie “El Conde Drácula y el colmo del fracking”, una adaptación del libro de Martin Crespi “El fracking, una historia esdrújula contada por el Conde Drácula” ilustrada por Diana Chereau, de la editorial Pachamamita a fines de 2020 que podes ver acá.
Imagen del libro de Martin Crespi y Diana Chereau
La serie fue idea y adaptación de la titiritera Natalia Fernández, egresada de la Escuela de Titiriteros de Avellaneda. “Hace un par de años, me tocó vivir una situación que fue reveladora. Viajando con el programa “Subíte al Colectivo”, en Jachal me encontré que los chicos conocían los títeres porque la minera Barrick Gold, que todavía no se había instalado en la zona, había hecho una función donde hablaban a favor de la mina.”
En el vivo que podes ver aqui, realizado para la presentación de la serie, el Conde Drácula preguntaba a Martin Crespi “¿Por qué me hiciste buen tipo?”, y luego fue entrevistando entre capítulo y capítulo a Martín Alvarez Mullally, del OpSur, Javier Galgano, director y parte del Colectivo Audiovisual Vaca Bonsai, y finalmente a su creadora.
Desde La Izquierda Diario hablamos con Martín Álvarez Mullally, miembro de OpSur, ni bien terminada la presentación. “Nosotros damos cursos de formación docente en Rio negro a través de UNTER, y haciendo un curso de formación en Allen, las maestras nos acercaron dibujos de los niños, donde expresaban todo el cambio que padecían con la llegada del fracking. Emisiones, ruidos y temblores que los alteran profundamente y los enferman porque las dioxinas de los venteos causan problemas respiratorios en los niños de la región. A partir de todo eso nos contactamos con Martin Crespi, y quisimos mostrarle estos trabajos que estaban haciendo los niños en contraposición a la campaña que estaba haciendo YPF y Chevrón en la zona. Ellos tienen un cine móvil en 3D, e infinidad de materiales para las aulas donde pregonan un discurso cínico de ecología individual, Hacían cursos de formación docente con material, en hoteles de Bariloche, con toda la planificación armada, y muchas docentes nos decían que no tenían material para trabajar la realidad que se vivía en el territorio. A partir de ahí empezamos hacer todos los contactos para hacer este material. Mucha gente no se pregunta de dónde viene la energía, y a costa de qué.”
A pocos días de que el senado apruebe una ley de educación ambiental que a su paso por el congreso despertó críticas desde diputados del FITU en torno a dejar la puerta abierta al financiamiento privado por parte de corporaciones responsables de la contaminación, la referencia resulta reveladora del accionar del lobby corporativo y estatal.
Podes leer: Diputados.Media sanción a la ley de educación ambiental: qué dice y qué críticas hubo
“Hay un discurso perverso, que los libros de Martín Crespi toman, donde Monsanto te dice que quieren salvar al mundo del hambre y hacen desastres, mientras te venden todo lo contrario”, dice Natalia, que está preparando una nueva obra vinculada a la problemática alimenticia y el agro negocio con su compañía El Colmo Títeres.
De hecho buena parte de la obra de Crespi está centrada en esta temática, que desasrrolla desde el personaje de un Conde Drácula vegano, que ha abandonado la sangre por la huerta.
“El Estado ha tenido una política profundamente agresiva hacia el movimiento socio ambiental, los territorios afectados, con atisbos sumamente graves de negacionísmo. YPF lo ha negado y nos ha tildado de eco terroristas radicales, enemigos del progreso, cuando hablábamos de que se generarían sismos y hoy estamos con más de 200 en la zona donde se desarrolla el fracking. Nosotros planteamos la generación de energía, discutiendo para quiénes y cómo, no a costa dé”, completa Martín.
La apuesta del corto es despertar el interés de las infancias en torno a la problemática ambiental y la posibilidad de las energías alternativas, algo que queda abierto en el final donde Pablo Rex, el rapero MC-Rex, deja en claro: “esto recién empieza, y ustedes chicos, tienen mucho por aprender y hacer”.
”Solamente desde un lugar independiente se puede decir estas cosas” agrega Natalia, y desde La Izquierda Diario, no podemos estar más de acuerdo.