El día viernes 30 de septiembre se dará inicio a unos de los carnavales más importantes de Chile, Mil Tambores de Valparaíso. A pesar de los cambios y restricciones que ha tenido en los últimos años, este carnaval tenía el objetivo de acercar la cultura a los trabajadores y barrios populares después que la dictadura prohibiera el uso del espacio público en 1973.
Viernes 30 de septiembre de 2016
Programación de la XVII versión del Carnaval Mil Tambores
El día viernes, a las 11:00 horas será la apertura del Carnaval Mil Tambores en el Parque Cultural de Valparaíso (Ex Cárcel) con música en vivo, ferias, diálogos ciudadanos, foros, talleres, entre otras actividades.
El día sábado 1 de octubre, desde las 15:00 horas esta festividad se tomará los cerros del puerto con pasacalles barriales, donde -en esta versión- los músicos, bailarines y artistas se trasladarán a los cerros Barón, O’Higgins, Playa Ancha, Placeres, Rodelillo, Esperanza y Las Cañas.
Por último, para finalizar este Carnaval, a las 11:00 horas se realizará un gran pasacalles por la Avenida Altamirano desde la caleta El Membrilo, en el cual desfilarán miles de aristas. El escenario principal estará ubicado en la Plaza Rubén Darío, terminando el recorrido en la subida Crvallo.
Un poco de historia…
El Carnaval de Los Mil Tambores, surge el año 1999 con el objetivo de visibilizar la lucha por recuperar el uso de los espacios públicos para la expresión del arte y la cultura, cuestión que fue arrebatada en 1973 por medio de la dictadura militar. A través de los años este carnaval ha acercado distintas expresiones artísticas como batucadas, comparsas, danzas latinoamericanas y otras expresiones artísticas que tienen lugar en las diferentes organizaciones vecinales y sociales de Valparaíso.
Estos espacios se levantaron como forma de resistencia, de encuentro y esparcimiento de los sectores populares de la V región. El sentido de este carnaval era recuperar el espacio público, tener un momento para salirse de la rutina de este sistema que nos explota, poder disfrutar del arte y de la música con alegría.
El rol del gobierno y su política represiva
Año tras año, las autoridades han sido una traba para lograr este cometido ya que se ha convertido en una lucha conseguir autorización para poder realizar esta festividad. Además, según lo señalado en el portal informativo Terra, han tomado distintas medidas de “seguridad” como el cierre de distintas playas.
Dicha medida se adoptó –según las autoridades- para velar por "orden, la seguridad y la disciplina". Por tanto, no es de sorprender que fuerzas especiales de carabineros, se manifieste en las calles reprimiendo la libre expresión del arte y la diversión en las calles de Valparaíso.
Esta política ha ido acompañada de una búsqueda insistente por reglamentar el carnaval, sacarlo de las calles, quitarle su sentido histórico y alejar a los sectores populares de ser organizadores de esta fiesta; de esa manera se contribuye a profundizar el ya “elitizado” acceso a la cultura, en donde una minoría es quien puede “disfrutar” del arte siempre y cuando tenga los medios, el tiempo y cumpla con los requisitos que ponen las instituciones.
A incentivar la conciencia entre los asistentes con los vecinos de Valparaíso
La organización del evento, como las y los participantes de esta festividad están realizando una campaña “los 10 mandamientos de mil tambores” con la intención de minimizar la cantidad de basura que queda en las calles de Valparaíso luego del carnaval. Pese a los esfuerzos de los organizadores para contrarrestar el problema, las autoridades no han dado respuesta al estructural problema de la basura en la ciudad.
Recuperar el espacio público, el sentido de este carnaval es una cuestión importante para quienes somos parte de grupos de baile, comparsas y batucadas de barrio. Que el arte y el esparcimiento no sea un privilegio de unos pocos.
Para esto es necesario un fondo permanente para la cultura en la ciudad, cuestión que puedan gestionar las agrupaciones de artistas y trabajadores del Arte que hay presentes en Valparaíso con el objetivo de volver a acercar la cultura a los lugares de trabajo y barrios populares. Las restricciones al carnaval buscan transformar el carácter de esta fiesta popular poniendo al centro la frivolidad y olvidando el carácter político de resistencia que tenía históricamente.