El pasado 3 de febrero trabajadores de PILARES junto a organizaciones sindicales, políticas y sociales (integrantes de la Asamblea de Trabajadores en Lucha e Independientes) mostramos el enorme potencial que tiene pelear unidos, a través de la movilización en las calles por nuestras demandas.
Jueves 16 de febrero de 2023
El 28 de enero diversos trabajadores y organizaciones como el Sindicato Único de Trabajadores del Instituto de Educación Media Superior (SUTIEMS), Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación para Adultos (SNTEA), Asamblea de trabajadorxs de PILARES, profesores de la UACM, Coalición Trinacional, docentes de Prepa en línea-SEP, Desde las Bases STUNAM, docentes de la agrupación Nuestra Clase-Pan y Rosas, Centzontle y estudiantes de la Fes Acatlán, entre otros, nos reunimos en la Asamblea de Trabajadores en Lucha. Iniciamos con el repudio a la brutal represión que enfrento el SUTIEMS por la demanda de creación de plazas para los nuevos planteles.
Además de abordar la situación que enfrentamos en nuestros centros de trabajo, también problematizamos sobre la continuidad y profundización del ataque contra los derechos laborales (precarización) de las y los trabajadores tanto del sector público como del privado, enmascarado por el gobierno de la llamada Cuarta Transformación con apoyos económicos y otras medidas paliativas que, si bien son apreciadas por quienes se benefician de ellas frente a la carestía de la vida, no resuelven de fondo los principales problemas de la mayoría del pueblo trabajador como los bajos salarios, la falta de estabilidad laboral, jubilación, vivienda y acceso a la salud pública, gratuita e irrestricta.
Algunos aspectos claves que golpean nuestros derechos como trabajadores bajo la política de la 4T ha sido la generación de nuevos empleos bajo el esquema de facilitadores de una beca en los programas sociales, sin el reconocimiento de que son trabajadores del Estado y en el sector privado, continúan los trabajos con sueldos por debajo de la inflación y los costos de la canasta básica con jornadas extenuantes. Lo anterior aunado a la implementación de la reforma laboral del gobierno de la 4T, a tono con el ’capítulo laboral’ del T-MEC. Que fue promovida como una reforma para garantizar la libertad y democracia sindical, pero en la mayoría de los casos ha servido para legitimar a distintas variantes del charrismo sindical. Si bien, en algunos casos como el de General Motors Silao, en la votación para avalar o no el contrato colectivo se expresó el repudio de la base trabajadora a la CTM, sin que eso signifique que ante esta central charra surjan necesariamente sindicatos alternativos verdaderamente democráticos o independientes, es muy importante el actuar de la base trabajadora cansada de la burocracia sindical con un nuevo ánimo de exigir mejores condiciones de trabajo.
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La política del gobierno actual continua y profundiza la precarización en toda la línea que, amparada en el discurso de la ’austeridad republicana’, naturaliza que cada vez más trabajadoras y trabajadores del sector público no cuenten prácticamente con ningún derecho laboral, como sucede en el caso de quienes llevamos adelante los programas sociales en la CDMX.
Pero también implica que avancen los ataques contra las trabajadoras y trabajadores sindicalizados en diversas instituciones y empresas, con aumentos salariales muy por debajo de la inflación -encubiertos por los aumentos al salario mínimo, que solo benefician a un sector muy reducido de la clase trabajadora-, violaciones a los CCT y retroceso en los derechos conquistados, como las pensiones.
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Mientras que, el gobierno de la 4T ha extendido y profundizado la militarización del país con la Guardia Nacional, alcanzando la Ciudad de México al imponer su presencia en las calles y en el metro. Se trata de una política para legitimar y naturalizar la presencia de las fuerzas armadas en los espacios públicos, tareas de ’seguridad’ y el control de diversos sectores estratégicos. Que de hecho busca prevenir y evitar que se desarrolle y active el descontento social más allá de lo que el propio gobierno está dispuesto a tolerar, en tanto no atente contra la estabilidad y ’paz social’ que requieren los grandes empresarios para seguir con sus negocios.
Acordamos a partir de los diversos reclamos que se expresaron en la asamblea la necesidad de buscar concentrar nuestras voces en una movilización unitaria por reinstalación inmediata, plenos derechos laborales, aumento al salario de emergencia y contra la represión a quiénes luchamos en defensa de nuestros derechos.
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Pero, ¿por qué es importante la unidad entre trabajadores?
La marcha del viernes expresó precisamente eso, un esfuerzo por unir a los trabajadores precarizados de los programas sociales junto a sindicalizados que pelean en defensa de sus conquistas. Aunque aún es en pequeño, está movilización expresa el enorme potencial de la unidad entre diversos sectores de trabajadores y es un esfuerzo para no pelear aislados por demandas que nos hermanan aunque seamos de diferentes dependencias, gremios u sectores. Nos permite poner en práctica la posibilidad de hacer efectiva la solidaridad en las calles, bajo la premisa de que sí tocan a uno, nos tocan a todos, eso implica que podemos cuestionar la pasividad que nos quieren imponer las direcciones sindicales que se apuestan a acatar los planes de la austeridad republicana sin defender las necesidades de sus trabajadores.
¿Qué hubiera pasado si la CNTE no solo nos hubiera invitado a saludar su mitin frente a las instalaciones de la SEP, sino que hubieran convocado escuela por escuela a un paro en solidaridad para volcarse a la manifestación por estas justas demandas? Hubiéramos sido miles de trabajadores en las calles. Miles a los que las autoridades no podrían seguir ignorando.
¿Cómo podemos profundizar esta pelea en unidad? Imaginemos si en cada sindicato en donde tiene fuerza la izquierda se peleará por nuevos puestos de trabajo para el conjunto de los trabajadores precarizados y se iniciará una campaña por la reducción de la jornada laboral repartiendo las horas de trabajo.
Creemos que el gran desafío para desarrollar una perspectiva desde los trabajadores es fortalecer un espacio unitario e independiente de los partidos del régimen para unir todos los reclamos, llamando a las direcciones sindicales que se reivindican democráticas que tienen capacidad de movilizar a sus bases trabajadoras a que se unan impulsando asambleas democráticas en los centros de trabajos para construir una fuerza en las calles que impulse un plan de lucha unificado junto a las organizaciones políticas y sociales.
Súmate a la próxima Asamblea de Trabajadores en Lucha que se llevará acabo el 18 de febrero a las 18:00hrs por zoom. ¡Contáctanos para enviarte la liga de acceso al 5574525325!