Segunda ola. Se multiplican los contagios en los lugares de trabajo y crece la bronca

“Ya son seis casos sospechosos en el turno mañana y cinco en el turno tarde. Uno de ellos estuvo toda la mañana en su computadora con dolor de cabeza, fiebre y vómitos”.
“La mayoría de mis compañeros ya se contagió el año pasado. En los últimos días, nos enteramos que hay 4 compañeros aislados por contacto estrecho.”
“La empresa nunca nos avisó nada, amenazaban a los pibes si contaban que habían dado positivo”, son algunas de las denuncias que llegan a La Izquierda Diario.

Desde un call center del Gran Buenos Aires, Flavia cuenta que “gracias a la comunicación que tenemos con nuestros compañeros estamos al tanto de todo. Es muy triste porque te exigen seguir trabajando aunque tengas síntomas. Y como cada uno de nosotros que necesitamos el trabajo, seguimos concurriendo. Como la empresa ni el sindicato aparecían, decidimos auto aislarnos e ir a hacernos el hisopado, y en la fila donde estuvimos más de 7 horas para hisoparnos nos encontramos con otros laburantes que venían con síntomas de su trabajo, ahí también priorizaron sus ganancias.”

Desde el mismo callcenter, Romina denuncia que “mientras la empresa tiene un montón de ganancias con nuestras ventas, nosotros no sabemos si llegamos a fin de mes y ahora tenemos muchos aprietes. En la primera ola fue diferente, porque no fuimos a trabajar, estabamos desde casa cada uno con su PC, ahora no sabemos nada. Hoy ya son seis casos sospechosos en el turno mañana y cinco en el turno tarde. Uno de ellos estuvo toda la mañana en su computadora con dolor de cabeza, fiebre y vómitos. Recién después de 4 horas llamaron al médico”.

“Para colmo los gerentes trabajan desde sus casas. El sindicato no aparece, por eso vamos a organizarnos con nuestros compañeros, impulsando comisiones de seguridad e higiene, para ponernos al tanto de que casos son sospechosos y exigirle a la empresa que brinden los elementos necesarios y respeten los protocolos. El sindicato nos está entregando mientras ponemos en riesgo nuestra salud y de nuestras familias, porque es evidente que las empresas van a seguir priorizando sus ganancias a costa de nuestras vidas”.

“La mayoría de mis compañeros ya se contagió el año pasado”, cuenta David desde una logística de productos de librería y papelería. “En los últimos días nos enteramos que hay cuatro compañeros aislados por contacto estrecho. La verdad que estamos muy preocupados, tratamos de cuidarnos entre nosotros, no sacarnos el barbijo, lavarnos las manos, pero acá no hay ningún protocolo”.

“Solo en el turno mañana hay un caso por sector”, dice un operario de una farmacéutica de Villa Soldati, “aunque la verdad no se sabe bien”, aclara. “Pero acá ya murieron varios compañeros que eran pacientes de riesgo y estaban en sus casas. La verdad fue un golpe para todos.” “Encima la semana pasada un compañero se fue a hisopar y me contaba que el hospital del Sindicato de Camioneros está atestado de gente que se tocía cerca porque no había mucho lugar, y ni siquiera pudieron terminar de hisopar.”

En la conferencia de prensa del pasado martes en la Casa Rosada, la ministra Carla Vizzoti dijo que el personal de salud está "cansado", sin anunciar medida alguna para fortalecerlo, y sólo apuntó a la responsabilidad individual sobre el uso del barbijo, el lavado de manos y la distancia social.

Mientras Alberto Fernandez declaró que “los contagios no se dan en las fábricas y en lugares de trabajo, el problema se da en el relajamiento social, en las reuniones sociales”.

Los testimonios que llegan a La Izquierda Diario muestran una realidad ajena a la de los de arriba. Nuestro medio se pone a disposición de reflejar tus denuncias y dar a conocer los lugares donde los trabajadores se empiezan a organizar, y donde se comienzan a poner en pie comisiones de seguridad e higiene, para no dejar en manos de las empresas y de la burocracia sindical su salud. Porque las vidas trabajadoras importan y nuestra salud vale más que sus ganancias.

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