Ante la muerte de miles de pingüinos Adelaida, el Fondo Mundial para la Naturaleza exigió un área protegida ante la pérdida de fauna marina a principios del 2017.
Martes 17 de octubre de 2017

Según el Fondo Mundial para la Naturaleza, por sus siglas en inglés World Wildlife Fund (WWF), se requirió hacer un área marina protegida en la Antártida Oriental después de una catástrofe por la muerte de aproximadamente 40 mil pingüinos de la especie Adelaida; todo a causa del calentamiento global, ya que el recorrido por la búsqueda de alimento de los pingüinos adultos es mayor y causó el fallecimiento de muchas crías por hambre.
En la última temporada de reproducción sólo sobrevivieron dos, por lo que se estima que dicha colonia cuenta con 36 mil ejemplares, de los cuales se alimentan de Krill, el cual se encuentran cerca de su entorno en Terre Adélie en Antártida Oriental.
El estudio explica dicho fenómeno al hecho que las capas de hielo se expandieron de forma inesperada a finales de la estación de verano, por lo que hizo que los pingüinos recorrieran largos caminos en búsqueda del alimento, y que las crías murieran de hambre.
También se cuenta con el dato que hace 4 años se sufrió algo similar, a raíz del cambio climatológico, por lo que se pide su protección.
Este hecho hizo que se convocara a una reunión con la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCAMLR, en inglés) que se llevará a cabo en Hobart Australia, donde la idea central es revisar la propuesta de hacer una zona de área protegida en dicho glaciar.
También se requiere hacer un estudio del alimento Krill, un crustáceo parecido al camarón, comúnmente encontrado en la Antártida, esencial para la alimentación de los pingüinos y muchas especies marinas, así como preservar la ecología de este ecosistema.
Ya que este océano cuenta con más de 100 mil especies marinas únicas en el lugar, donde se hace presente la explotación y contaminación de los ecosistemas se ve gravemente amenazada. Las empresas usan de basureros estos lugares, que son sin duda parte fundamental del equilibrio en el clima y ecosistemas de alrededor.
Por lo tal motivo, no basta institucionalizar todos estos refugios o áreas protegidas; hacer el llamado a los países de “ primer mundo” quienes hacen caso omiso de esta barbarie y depredación de especies animales, siendo ellos mismos quienes hacen jugosos negocios con empresas que usan materiales tóxicos, los depositan en los mares y asesinan a miles de especies marinas.
Con información de El País