En verano cuando los días de calor y viento llegan a la región Patagónica, el Lago Musters hace visible para la mayoría de los vecinos que el nivel de sus aguas es cada vez más bajo. El cambio climático y la responsabilidad de los gobiernos agravan el impacto y profundizan su deterioro.
Martes 15 de febrero de 2022 21:11
Foto de portada: Guillermo Gettig Jacob
Siempre en verano cuando los días de calor y viento llegan a la región Patagónica el Lago Musters se hace visible para la mayoría de los vecinos que ven el impacto año a año de su deterioro. Siendo crítica la situación desde el punto de vista humano ya que peligra el suministro de agua de cuatro ciudades que dependen del mismo a través dos acueductos, uno de la década del 60 y el otro inaugurado en 1999. Estando latente la terminación de un tercero denominado “repotenciación”, que incrementaría en hasta un 50% el agua que se extrae del Musters. Dicha obra comenzada por la empresa CPC del empresario Cristóbal López sería retomada por la misma.
Hay que tener en cuenta el agua que se saca de los acueductos para la perforación petrolera, tema nunca tratado por los gobiernos de turno o las legislaturas, el agua subsidiada se la llevan empresas multinacionales. También hay que analizar las perforaciones que van avanzando en la zona de Colhue Huapi que captan agua del subsuelo.
En noviembre –diciembre del 2021 el IPA (Instituto Provincial del Agua) gracias a la declaración de Emergencia Hídrica en la provincia cuenta con fondos para realizar obras algunas de ellas dadas a conocer en las redes con intervención en la Cuenca del Senguer. El 25 de enero, en el Facebook del IPA se puede leer: “Instituto Provincial del Agua abre un concurso de precios para la construcción de compuertas de 1000 x 1500 mm de estructura de hormigón, para colocar en la Cuenca del Río Senguer.
La cuenca del Río Senguer se ubica en la región suroeste de Chubut, abarca 28.025 km2 de superficie y recorre aproximadamente 360 kilómetros con un caudal medio de 50 m3/seg. El año hidrológico del Río Senguer comienza en el mes de abril, cuando se producen los primeros aumentos de caudal, con máximos al final de la estación invernal y las primaveras, cuando concurren las precipitaciones pluviales y el derretimiento de las nieves.
El Rio Senguer y sus afluentes sirven de provisión de agua entre otras cosas a las zonas productivas de la cuenca, a través de canales, siendo necesario implementar sistemas de control y medición en las captaciones / tomas de agua.
Al poder regular el paso del agua a través de las compuertas, permitirá realizar un uso más eficiente del recurso, erogando caudales máximos requeridos en la época de plena producción y caudales mínimos en la época de baja o nula producción.
El presupuesto oficial para la presente obra ronda los 7 millones de pesos y el plazo de ejecución será de 60 días corridos, contados a partir de la fecha de inicio de los trabajos.
Adicionalmente, se están ultimando detalles y relevamientos para realizar otra licitación de compuertas que serán instaladas en otros lugares de la provincia, por un monto aproximado de 90 millones de pesos.”
Si analizamos esta información quiere decir que sobre el Río Senguer hay canales sin regulación, los cuales reciben el mismo aforo todo el año. Cabe decir que en dicho río no hay consorcio de regantes con lo cual la apertura y cierre de dichas compuertas quedarán indudablemente en manos de los propietarios de campos ya que el IPA no cuenta con la cantidad de personal y camionetas para realizar dicho control. Dicha obra es obsoleta, del Siglo XIX y es netamente cosmética.
Además de esta obra el día 2 de febrero el IPA (también en su FACEBOOK) publica: “LLAMAMOS A LICITACIÓN PÚBLICA PARA REALIZAR ESTUDIOS Y EJECUTAR PERFORACIONES EN LA CUENCA DEL RIO SENGUER
Se busca determinar la probabilidad de existencia de agua.
Es para la realización de estudios hidrogeológicos y la ejecución de 10 perforaciones para el abastecimiento de agua a productores en la cuenca del Río Senguer.
Consiste en la exploración debajo de la tierra, hasta 150 metros de profundidad aproximadamente, para su posterior interpretación e integración a los estudios hidrogeológicos, a fines de determinar la probabilidad de existencia de agua, y la aptitud del pozo. Además se instalarán bombas solares que permitirán dejar operativo y en funcionamiento la perforación.
Durante los últimos años la provincia del Chubut, en su zona centro Norte y Sur, ha sufrido los embates del cambio climático, acentuándose los períodos sin lluvias. Entendiendo la situación a futuro y como posible solución, el organismo provincial ve la necesidad de obtener la localización de los puntos favorables para la ejecución de perforaciones, para captación del recurso hídrico subterráneo destinado al consumo humano, ganadero, agrícola y posibles emprendimientos productivos.
Los trabajos consistirán en la realización de estudios para determinar las ubicaciones y estimar la profundidad de la perforación. Seguidamente se ejecutarán las perforaciones para la captación de agua en las ubicaciones establecidas. Una vez finalizada la obra se procederá a la instalación de bomba sumergible y pantalla solar correspondiente, acorde al caudal y profundidad establecidos mediante ensayos de bombeo.
El monto estipulado es de 68.000.000 de pesos (sesenta y ocho millones de pesos) y su plazo previsto es de 180 días.”
Triste realidad la de Chubut que contaba con camiones perforadores (en uso de Servicios Públicos de la provincia) y que no contaron con el mínimo mantenimiento, uno de ellos se rompió cuando “intentaron” hacer la perforación para proveer de agua a la localidad de Yala Laubat. Con 68 millones de pesos se puede más que equipar a la provincia con recursos propios para dicho trabajo.
Queda latente la construcción de un embalse sobre el Lago Fontana, cuyo estudio de impacto ambiental, presenta más de un interrogante no respondido por la provincia. A cargo del mismo estuvo una consultora de la localidad de La Plata, dejando de lado a organismos como La Universidad San Juan Bosco.
El cambio climático llegó para quedarse. Las políticas efectistas y de corto plazo parecen no dimensionar la tragedia que se llevó al Colhue Huapi y se cierne sobre el Musters y la Cuenca del Senguer si no se hace un plan integral de manejo y desarrollo, cuidando el agua.
