Este martes 14, en la plaza Andrés Eloy Blanco (también llamada plaza Lina Ron) de Caracas, se dieron cita decenas de personas, cultores y artistas para manifestar solidaridad con las y los trabajadores presos, y exigir su libertad plena.
Miércoles 15 de septiembre de 2021
A las 10:30 de la mañana estuvo convocado, por el Comité de Familiares y Amigos de lxs Trabajadorxs Presxs, el acto cultural que contaría con la presencia de varios artistas que ejercerían solidaridad con esta causa. Pasada poco tiempo de la convocatoria se dio inicio a la actividad, en la que tomaron la palabra familiares y militantes solidarios con la lucha por la libertad de los trabajadores presos.
El actor Antonio Machuca fue el primer artista en hacer uso del micrófono, leyendo algunos poemas de su autoría, posteriormente el rapero chileno “Imputado” compartió varios de sus canciones. El grupo de circo de La Minka, con una dinámica presentación de varios de sus números, puso a reír a los niños y niñas presentes, no sin pronunciarse claramente por la libertad de los detenidos, antes de dejar el escenario. En general, todos los artistas que se presentaron manifestaron su solidaridad con los trabajadores.
La nota musical la pusieron Sandino Márquez y Sandino Primera, cada uno en su respectiva presentación. Con algunas canciones del repertorio tradicional venezolano y otras de Alí Primera, Márquez se refirió a varios de los casos y, en especial, a Alfredo Chirino y Aryenis Torrealba, oriundos de Lara, les dedicó “El gallo pinto”, cuyo ritmo y letra hacen referencia a la tradición cultural y de lucha de “la capital musical” del país.
Entre los testimonios de familiares de los trabajadores y trabajadoras, estuvieron los de Rosario Ríos, trabajadora petrolera y compañera de Eudis Girot, Carolina González, madre de Guillermo González, controlador aéreo, y el de la madre de Aryenis Torrealba.
Ríos señaló que el deber elemental de un dirigente sindical es defender los derechos de los trabajadores, y que eso era lo que estaba haciendo Girot, Secretario Ejecutivo de la federación petrolera (FUTPV), quien en los próximos días cumplirá diez meses preso, acusado, entre otras cosas, de “terrorismo” y “divulgación de información confidencial”. “Los obreros no manejamos información confidencial de la industria”, señaló Rosario, afirmando que no hay manera de pueda haber incurrido en ese supuesto delito.
Como otras veces ha señalado, lo que denunciaba Eudis Girot, la corrupción con la venta de petróleo o derivados en PDVSA, es una información que no tenía nada de confidencial y, además, cumplía con el deber de resguardar el patrimonio de la empresa pública, que a su vez es patrimonio de la nación. Cuestión que también tiene que ver con los derechos de los trabajadores petroleros, pues mientras más se golpea la industria pública, más se ven comprometidos estos derechos.
La madre de Aryenis Torrealba, en una emotiva intervención, insistió en la injusticia cometida contra Alfredo y Aryenis, por el hecho de mantenerse firmes en no convalidar actos contra la empresa pública. Afirmó que “a estos muchachos los enseñamos y formamos desde pequeños para que quisieran a su país”, y que precisamente por permanecer en esa posición, les está ocurriendo esa situación.
Alfredo y Aryenis están en casa por cárcel desde hace algunos meses, producto de la presión y solidaridad ejercida, así como por lo totalmente falta de pruebas e infundada de la acusación que se les hace. Sin embargo, “aún no están libres, están presos ahí en su casa”, señaló, e insistió en que no desmayarán hasta verlos en libertad plena.
Carolina González, madre de Guillermo González, trabajador del aeropuerto de Maiquetía, tomó también la palabra para abogar por la libertad de todos los trabajadores presos. Su hijo, un joven profesional, trabajaba hasta el año pasado como controlador aéreo y rechazó ser parte de una trama de corrupción, le ofrecieron una jugosa cantidad de dinero para “hacerse el distraído” y dejar pasar determinada mercancía, cuestión que denunció ante su supervisor inmediato, y este a su vez elevó a instancias superiores el asunto, Sin embargo, a las pocas semanas, fueron ellos –Guillermo González y Derbys Rodríguez– los detenidos y acusados… mientras los que les propusieron el negocio turbio siguen allí.
Como en los otros casos, aquí tampoco hay nada que incrimine a los detenidos, a tal punto que en la audiencia en que el tribunal decidió pasar a fase de juicio a estos dos trabajadores, la misma jueza les confesó que por ella fuera saldrían libre ya, porque no tenía nada que justificara dejarlos presos, pero que hay una “orden de arriba” de hacer el juicio. ¡Así están las cosas! Como habitualmente insiste la madre de Guillermo, y lo dijo en su intervención ayer: “la razón en nuestra manos, ¿la justicia en manos de quién?”
Sobre el caso de Rodney Álvarez tomó la palabra Ángel Arias, militante de la Liga de Trabajadores por el Socialismo (LTS), quien señaló que se trata el trabajador presos más antiguo que hay actualmente en el país, como más de diez años en esa condición. Explicó cómo su prisión se debe fundamentalmente a la lucha por sus derechos laborales, enfrentando a la dirección de la empresa pública (Ferrominera del Orinoco) y a la burocracia sindical propatronal y progobierno del momento.
En una asamblea para escoger la comisión electoral que regiría las elecciones sindicales, un patotero de esa burocracia oficialista sacó un arma y efectuó varios disparos, hiriendo mortalmente al trabajador Renny Rojas. Este personaje, además de haber sido visto por los trabajadores presentes y quedar registrado el acto en las cámaras de seguridad de la empresa, fue apresado por la Guardia Nacional intentando huir del lugar y le fue decomisada el arma, que coincidió con los disparos que le quitaron la vida a este trabajador, fue detenido. Sin embargo, por obra de la intervención del entonces gobernador chavista del estado Bolívar –el general Francisco Rangel Gómez– y quién sabe qué otros factores de poder, a los pocos días fue liberado y detuvieron a Rodney.
Desde entonces pasó una década en la que este obrero ferrominero estuvo preso sin sentencia, con un retardo procesal eterno, porque a falta de pruebas y testigos efectivos, las audiencias se las diferían una y otra vez, y cuando el juicio avanzaba hasta la parte en que el juez debía dictar sentencia, desde “arriba”, alguna fuerza en el alto gobierno, lograba la destitución del juez o su sustitución… y el juicio iniciaba de nuevo desde cero. Así estuvo diez años, hasta que en junio de este año, le dictaron sentencia a quince años de cárcel: esto ocurrió luego que el Gobierno fuera duramente interpelado en las sesiones de la OIT por representantes sindicales venezolanos, por tener todo ese tiempo preso a un trabajador totalmente al margen de las leyes, los representantes oficiales dijeron que sí había pruebas y estaba todo ajustado a derecho… a la semana salió la infame sentencia.
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En el acto cultural, además de los familiares y artistas, estuvieron presentes militantes de diferentes organizaciones políticas, como la LTS, Lucha de Clases, EnComún, el PCV, Redes, Calistenia Cultural, algunos integrantes del Grupo de Trabajo por la Liberación de los trabajadores, y miembros de la organización de derechos humanos Surgentes.
Sandino Primera fue el artista encargado de cerrar el acto, con varias canciones de su autoría y, al igual que el resto de los cultores, cuestionando la prisión de los trabajadores presos y pidiendo por su libertad.
Esta actividad se suma a la serie de acciones que diversos espacios de articulación y organización vienen llevando adelante para exigir #LiberenALxsTrabajadorxsPresxs.
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