El ayuntamiento de Sevilla ha terminado tras tres años los trabajos de exhumación de Pico Reja, una de las mayores fosas comunes en Europa Occidental. Los restos de más de 1.700 víctimas del franquismo han sido identificados y se prepara un entierro digno para el 28 de marzo.
Roberto Bordón @RobertoBordon13
Martes 21 de febrero de 2023 09:53
EFE
El ayuntamiento de Sevilla ha finalizado tras tres años los trabajos de exhumación de Pico Reja, una de las mayores fosas comunes en Europa Occidental. Se han identificado los restos de 1.786 víctimas del franquismo, en una de las provincias donde la represión tomo un carácter más brutal con 13.000 asesinados en toda la región. Se espera que las familias cierren simbólicamente la fosa y se prepara un entierro para las víctimas el próximo 28 de marzo.
La fosa Pico Reja fue una sorpresa para los investigadores que esperaban encontrar entorno a 850 víctimas y han terminado siendo más del doble los cadáveres recuperados. Restos de son una muestra de lo que fue barbarie fascista encabezada por Queipo de Llano, el general golpista en 1936 que recientemente era homenajeado en la Basílica de la Macarena en Sevilla, antes de que sus restos fueran expulsados de la propia Basílica en noviembre del pasado año.
Los investigadores han denunciado la dificultad para identificar a cada víctima debido a la tarea que el franquismo realizó durante 40 años eliminando documentos y pruebas de sus propios crímenes. Si bien, no puede negarse el rastro de los asesinatos, ya que se han comprobado las señales de fusilamiento en cada víctima de la fosa, así como el intento de quemar algunos de los cuerpos antes de lanzarlos a la fosa común.
Según Arazandi, el grupo de investigación que dirigió los trabajos técnicos de exhumación, por el número de víctimas que se han recuperado la fosa de Pico Reja es la más grande de Europa Occidental desde la de Srebrenica en Bosnia y Herezgovina.
También se ha elaborado un documental “Pico Reja, la verdad que la tierra esconde” donde se describe en detalle los trabajos en la fosa. Entre las víctimas de la fosa se especula que estén Blas Infante, padre del andalucismo, Horacio Hermoso, el último alcalde republicano y miembros de la columna minera de Riotinto.
Sobre la historia de la fosa de Pico Reja, los investigadores han señalado como fue el lugar donde se comenzó a depositar los cadáveres de los primeros represaliados desde el propio 18 de julio de 1936 y como el 6 de agosto de ese mismo año ya se encontraba a punto de llenarse. Lo que llevó a las autoridades ha abrir hasta dos fosas ese mismo año y otras dos en años posteriores (1940 y 1942) para ir tirando los cadáveres de los represaliados. En un proceso de aniquilación física del disidente que se dividió en dos etapas, la inicial a comienzos del golpe y la que se extendió por los territorios ocupados por fuerzas fascistas en los siguientes años. Un proceso en el que, como decimos, la provincia de Sevilla destacó debido a la política promulgada por Queipo de Llano y Francisco Bohortez, ambos generales golpistas que fueron homenajeados tras su muerte y que hasta hace poco estaban enterrados en la citada Basílica de la Macarena.
Roberto Bordón
Andalucía