A unos días del arribo de Alfredo del Mazo al gobierno del Edomex, sale a la luz su responsabilidad en el socavón del Paso Exprés de Cuernavaca, que cobró la vida de dos personas.
Martes 19 de septiembre de 2017
Los pocos días de gobierno de Alfredo del Mazo Maza en el Estado de México comienzan con saldo negativo.
Esto no sólo por las diferentes irregularidades que mancharon la elección estatal - que incluyen el presunto desvío de 1,600 millones de pesos a través de la empresa española OHL, el mal uso de programas sociales y la compra de votos- sino porque el nuevo gobernador tiene responsabilidad en el socavón del Paso Exprés de Cuernavaca, que cobró la vida de dos personas el pasado 12 de julio.
Cuando Alfredo del Mazo era director del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) autorizó el proyecto ejecutivo con la empresa ORVA Ingeniería S.A. de C.V., realizándolo posterior al proceso de licitación de la obra.
De acuerdo con la auditoría interna realizada por la Secretaría de la Función Pública (SFP), en enero de 2015, Del Mazo Maza firmó dicho proyecto ejecutivo tras haber firmado en noviembre de 2014 un contrato por 1,045 millones de pesos entre la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y las empresas Aldesa y Epccor.
Estos actos provocaron que al realizar la licitación sin el proyecto ejecutivo autorizado se generara un presupuesto deficiente, aumentando el monto de pago del contrato original resultando ser “una obra pública pagada en exceso”, además de "pagada anticipadamente”.
Banobras y la SCT permitieron la continuidad de la construcción a pesar de las irregularidades, “sin cumplir con las especificaciones de calidad”.
Las acusaciones del desvío de recursos a través de la empresa OHL también tienen que ver con la dirección de del Mazo en Banobras, de la cual estuvo a cargo de diciembre de 2012 a enero de 2015.
A esos escándalos se suma la investigación del periodista Salvador Camarena que señala que durante este periodo Banobras realizó un préstamo a la empresa Rodisa, de 99.4 millones de dólares, obtenido con documentos falsos, momento que "coincidió" con la adquisición del 50 por ciento de las acciones de esta empresa por Óscar Fernández Luque, ex colaborador muy cercano de Del Mazo.
La realidad de las promesas centrales de del Mazo
Del Mazo inicia su gobernatura con un amplio expediente de corrupción, a pesar del cierre de filas del INE y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que ignoró todas las evidencias de elementos fraudulentos en la elección, un amplio sector de la población mexiquense reprueba su designación.
El nuevo gobernador pretende recomponer su imagen con la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), apuesta central también del gobierno de Peña Nieto.
Sin embargo, lo que no dicen es que de acuerdo con estudios hidrológicos y geológicos, realizados por técnicos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) los terrenos donde se edifica la construcción (vaso del ex Lago de Texcoco) no son aptos para una una construcción de tales magnitudes.
El terreno que ocupan tiene una función regulatoria de grandes volúmenes de agua de lluvia y drenajes, además de que es estratégico para evitar el hundimiento del suelo de esa zona.
Inundaciones, hundimiento y empleos precarios serán lo que traiga el nuevo aeropuerto. Ésas son las promesas no dichas para la Ciudad de México y la zona metropolitana.
El mando único policial es otro de los ejes centrales del nuevo gobernador para trabajar en este periodo pero bajo el discurso de seguridad se oculta la intención de ampliar el margen represivo del Estado, fortaleciendo y militarizando un aparato involucrado por miles en la desaparición forzada y otras violaciones a derechos humanos en los últimos años, bajo el cobijo de la guerra contra el narcotráfico.
Así empieza el nuevo gobierno del PRI en el Estado de México: con un nuevo escándalo de corrupción mientras busca profundizar la aplicación de las reformas estructurales y la subordinación al imperialismo.