El priista rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) José Narro Robles será sustituido en noviembre de este año, desde Izquierda Diario haremos una serie de notas y artículos de opinión para darle seguimiento a este nuevo proceso de imposición de rector en la universidad más grande e importante del país y de América Latina.
Miércoles 1ro de julio de 2015
José Narro fue designado rector de la UNAM el 13 de noviembre de 2007 mientras que el 10 de noviembre de 2011 fue confirmado para ejercer el cargo en un segundo periodo.
Durante el tiempo que ha ostentado el cargo se ha distinguido por hacer declaraciones a favor de la educación pública y por hablar de la necesidad de aumentar el presupuesto a la educación, incluso ha llegado a hablar de la importancia de las instituciones de educación pública en el desarrollo del país.
Sin embargo, al mismo tiempo es una figura pública que ha sido clave en la legitimación del cuestionado gobierno de EPN, ha defendido al presidente en diversas ocasiones. Durante el movimiento por la presentación con vida de los 43 normalistas desparecidos de Ayotzinapa, Narró declaró que el caso debía ser resuelto localmente y que el gobierno federal no tenía relación con los hechos. En los últimos días ha salido en defensa de la Reforma Educativa, la cual ha sido fuertemente cuestionada por numerosos académicos y especialistas por ser una reforma que, lejos de atacar problemáticas educativas, busca únicamente golpear los derechos laborales de los maestros.
Abiertamente priista, ha sido un rector que mientras habla de la importancia de la educación y dice defender a la UNAM, ha permitido la entrada de numerosos servicios privados a nuestra universidad, ha aumentado cobros ilegales en diferentes facultades y durante su estadía en el cargo se han registrado numerosos ataques a activistas y profesores de izquierda.
La UNAM es una universidad muy importante políticamente, ha sido escenario de numerosos movimientos estudiantiles, como el #YoSoy132, en ese sentido es clave para el gobierno (en el marco del enorme descontento que se vive en el país) tener a un elemento confiable al frente de esta institución.
La imposición en la UNAM, práctica habitual
Lejos de funcionar democráticamente la UNAM es un claro ejemplo de la antidemocracia que reina en el país. Ni directores en las facultades o escuelas, ni el rector, ni los coordinadores de área, ni los coordinadores de carrera son resultado de un proceso democrático donde estudiantes o académicos sean tomados en cuenta.
La Junta de Gobierno de la UNAM es quien impone un rector, este impone a directores los cuales a su vez deciden unilateralmente quienes serán los encargados de coordinar las tareas académicas en sus áreas. Así, cuando una nueva administración se va es muy probable que se lleve con ella a decenas o cientos de sus colaboradores.
Si a esto le sumamos que comúnmente son personajes de derechas, en su mayoría relacionados con el PRI o con el Partido de la Revolución Democrática (PRD) quienes llegan a ocupar los cargos más altos podemos darnos una idea del porque del contenido de las carreras por ejemplo (las cuales están claramente desprovistas de pensamiento crítico) o del porque avanza la privatización parcial de servicios al interior de los planteles.
La forma en la que debería operar una universidad democrática es tomando en cuenta las inquietudes y propuestas de los estudiantes, los académicos y los trabajadores de la misma, los cargos directores tendrían que ser producto de procesos de elección democrática (un hombre o mujer / un voto) donde los diferentes contendientes pudieran proponer abiertamente a la comunidad sus propuestas para mejorar la universidad. Esto en el camino de avanzar en una universidad al servicio de las necesidades de los trabajadores y el pueblo pobre donde los estudiantes participando de forma activa en asambleas, organizados permantemente, podrían elaborar propuestas para llevar adelante y junto a los trabajadores universitarios y a los académicos, gestionar los recursos para lograr mejorar las condiciones de estudio.
Un gobierno tripartita de estas características se contrapone diametralmente a la actual estructura antidemocrática de la universidad que está coronada por la figura del rector (el cual es un cargo claramente político). Los socialistas consideramos que la universidad debe ser realmente pública, con acceso irrestricto e incondicional a quienes lo soliciten. Pensamos que este tipo de universidad debe poner todos sus conocimientos al servicio de la resolución de los problemas más acuciantes del país.
Los principales candidatos para suceder a Narro
Dentro de los múltiples candidatos para ocupar el cargo de rector tres han sido destacados por los medios de comunicación:
Rosaura Ruiz, directora de la Facultad de Ciencias la cual durante el tiempo que ha ocupado el cargo se ha distinguido por ser una directora de derecha, que ha cerrado el herpetario (espacio que contenía reptiles y anfibios) y recientemente buscó impedir que se dieran cursos organizados por activistas para entrar a la UNAM lo cual se logro frenar gracias a la movilización de la comunidad.
Enrique Graue, director de la Facultad de Medicina. Dicha facultad se distingue por el grado de apatía política de la comunidad fomentado por la propia dirección que restringe la organización estudiantil y busca cada vez más elitizar esta facultad.
Sergio Alcocer, subsecretario de Relaciones Exteriores claramente una propuesta del propio gobierno federal que implicaría una profundización en la incorporación de la UNAM a la lógica priista del gobierno federal.
Nada bueno se puede esperar de estos candidatos. En próximos artículos analizaremos con mayor detenimiento cada uno de estos posibles sucesores planteando alternativas a este nuevo proceso de imposición de rector.