El grupo TRISA, propietario de TyC, impuso la prohibición de las transmisiones por streaming a medios partidarios de clubes del ascenso. Reproducimos la postura de Todos Uno TV ante este atropello.
Sábado 17 de junio de 2017 19:28
En el pasado mes y durante el transcurso del presente, distintas versiones fueron ganando los corrillos de los medios partidarios que, a través del streaming, realizan las transmisiones de los partidos de fútbol que disputan sus respectivos equipos.
Con el correr de las horas, esas versiones fueron perdiendo lugar y, en contrapartida, la fue ganando una certeza,una decisión: la de impedir las transmisiones de los medios citados. Dicha decisión fue emitida por Tele Red Imagen S.A. (TRISA), propietaria de la señal TyC Sports.
Mediante escritos dirigidos a los clubes e incluso a la Mesa de la divisional B Metropolitana, TRISA se encargó de “recordarles” que es titular exclusivo de los derechos de explotación y comercialización de todas y cada una de las fechas que se disputan en dicha categoría.
Los derechos, a los que se refiere TRISA, incluyen la reproducción, distribución, transmisión y/o exhibición pública de todos los partidos, por televisión abierta y/o cerrada, Internet, streaming, telefonía celular (derechos mobile para dispositivos tipos smartphones y tablets) y cualquier otro dispositivo, creado o a crearse, ya sea para su difusión (en directo o diferido) y sin límite de pasadas.
Cuesta creer y más aceptar que dicha empresa, asevere tener los “derechos” de un campeonato que, cuando comenzó, pertenecía al Estado Nacional, es decir a todos.
A la memoria llegan las imágenes de aquellos álgidos días de verano, de esos que dejaron un sinfín de decisiones y que, sin lugar a dudas, afectarán tanto al fútbol argentino como a gran parte del periodismo.
Un viejo refrán popular dice: “El que juega por necesidad, pierde por obligación” y en la necesidad de divisas que tenía el fútbol, perdió por obligación su futuro. El proceso de pérdida, se fue dando por capítulos y cada uno de ellos contribuyó para llegar al escenario actual.
El primer capítulo, se dio con la gestión “Normalizadora” de Armando Pérez, un dirigente que, con sus decisiones, produjo un vacío de gobierno nunca visto en AFA y llevó a los clubes a estar en condiciones económicas peores a la que tenían por aquel entonces. Bajo su mandato, los campeonatos corrieron riesgo de no disputarse siempre y la incertidumbre llegó a convertirse en un jugador más.
El segundo capítulo, se gestó con la decisión del Ejecutivo Nacional, de rescindir el contrato de Fútbol para Todos. Con esta medida, el escenario de “necesidad y urgencia” dijo presente e hizo que la AFA aceptara del Estado un monto inferior al que debía percibir por aquel contrato que debió expirar en el 2019.
Con la rescisión acordada, otro capítulo saltó a escena, el de saber cuándo se iba percibir el dinero acordado. Muchísimas reuniones entre funcionarios del actual gobierno y directivos del fútbol se llevaron a cabo, pero ninguna lograba destrabar el ansiado giro de divisas. Ese giro, si o si, estaba atado a la aprobación de la Superliga; a la modificación del estatuto de AFA; al arribo de Claudio Tapia al sillón de Viamonte 1376 y al iniciodel proceso de licitación por los derechos televisivos con empresas privadas.
Sin margen de pesos, la AFA cumplió, de modo obediente, con cada una de las cláusulas planteadas e incluso, al momento de la licitación, supo oír un consejo “privado”: el de otorgar a Fox – Turner, los derechos del fútbol. Esa buena sugerencia tenía, como base, la “promesa” del grupo Clarín de desistir de un juicio que le había iniciado a la “casa madre”, en el año 2009.
Con 1.200 millones de pesos de llave y 3.000 en el primer año más bonos, se suscribió el contrato cuya duración es de 5 años y con opción a renovar por igual período. De este modo, se daba fin a este capítulo que, más de uno, creyó que era el último.
Sin embargo, un nuevo episodio, el de la “exclusividad”, se abrió y el mismo, no hace más que colocar a clubes e hinchas como rehenes y sin trabajo al resto de los medios. Con el transcurso de las horas fueron llegando, desde TRISA, sugerencias e intimaciones para que los clubes impidan las transmisiones partidarias, vía streaming.
Medios y periodistas comenzaron a divisar la imposibilidad de realizar sus labores y así, tiempos de desplazamientos parecen instalarse bajo el sello de la “exclusividad”.
Los clubes, se encuentran en el peor de los escenarios, ya que se ven obligados a asumir el rol de “verdugos”. Ellos, solo ellos, deberán velar por la no transmisión de las “partidarias”, puesto que de permitirlo serán pasibles de sanciones económicas.
Todos Uno TV, es uno de los medios que ve afectado de su derecho a transmitir, vía streaming, a uno de los equipos que televisa, al Club Excursionistas.
A fin de no perjudicar los intereses de la institución del Bajo Belgrano, Todos Uno TV ha decidido no transmitir imágenes de los partidos que restan del presente torneo, pero ha asumido del compromiso de llevar las alternativas de dichos encuentros, a través de su radio online.
Un futuro incierto asoma en el horizonte del más popular de los deportes y una sucesión de futuras acciones podrían colmar, a niveles impensados, el estupor del aficionado y del periodismo.
En estos nuevos tiempos de la era “post” Grondona, ya se observan que vetustos artilugios, antiguas prebendas y viejos axiomas extorsivos han regresado a un fútbol argentino carente de sentido plural, puesto que sus máximos dirigentes, a la hora de expresarse, reniegan del sentido común, del espíritu colectivo de la información y de utilizar las “eses”, en cada uno de sus dichos.