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Red Internacional
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MACHISMO Y POLÍTICA. Piñera, el machismo y Cecilia Morel

Desde el 2010, se hizo conocida por su rol en el primer gobierno de Sebastián Piñera, tanto por sus tareas ligadas a lo social como por ser ante las redes sociales victima de una relación opresiva y machista que mantiene con el actual presidente.

Miércoles 14 de marzo de 2018

Desde el cambio de mando, ya ha tomado el rol de “primera dama” y ha acompañado a su marido en varias actividades que marcan el inicio de este nuevo gobierno de derecha, por lo que los comentarios en las redes sociales y las apreciaciones de la prensa sobre la relación que mantiene con Sebastián Piñera no se han hecho esperar.

Después de que el magnate chileno corrigiera a Morel por taparle la cara al saludar a la multitud, muchos recordaron el incidente del codazo y las numerosas entrevistas en la que la primera dama ha hablado del carácter difícil de su esposo, muchas veces justificándolo. También distintos analistas políticos y amigos como Evelyn Matthei, ven en Cecilia un factor importante para el empuje de la carrera política de Sebastián Piñera, pues debido a las labores humanitarias y caritativas, como el plan Elige Vivir Sano y la creación de la Casa de la Juventud en la comuna de Conchalí intentando mostrar un lado humano que es difícil de obtener, sobre todo cuando se reprime a estudiantes, comuneros y trabajadores.

Similar a las muestras de solidaridad que recibió Melania Trump, Cecilia Morel tiene su #freeCecilia, y si, las mujeres de la elite sufren la opresión propias de esta sociedad, pero están codo a codo con quienes les niegan los derechos básicos a las mujeres, quienes ignoran la brecha salarial y la exigencia de derechos sexuales y reproductivos.

Sin embargo a pesar de que todas las mujeres son oprimidas, no todas son explotadas, Cecilia Morel y Melania Trump gozan de innumerables lujos, entre ellos el de costear empleadas domésticas, niñeras, comprar joyas, vestidos llamativos, etc., a diferencia de las mujeres de la clase trabajadora que además de soportar a parejas abusivas, deben trabajar precarizadas, con jornadas extenuantes y sueldos miserables.

Los tratos del reelecto presidente hacia su esposa no extrañan de quienes tienen ideas conservadoras sobre las mujeres. En este aspecto Cecilia Morel cumple su rol sin parpadear, al crear una imagen maternal con la que pretende muy formalmente ser la voz de los no escuchados, pero hace oídos sordos a la militarización de la Araucanía, a la represión hacia los estudiantes, y la cesantía de cientos de mujeres.

Su rol se ha fortalecido con el programa Elige Vivir Sano, que está destinado a promover un estilo de vida saludable, cambiando la alimentación y aumentando la actividad física, sin embargo la salud física es un tema transversal a la explotación que sufre la mayoría de la población, mientras los turnos sean de ocho o hasta doce horas, las actividades recreativas no van a poder estar en los horarios de los y las trabajadoras.

El rol maternal y humano queda mermado cuando comparamos los proyectos de la familia Piñera con las reales necesidades de las familias trabajadora. Cecilia Morel no es cualquier mortal, es una persona con altos privilegios, que sufre las contradicciones de la sociedad que perpetúa junto a sus familiares.