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Red Internacional
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Magisterio. Sección 22 de la CNTE acuerda paro indefinido estatal para el 1 de septiembre

El magisterio oaxaqueño organizado en la Sección 22 de la CNTE acordó esta medida de presión para exigir que se reabran los trabajos en las mesas a nivel estatal y federal, además de pronunciarse contra los Topiles por la Paz de la próxima Guelaguetza, acusándolos de grupo de choque del gobierno.

Miércoles 12 de julio de 2023

La asamblea representativa de las 8 regiones de Oaxaca, del Movimiento Democrático de Trabajadores de la Educación (MDTEO), adscrito a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), sesionó el pasado 8 y 9 de julio. Ahí acordaron, entre otras medidas, la realización de este paro indefinido de labores, ya que aseguran que las respuestas del gobierno estatal, del morenista Salomón Jara, fueron insuficientes.

El acuerdo, asegura el Comité Seccional, partió de una consulta a las bases del magisterio oaxaqueño, en donde por mayoría se pronunciaron insatisfechos con los resultados de las recientes mesas de diálogo con el gobierno estatal, además de establecer que debían reanudarse estos mismos trabajos con el gobierno federal. No obstante, desde que comenzó el sexenio de AMLO se han llevado a cabo 18 mesas de este tipo y la propia CNTE ha aceptado que éstas han resuelto poco o nada de las demandas expresadas por el magisterio agrupado en la Coordinadora y con el enorme descontento magisterial del sexenio anterior.

Entre las demandas expresadas en la asamblea resalta el rechazo a la continuidad de la reforma educativa de Peña Nieto, que a decir de esta representación sindical, también se expresa en la reforma aplicada por la 4T en 2019, de la cual exigen su abrogación. En este mismo sentido, también demandan la eliminación de la Unidad del Sistema de Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM), por ser un mecanismo de exclusión para las y los maestros.

Otro de los temas destacados en la asamblea, debido a la proximidad de la fecha, tiene que ver con la próxima realización de la Guelaguetza impulsada por el gobierno estatal en el Cerro del Fortín, en donde el Estado hace gala de la apropiación cultural de los pueblos de Oaxaca, con fuertes dispositivos de seguridad. Frente a este evento -el más importante que se celebra en el estado- el magisterio de la CNTE aseguró que se “reservaba el derecho de boicotear la realización de la Guelaguetza”, con la toma de los accesos al evento así como el cierre del aeropuerto y la central de autobuses.

La repuesta del gobierno: represión al magisterio

Ante esta posibilidad el gobierno de Salomón Jara, desde el pasado 25 de mayo y durante todo el mes de junio, formó un grupo llamado Topiles por la Paz, para cuya fundación se sumaron 111 elementos. Los Topiles del gobierno fungirán como una guardia especial que servirá como seguridad adicional para los festejos de la Guelaguetza, que se llevará a cabo del 17 al 24 de julio, y como respuesta ante el posible boicot que pueda hacer el magisterio disidente dada la nula respuesta a sus demandas.

Pero esta política de Estado, la de la represión, no es nueva y se ha usado contra el magisterio durante mucho tiempo, como se vio durante la Comuna de Oaxaca en 2006, pero también de forma muy reciente en otras partes.

Desde el charrismo sindical, actuando como agente del Estado para golpear maestras durante las elecciones de la Sección 9 del SNTE, donde integrantes de la CNTE en los niveles de preescolar y primaria intentaron impedir la instalación de las casillas por la negativa al registro de la planilla Roja Democrática 9, por lo que el Comité Ejecutivo Nacional del SNTE desplegó golpeadores de otros estados para imponer el charrazo.

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Del mismo modo, la represión reciente que se llevó a cabo contra las y los docentes estatales del Edomex, quienes hace solo 2 semanas se vieron en la necesidad de bloquear casetas, palacios municipales y avenidas en demanda de pagos atrasados, además de desconocer a su representación sindical por permitir que el gobierno saliente de Alfredo del Mazo los dejara sin estas prestaciones. La respuesta del gobierno ante las protestas fue la represión abierta y el desalojo de uno de los bloqueos con lujo de violencia.

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Unidad y coordinación para vencer

La política del gobierno, de los anteriores y el actual, lo que ha demostrado en los hechos es la simulación, como lo han sido las llamadas “mesas de diálogo” que no han resuelto las demandas planteadas desde el magisterio disidente a nivel nacional. A esto se suma la contención del descontento a través de medidas paliativas como la entrega de basificaciones, que si bien son un derecho, siguen siendo todavía insuficientes y suelen entregarse como medida de desmovilización.

En otros sectores que no necesariamente pertenecen a la CNTE les aplican las mismas medidas de contención y simulación, como la instalación de estas mesas y las promesas de cumplimiento de las demandas, como con lxs docentes del Edomex, lxs docentes estatales de varias entidades que durante todo el sexenio han estado en alerta por los constantes retrasos en sus pagos, y lxs docentes de programas educativos como PRONI, quienes corren riesgo constante de despido y retrasos en sus pagos.

La cuestión que como docentes de la Agrupación Nuestra Clase planteamos al movimiento magisterial es si basta con pelear los derechos de esta forma, fragmentada y dislocada por estado o por estas divisiones en sectores que acotan nuestras demandas y las aíslan unas de otras. ¿Por qué simplemente esperar al 1 de septiembre para iniciar un paro que seguramente será fuerte en Oaxaca, pero por fuera de la sensibilidad del resto del magisterio que podría verlo con simpatía y sumarse activamente?

Desde nuestro punto de vista, la CNTE tiene la posibilidad de convocar a luchar a amplios sectores, quienes resienten y han resistido la continuidad neoliberal en la educación, pero para ello la estrategia de su dirección política debe dejar de centrarse en la búsqueda de las mesas de diálogo con el gobierno, que en los 5 años de este sexenio han demostrado su función desmovilizante.