Lucha estudiantil. Secundarios de la E.E.S N°8 se suman a la lucha por educación de calidad

El Colegio se encuentra ubicado en el epicentro de San Isidro, uno de los municipios más ricos de Zona Norte. Los estudiantes se suman a la lista de escuelas que desde comienzos del año reclaman estudiar en condiciones dignas como lo vimos con la lucha que lleva adelante la E.S.E.A N°1 Y la E.E.T N°1.

Te puede interesar: Secundaries-de-la-E-S-E-A-No-1-y-la-pelea-por-educacion-de-calidad

No es la primera vez que los secundarios del Nacional salen a la calle, es un colegio con tradición de lucha y organización que ha resistido a diversas reformas educativas que buscaban empobrecer a la educación pública de la provincia. Los vimos en 2010 cuando se movilizaron en defensa del proyecto educativo. Durante el año 2019 reclamaron por viandas ya que había estudiantes que dependían de ese alimento para comer. En sus carteles se podía leer “Con hambre no se puede estudiar” y “Estamos acá porque hay 407 pibes que van al colegio sin comer” entre otros. Esto demuestra que el ajuste hacia la educación viene hace años y con este gobierno se ha profundizado.

El día miércoles 29/05 los estudiantes se movilizaron hasta el Consejo Escolar donde lograron que les concedieran una reunión. Una vez allí les dijeron a las autoridades presentes que no se puede estudiar sin las condiciones básicas como agua, luz, alimentos de calidad e infraestructura en buen estado. La respuesta no los sorprendió: les comunicaron que en una futura reunión podrían abordar las problemáticas.

No es la primera vez que la respuesta es “hay que esperar”. Pero ¿qué hay detrás de la falta de respuesta ante necesidades de primera urgencia?

En San Isidro los estudiantes se vienen organizando en defensa de la escuela pública pero también lo hace la docencia reclamando por el Servicio Alimentario Escolar, la infraestructura y el cierre de cursos indiscriminado. Pero no toda la comunidad educativa está presente en esta pelea.

El sindicato docente Suteba que debería representar los intereses de los trabajadores de la Educación y el derecho de los estudiantes a acceder a educación de calidad brilla por su ausencia. Únicamente se pronuncia mediante comunicados por Instagram, pero lejos está de organizar a las escuelas desde abajo, mediante asambleas como propone la izquierda para enfrentar el ajuste de Milei y los gobernadores en la provincia.

Parece ser que no les importa que cierren cursos, que cientos de docentes se queden sin su fuente de trabajo, que los estudiantes pasen frío en aulas que no están en condiciones y coman viandas que ellos sin dudas no les darían a sus hijos.

Del mismo modo, los representantes locales del Unión por la Patria dan la misma respuesta a lo que le suman la entrega de proyectos que nada le cambian la realidad de los estudiantes. Incluso la FESI (federación de estudiantes secundarios de San Isidro) que poco tiene de independencia política ya que abiertamente están alineados a la política del peronismo, tuvo un rol clave en la lucha estudiantil que se viene desarrollando. Su política fue desmovilizar, impedir todo tipo de organización desde abajo y organizar centros de estudiantes para tratar de contener todo tipo de lucha estudiantil en la calle. Pero no pudieron hacerlo porque fueron cientos los estudiantes que les dijeron en la cara que no podían esperar más.

Es criminal que en medio de un ajuste brutal a los trabajadores y a la educación las conducciones sindicales y quienes se jactan de defender nuestros derechos, no quieran organizar las escuelas para enfrentar realmente el plan empobrecedor de Milei. Por un lado, el Gobierno Nacional dice “No hay plata” mientras los senadores van a cobrar 30 veces más que los maestros en Misiones y por otro, los gobernadores, por ejemplo, en la PBA siguen destinando al presupuesto educativo aproximadamente $300.- por estudiante mientras que en el aula 7 de cada 10 de nuestros alumnos son pobres y comen comida podrida.

Esta situación se repite más agudamente en la provincia de Misiones. Allí se vio como el gremio que es de base de Ctera, a nivel nacional UDPM, firmó un acuerdo salarial a espaldas de todos los docentes. Firmó contra toda la docencia un 34 % en cuotas, sin avisar a nadie, sin decir que había paritaria, sin decir que había reunión ni nada. Luego de esa firma la docencia junto a otros trabajadores del estado que se fueron sumando, salieron a las calles, organizados algunos en asambleas y otros por escuelas, junto a un plan de lucha cortando las calles y las rutas para realmente luchar, ellos tampoco se pueden dar el lujo de esperar.

Misiones: Mónica Guirnas cuenta las novedades de la asamblea en el acampe de Posadas. Sigue la lucha docente. pic.twitter.com/xkmozpZTZn

— La Izquierda Diario (@izquierdadiario) May 30, 2024

Como se ve en Misiones y en el distrito de San Isidro, hoy las burocracias estudiantiles y docentes cumplen un papel colaboracionista similar al que tuvieron bajo la dictadura de Onganía, con sus diferentes alas más o menos comprometidas en la negociación con el gobierno. Como lo vimos en la votación de la Ley Bases pero de conjunto actúan como contención para que la lucha no vaya más allá de lo que ellos pueden controlar. Los mismos que dijeron que se venía el fascismo hoy en día no tienen un plan de lucha serio y se juegan a dividir las luchas.

El ejemplo de misiones nos marca el camino a docentes y cientos de estudiantes que se vienen organizando genuinamente en contra del ajuste del gobierno y los gobernadores que negocian a nuestras espaldas.
Organicémonos en cada lugar de trabajo y estudio, desde abajo y exijámosle a las conducciones sindicales y estudiantiles que se pongan a la cabeza y luchen, no pueden seguir dejando a la comunidad educativa peleando en soledad.

Fuerzas hay, basta imaginarse a los millones que fuimos dando la pelea en la calle por el presupuesto Universitario, basta ver el país detenido en cada paro nacional, pero no bastan paros aislados para descomprimir, hay que organizar la bronca y luchar desde abajo.

A derecha que quiere pasar por arriba de nuestras conquistas que difunde discursos de odio hacia la comunidad lgbtq+, hacia los sectores más marginalizados, que quiere erradicar la ESI de los colegios y que nuestras abuelas y madres no se jubilen luego de que trabajaron toda su vida, a esa derecha se la enfrenta en las calles y organizados.

En pocos días se tratará la Ley Bases en el Senado y no podemos darnos el lujo de quedarnos de brazos cruzados. Están en juego muchas cosas. Para que caiga esta Ley es necesario que tomemos en nuestras manos la pelea hasta lograrlo. Los docentes, los estudiantes que se vienen organizando, las familias tenemos la tarea de difundir de qué se trata, de hacer asambleas, cacerolazos, campañas y preparar una gran marcha y todo lo que fortalezca la pelea para derrotar la ley y tirar abajo todo el plan de ajuste. Hagamos como la docencia misionera y salgamos a la calle.