¡HASTA EL SOCIALISMO SIEMPRE! Seguir batallando por cambiarlo todo

Más lo pienso y más cuesta creerlo. No se puede explicar tanto dolor. Perder a dos camaradas tan valiosos, con los que me tocó vivir muchos momentos de militancia y aventuras. Duele el pecho y los ojos se llenan de lágrimas. Y aparecen imágenes, pequeños recuerdos de las grandes personas que fueron.

Laura era mi camarada y era mi amiga también. En estos últimos años habíamos logrado empezar a construir una relación muy linda, donde nos apoyamos mucho. Compartimos los mismos espacios de militancia y muchos momentos de distensión. Le gustaban las series, mucho le gustaban, eso también compartimos. Nos recomendamos películas. Y planificamos domingos de maratón y cocina que nunca llegábamos a concretar porque había otras tareas que hacer.

Este último tiempo la vida me dio un golpe duro y me puso en una situación difícil, pero ella estaba al lado mío dándome fuerzas para pelearla. Se preocupaba por mí.

En este mundo donde lo que prima es el individualismo y la superficialidad es difícil encontrar personas como Lau. Ella batallaba por un mundo mejor, se levantaba todos los días con esa perspectiva y te lo transmitía con una sonrisa. Era una constructora del partido. Una camarada íntegra.

Con Lau podía compartir mis pensamientos más profundos, mis contradicciones, mis crisis. Ella estaba ahí, no me juzgaba, me combatía y siempre intentaba convencerme. Me transmitía esa fuerza y entusiasmo que encontraba en pelear por una vida mejor. Hacía mil cosas y no se quejaba nunca, las hacía con convicción.

Me quedo con tantos recuerdos y con unas ganas bárbaras de abrazarte una vez más. Como te dije: te quise, te quiero y te querré siempre. Y espero que de este dolor que hoy me atraviesa el pecho pueda salir aunque sea un mínimo de esas fuerzas que vos y Eze tenían para seguir batallando por cambiarlo todo.

¡Hasta el socialismo siempre!