No es novedad. Según AFIP, la mitad de quienes trabajan en restaurantes de Nordelta no están registrados

La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) difundió en las últimas horas un comunicado de prensa en el que afirma que se detectaron irregularidades, maniobras de evasión impositiva y una importante situación de informalidad laboral en los establecimientos gastronómicos ubicados dentro del exclusivo barrio privado Nordelta, en el norte del conurbano bonaerense.

En su comunicado, la AFIP dice que “en los controles desplegados por inspectores de la Dirección General Impositiva (DGI) y la Dirección General de los Recursos de la Seguridad Social se labraron actas por irregularidades en el 70 % de los restaurantes fiscalizados”. A su vez, el organismo recaudador nacional afirmó que los controles “permitieron detectar diferencias de hasta 150 % entre las ventas observadas y las declaradas”. Sin embargo, se aclaró que “las empresas incumplidoras serán sancionadas con multas y, cuando corresponda, fiscalizadas en forma integral”.

En las inspecciones, siempre según el comunicado oficial, “se evidenció que uno de los más reconocidos restaurantes de Nordelta estaba inscripto como monotributista y no cumplía con las normas de facturación, además de no tener a ningún trabajador registrado”.

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En ese sentido, la AFIP señaló que se detectó “un 50 % de informalidad laboral entre los trabajadores y las trabajadoras relevadas”, detallando que de un total de 85 puestos de trabajo relevados en el operativo, la mitad está sin registrar. Sin anunciar medidas concretas para lograr el inmediato registro de ese personal, obligando a las patronales a pagar todo lo que deben a quienes defraudaron laboralmente, la AFIP dice que con estos operativos busca “proteger los derechos de los trabajadores y trabajadoras para generar inclusión laboral”.

Desde el organismo dijeron que el operativo en Nordelta se suma al realizado en Puerto Madero durante los últimos días, donde “se identificaron diferencias de hasta 200 % entre las ventas observadas y las declaradas y un 25 % de informalidad laboral entre los trabajadores relevados”.

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Queda claro que alcanza con un mero operativo de inspección de documentación para comprobar que las grandes firmas que operan en los más caros centros residenciales o de paseo obtienen gran parte de sus ganancias a partir de la evasión impositiva y múltiples maniobras fraudulentas, tanto en términos de facturación como de contratación de personal.

Y queda más claro aún que desde el Estado, más allá de los matices de cada gestión gubernamental, prima el “dejar hacer” de los empresarios. A lo sumo, como reconoce la propia AFIP en su comunicado, se aplican “multas” que, en la mayoría de los casos, siquiera le hacen alguna cosquilla a las cuentas bancarias de esas patronales “negreras”, superexplotadoras y exprimidoras de la sangre y el sudor ajenos.

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