Según Télam, la agencia oficial de noticias, el segundo día de boicot de compras a los supermercados se cumplió con un buen acatamiento.
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Miércoles 11 de mayo de 2016
Según informó Télam, la agencia oficial de noticias, el boicot de compras dio como resultado un alto acatamiento.
Télam informó que pasado el mediodía del día martes en el recorrido de cuatro hipermercados se observó una escasa concurrencia.
La agencia de noticias hizo un seguimiento de lo que ocurría en Carrefour de Avellaneda, donde funcionaba el frigorífico La Negra; WalMart de Avellaneda, en la salida de la autopista Buenos Aires-La Plata; el Coto de Parque Lezama, de Brasil y Perú y el Jumbo de Puerto Madero, en el edificio Madero Harbour.
La concurrencia era escasa, compuesta ya sea por gente de edad avanzada o bien por público desprevenido. Télam consultó a un matrimonio que salía de WalMart con el chango lleno y ante la pregunta de si no habían adherido al boicot, respondieron al unísono "con razón no había nadie".
Los pasillos de la mayoría de los hipermercados visitados lucían vacíos y eran recorridos por empleados de las cadenas o por repositores que colocaban productos en las góndolas.
La continua remarcación de precios y la guerra de ofertas entre los supermercados, que no permite distinguir el valor individual de los productos son las principales razones que llevan a la protesta de los consumidores.
El primer boicot se realizó el 7 de abril pasado y según sus convocantes, contó con una adhesión del 80 %, y el segundo se cumplió en el día de ayer en todo el país.
Las entidades que llaman al boicot denominado "Súper Vacíos" son Consumidores Libres, cuyo representante legal es el ex diputado socialista Héctor Polino; Defensoría de la Tercera Edad; CTA y CTA Autónoma, Federación Agraria Argentina (FAA), Cátedra de Soberanía Alimentaria, Libres del Sur y Gen.
Al convocar a la protesta, Polino dijo que "los grandes remarcadores de precios marcan tendencia en la canasta básica que impacta directamente en la inflación y en esto hay dos perjudicados: los productores y el consumidor".
Agregó que "en el medio están los vivos, con ganancias a veces escandalosas, con remarcaciones que en algunos casos superan el 600 %".
En una conferencia de prensa que realizó el día lunes frente a la Facultad de Medicina de la Ciudad de Buenos Aires, Polino pidió "una actitud solidaria y pacífica pero uniforme, en el sentido de dejar de lamentarnos por lo caros que están los productos y no entrar a ningún local de las grandes cadenas, en señal de protesta".
Además, pidió "que el gobierno nacional deje de apelar a la buena voluntad de los empresarios y haga respetar las leyes vigentes", dado que "los empresarios siempre contestan con el bolsillo", sostuvo.
A su turno, Eugenio Semino, Defensor de la Tercera Edad, había señalado que se sumaban al boicot "para amplificar la voz de 5 millones de jubilados y pensionados que no pueden subsistir".
"Nadie logró hasta ahora demostrar que con 4.950 pesos se puede comer, mantener una casa y comprar medicamentos. Los jubilados están en una situación de pobreza generalizada", subrayó.
Desde las otras organizaciones convocantes denunciaron las asimetrías entre los precios en góndolas y lo que reciben los pequeños productores de los alimentos comercializados por los grandes supermercados, como así también que las paritarias que propone el gobierno no están en consonancia con el aumento de precios.
No pasó nada
La Asociación de Supermercados Unidos (ASU) minimizó el boicot. En un comunicado difundido en el día de ayer con la firma de su director ejecutivo, Juan Vasco Martínez, la entidad que agrupa a las principales cadenas supermercadistas indicó que “a partir del relevamiento efectuado a mitad de la jornada, podemos afirmar que la circulación de clientes y las ventas casi no difiere de un martes cualquiera, en todos los formatos”.
“Obviamente las grandes superficies presentan poca circulación de clientes, pero ello no se aparta de lo que ocurre cualquier otra semana dado que la mayor actividad de esos formatos se da de viernes a domingo”, señalaron desde la entidad y agregaron que “los formatos medianos y de proximidad se mantienen en sus stándares habituales”.
Además de remarcar insaciablemente los precios niegan cínicamente la realidad.
Inflación galopante
La semana pasada las consultoras económicas dieron a conocer la inflación de abril: la ubican entre 6 % y 8,5 %.
En el acumulado entre enero y abril el aumento de precios alcanza de mínima al 20 %. La inflación anual ya tiene una base del 40 %.
Según el Observatorio de Datos Económicos y Sociales de la CGT que dirige Hugo Moyano la inflación de abril fue 5,02 % y la anual acumula 40,85 %.
Los cálculos privados o de la central sindical no son una “sensación térmica” interesada. Incluso varias de las consultoras que calculan la inflación valoran positivamente la política oficial.
Hasta la inflación que mide la Ciudad de Buenos Aires (insospechada de oposición al gobierno) registró en marzo una suba del 35 % interanual.
La medición de San Luis, otra de las referencias frente al “default estadístico” nacional, marcó 37,3 % de inflación anual.
La mayoría de los analistas señalan que el grueso de la suba de precios de abril se debe a los tarifazos en agua, gas, colectivos y trenes, como así también a la suba de las naftas. En mayo impactarán las subas de las prepagas, cigarrillos y nuevamente de las naftas.
La inflación galopante se explica por las políticas económicas tomadas por el gobierno de Cambiemos desde su asunción.
La devaluación, el levantamiento del “cepo” cambiario, la quita de retenciones, como así también el retiro de subsidios a los servicios públicos compensado con tarifazos, son el combo pro empresarial que desató la suba de precios que está atacando el bolsillo obrero.
En este contexto, los empresarios sintieron que tenían un aval para subir de manera desenfrenada los precios.
Sobre esa base crece el descontento social que se expresó en el boicot a las compras de los grandes supermercados.