Una nueva fecha en el atareado calendario electoral 2021 ocurrirá este Domingo. Quienes asistan a votar deberán definir, en la mayoría de las regiones, quién será su nuevo gobernador o gobernadora regional. En la región metropolitana, dicha definición se dará entre los candidatos de la DC y el Frente Amplio.
Fernando Jiménez Trabajador patrimonial y columnista de La Izquierda Diario Cultura
Sábado 12 de junio de 2021
Una inédita elección tendrá lugar este Domingo. Por primera vez serán electos los cargos de gobernadores regionales; figura creada recientemente con el fin de presidir los actuales gobiernos regionales, en reemplazo de los actuales intendentes.
Algo también novedoso se relaciona con quienes compiten en esta segunda vuelta en la Región Metropolitana: Claudio Orrego (DC) y Karina Oliva (Comunes). La derecha, representada por la ex-ministra de Piñera, Catalina Parot fue absolutamente derrotada. Todo pareciera indicar que las y los votantes deberán decidir entre dos candidaturas relativamente “progresivas”. Nada más alejado de la realidad.
Por un lado, el candidato de la DC, Claudio Orrego, se ha mostrado como un férreo defensor de la vieja política de los 30 años. Aunque últimamente ha tenido matices en su discurso, con el afán por ganarle terreno al electorado de Oliva. Sin embargo, no podemos olvidar que el 2017, en plenas movilizaciones estudiantiles, Orrego hizo amplio uso de sus atribuciones como Intendente y le dio todo el margen a la policía para reprimir a les estudiantes alegando que “Carabineros tiene el derecho y el deber de garantizar el orden público”. El hecho de que prácticamente todas las figuras de la derecha hayan salido a apoyar la candidatura del histórico DC es un signo más que suficiente para saber qué rumbo puede tomar si es que sale electo. Orrego es, a todas luces, la figura más representativa del régimen en esta elección particular.
La candidatura de Karina Oliva puede resultar un poco más compleja. Es una figura relativamente nueva, que concertó el apoyo irrestricto del Partido Comunista y el Frente Amplio. Feminista declarada y representante de lo que ella llama “la nueva política”, es esperable que les votantes más de izquierda se inclinen por ella. Sin embargo, tampoco ha estado libre de polémica. Los cuestionamientos más importantes a Oliva están relacionados con otros candidatos a quienes les ha dado su apoyo. Por ejemplo, Camila Polizzi, candidata a la alcaldía de Concepción quien incluso recibió aportes monetarios de Oliva para su campaña. Polizzi dijo públicamente, en un debate televisado, estar en contra del aborto libre, lo que le costó el apoyo del FA como bloque. Por otro lado, uno de los cuestionamientos más duros que ha tenido fue por haber apoyado al concejal electo Rubén Urrutia, pese a estar al tanto de las denuncias en su contra por violencia intrafamiliar y no haber hecho nada para investigarlas.
La elección del Domingo, especialmente en la RM, acapara muchísimas miradas, definiéndosela incluso como “la batalla de Santiago”. Debido al tamaño del padrón electoral, algo así como un tercio del total nacional, los resultados del sufragio serán tomados en cuenta al momento de observar la elección presidencial. Finalmente de eso se trata esta elección, una suerte de simulacro para las elecciones presidenciales. El nuevo cargo de gobernador regional posee atribuciones sumamente acotadas, con un margen de maniobra que estará constantemente en pugna con la figura del delegado presidencial, y con pocas facultades claras. Pero que, debido a lo novedoso del cargo, y la cantidad de votos con los que posiblemente contará el vencedor, se transformará en una potente caja de resonancia para las fuerzas políticas que se hagan con la elección.
Ante este escenario, desde La Izquierda Diario no adherimos a ninguna de las dos candidaturas. La DC ha demostrado una y otra vez que sus intereses están absolutamente contrapuestos a los de la clase trabajadora y el pueblo. Los vaivenes ideológicos de la candidatura de Oliva, sumado a su apoyo desde el FA y el PC (que por acción u omisión salvaron la figura de Piñera y defienden este régimen) son motivo suficiente para no llamar a votar por ella. La política del mal menor demostró ampliamente sus resultados con los gobiernos de la concertación.