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Red Internacional
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OPINIÓN. Seguridad o estigmatización

Hace no menos de dos semanas, Gabriel Katopodis actual intendente de San Martín, compartió un acto junto a Daniel Scioli y el ministro de Seguridad de la Provincia Alejandro Granados, en el que anunciaron el egreso de 235 efectivos de la Escuela Descentralizada de Policía-Sede San Martín, que formarían parte de la Policía Local de la ciudad. Falso discurso de seguridad, que esconde una política de hostigamiento y represiva para los jóvenes del conurbano.

Jueves 24 de septiembre de 2015

Junto a este “egreso” de nuevos Policías, anunciaron un “Plan Integral para reforzar la seguridad en San Martin”, que incluye nuevos patrulleros y efectivos policiales para delitos complejos y la creación de un “Coordinador Local de la Policía”.

La flamante Policía Local no tardó en comenzar con sus tareas: la regimentación de las actividades y en particular de la vida juvenil que tiene este distrito.
El caso que tomó repercusión fue el de los chicos del Colegio EE. UU. en el cual existe, desde el lanzamiento de la “Policía Local”, una custodia especial en la puerta del colegio, la cual hostiga y amedrenta a los jóvenes. El colmo llegó el viernes pasado cuando los jóvenes salieron del colegio, luego de las actividades de recreación por el día de la primavera y fueron hostigados de forma prepotente por los Policías durante varias cuadras, hasta terminar en la propia puerta de la Municipalidad. “Ya te vamos a agarrar y te vamos a llevar a la primera (por la comisaria) no te vas a poder levantar de las patadas que te vamos a dar”. Estas fueron algunas de las provocaciones de los Policías “egresados”.

Nueva Policía, viejas costumbres

Esta “nueva receta” para “combatir la inseguridad”, no resulta nada nuevo. Se da un nuevo giro para seguir militarizando los barrios, como ya lo hicieron con la Gendarmería en los barrios periféricos como José León Suárez, en la 9 de Julio, Libertador y La Rana.

En mi barrio las cosas no cambiaron con más policías. La única “gran obra” que nos llegó fue una Unidad Penal y somos muchos los que recordamos la masacre de La Cárcova, ocurrida el 3 de febrero de 2011 acá en José León Suárez, donde la Policía Bonaerense asesinó a Franco Almirón, de 16 años, y a Mauricio Ramos, de 17, e hirió de gravedad a Joaquín Romero, de 19 tras un descarrilamiento en José León Suárez. Somos muchos jóvenes que recordamos el caso de Luciano Arruga, que fue secuestrado y asesinado por no querer ir a robar para la Policía Bonaerense, de la cual el candidato a presidente del FpV, Daniel Scioli, está a cargo.

Con la “Policía Local” quieren maquillar una institución nefasta. Hablan de “policías de proximidad”. Algunos podrán tener expectativas porque muchos nuevos policías son jóvenes.

Pero no hay lugar para equivocaciones. Es la misma Policía que en los últimos meses salió a la luz su complicidad con el narcotráfico. En San Martin por ejemplo, descabezaron a toda la cúpula de la DDI y de la Comisaria de J. L. Suarez por estar asociada con las bandas narcos, que actuaron durante años con total impunidad en los barrios. Impunidad que que se disputaban esquinas o manzanas.

Entonces cuando uno escucha “más seguridad”, para los jóvenes de los barrios es estigmatización por portación de cara, es que se repita una y otra vez la orden Policial de ”tírate al piso negro de mierda”, “documento”, ”contra la pared”. Nadie habla esto, de que cada 28 horas se llevan la vida de un pibe por gatillo fácil. No se trata de casos aislados, o de un exceso de un “mal policía”, sino de un aparato represivo que persigue a los jóvenes de las barriadas populares que cuando salen a divertirse, a trabajar o a estudiar, nos paran y nos aprietan, nos inventan cosas para sacarnos la moto. Cuando escucho una “marcha por seguridad” o “pena de muerte”, habría que decirles que para muchos jóvenes pobres, la pena de muerte ya existe.