La Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, tras seis meses bajo el liderazgo de las juventudes de gobierno, ha mostrado la efectividad de su objetivo: mantener al movimiento estudiantil en un estado de pasividad. No han cumplido con el programa que prometieron y lo que prima es la ausencia de asambleas de base. Este artículo analiza de cerca estos seis meses, destacando las contradicciones entre las promesas electorales y la realidad de la gestión estudiantil.
Martes 2 de abril
Concluido marzo, la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech) anunció una nueva fecha electoral: la campaña iniciará el 22 de abril y las votaciones serán el 7 y 8 de mayo. Se votará una nueva Mesa Federativa, además de las consejerías por facultad.
Estas elecciones llegan tras seis meses en los que las juventudes de gobierno retomaron el control de la Fech, con Catalina Lufin (JJCC) y David Águila (CS-FA) a la cabeza. Desde la asunción de Gabriel Boric en el poder ejecutivo, la burocracia estudiantil buscó volver a levantar los organismos como la Fech con el objetivo de mantener al movimiento pasivo y controlado.
En las elecciones de 2023 participamos como Agrupación Vencer (parte de La Izquierda Diario) e impulsamos junto a compañeres independientes la lista “Por una Fech desde Abajo”, consiguiendo un total de 1.257 votos. En aquella elección, la lista ganadora (hoy en la Mesa) centró su campaña en un programa netamente gremial, evitando abordar los problemas “nacionales”. Argumentaban que era prioritario ocuparse de “las cosas que importan” o de “los problemas reales” del estudiantado.
Su programa, disponible aquí, prometía que como Federación lucharían por un aumento de la beca Junaeb a $65.000 y por el fin a la mercantilización de los casinos universitarios. Literalmente prometieron “impulsar el avance hacia la gratuidad universal en la educación superior”, y la “mantención y restauración de sedes de la universidad”.
Sin embargo, durante los seis meses de gobierno en la Federación, podemos confirmar lo que siempre sostuvimos: convirtieron la Fech en una sucursal del gobierno de Boric. Su programa de conjunto siempre estuvo alineado a los intereses del oficialismo, pero aún así ni siquiera fueron capaces de cumplirlo.
¿”Nuevo sistema de financiamiento” o educación gratuita universal?
Asimismo, tampoco llevaron adelante el cumplimiento del programa que se cristalizó en los estatutos elaborados por el Congreso Fech. Por ejemplo, el estatuto plantea que la Federación debe luchar por una “educación gratuita, financiada 100% por el Estado mediante aportes basales”, sin embargo, la actual Fech, más allá de publicar esta demanda en las historias de instagram personales de los dirigentes, no llevó a cabo ninguna pelea seria en esa dirección.
Es más, se negaron a incluir la demanda de educación gratuita en el pliego unificado de demandas y la sustituyeron por un “nuevo sistema de financiamiento”, una consigna abstracta que no significa más que pelear por un “mejoramiento en las becas” dentro del marco de la educación neoliberal.
“Súbete a la Fech”
“Súbete a la Fech” fue el nombre de la lista del gobierno cuando ganaron las elecciones. Al parecer se tomaron aquel nombre muy en serio, ya que han mantenido la Federación en las alturas, completamente alejada de las bases.
¿Cuántas asambleas de base han convocado durante este tiempo? Básicamente ninguna, a pesar de tener la dirección de la Fech, la mayoría de las consejerías y varios centros de estudiantes. Esto demuestra claramente su plan de mantener un movimiento estudiantil que no interfiera en los planes del gobierno. Sin embargo, luego culpan a las y los estudiantes por no tener voluntad para organizarse, como argumentan los burócratas a tiempo completo.
Ejemplo de esto es como “nuestros dirigentes”, las juventudes de gobierno, han abordado el llamado a Paro Nacional hecho por la CUT para el próximo 11 de abril: unas cuantas reuniones por arriba, invitaciones de burócratas sindicales al pleno Fech (como Eric Campos, dirigente del sindicato del Metro y militante del PC) y nada más. No han organizado ninguna asamblea de base en las facultades y en ninguna parte se discute cómo el movimiento estudiantil puede integrarse a la movilización.
Al contrario de cómo los dirigentes de los partidos de gobierno han abordado este paro, de forma completamente rutinaria y buscando solo más diálogo con los grandes empresarios, desde Vencer y La Izquierda Diario creemos que el paro debe ser preparado desde las bases y plantear un pliego unificado de demandas discutido en cada asamblea de trabajo y estudio. Este pliego debería contemplar el fin de las AFP y las pensiones miserables, un plan de emergencia educativa frente a la crisis existente, fin a las isapres, un plan de vivienda gestionado por los comités de vivienda, la oposición al cierre de Huachipato, etc.
Además, la Fech y la Confech deberían estar organizando asambleas de base donde las y los estudiantes puedan aprovechar esta oportunidad para retomar la demanda histórica de educación gratuita, de calidad y no sexista, que sea 100% financiada por el Estado mediante aportes basales directos provenientes de la nacionalización del cobre e impuestos a las grandes fortunas.
Las burocracias -estudiantiles y sindicales- no quieren que el paro sea un puntapié para una lucha mayor. Podrían buscar nacionalizar la lucha en Antofagasta tras el trágico suicidio de Katherine Yoma que logró sacar a 10 mil personas a la calle y paralizar más de 50 liceos, tomar este gran ejemplo de demostración de fuerzas para buscar la unidad entre trabajadores, profesores, estudiantes universitarios y secundarios, apoderados, etc. En lugar de eso, solamente se limitan a una movilización rutinaria que les permita negociar mejores migajas en el congreso.
Palestina
Respecto a continuar el largo legado que tiene el movimiento estudiantil chileno por tomar la lucha antiimperialista y de defensa de los pueblos oprimidos, la JJCC y el FA dirigiendo la Fech han hecho nada más que “saludos a la bandera”... y además, porque estuvieron obligados a hacerlo.
Desde el Comité en Solidaridad con el pueblo Palestino de la Uchile, que es parte de la Coordinadora Nacional Por Palestina, se exigió que la Fech sacara una declaración de repudio al brutal genocidio en Medio Oriente, esto como punto inicial para desarrollar una política activa en contra de esta matanza televisada.
Sin embargo la Fech maniobró, no solo una, sino que ¡dos veces! pateando la discusión en el Pleno por ¡semanas! hasta que al fín sacó una declaración en donde exigió una Uchile libre de apartheid y que el gobierno rompa relaciones diplomáticas, económicas y militares con el Estado de Israel. Sin embargo esta declaración no fue más que papel mojado, pues no llevaron adelante ningún plan de organización para que las y los estudiantes nos sumemos al movimiento internacional de repudio al genocidio. Simplemente una vergüenza. Ni hablar de asambleas de base para discutir e informarse sobre el tema, pues al parecer las asambleas no son parte en absoluto de la agenda política de la federación. Por nada les interesa politizar al estudiantado y retomar la tradición histórica del movimiento estudiantil de asambleas de base. Nuevamente, todo por arriba, ni siquiera fueron capaces de convocar y organizar a las y los estudiantes para los llamados a protestas nacionales por Palestina.
Hacia unas nuevas elecciones
Tal como señalamos al inicio de este artículo, se aproximan unas nuevas elecciones de Federación. No necesitamos organismos estudiantiles subordinados a gobiernos neoliberales. Necesitamos una Fech independiente del gobierno, que sea una herramienta para la lucha y la organización de las y los estudiantes. Es fundamental que retome la pelea histórica de educación gratuita, que busque que sean las bases las que decidan y que establezca un vínculo estrecho con la clase trabajadora: es precisamente con esta alianza estratégica con la que podremos conquistar todas nuestras demandas.
Desde la Agrupación Anticapitalista Vencer nos ponemos en completa disposición de llevar adelante una alianza con todas las fuerzas políticas que se planteen revolucionarias o a la izquierda de este gobierno “progresista”, con el objetivo de impulsar una lista y disputar la Federación para ponerla al servicio de las luchas de las y los estudiantes y todo el pueblo en su conjunto. Proponemos discutir un programa común que ponga al frente las necesidades de las bases y no las de los partidos de gobierno, y que busque la conquista de nuestras demandas por medio de la unidad, la organización y la movilización.
Benjamín Vidal
Periodista - Universidad de Chile