Estas últimas semanas se ha visto cierta disminución de la confianza ciudadana hacia la Convención, especialmente desde sectores de la izquierda extraparlamentaria y parte de las masas populares y trabajadoras. Dos hechos de esta semana la golpearon aún más: el escándalo de la mentira de Pelao Vade y la ofensiva de la derecha sobre la izquierda en la convención; y la maniobra de la mesa directiva que encabeza Elisa Loncón, desde el Frente Amplio hasta la derecha, de aplicar el antidemocrático quorum de ⅔ en las votaciones del reglamento que fue impuesto por el Acuerdo por la Paz.
Lunes 13 de septiembre de 2021
Una semana crítica en la Convención.
La semana partió con un nuevo coletazo de la crisis que hundió a la Lista del Pueblo: la enfermedad con que el convencional Rodrigo Rojas, “Pelao Vade”, había construido su campaña y recibido todo tipo de apoyos, era una mentira. No era cáncer, sino otra enfermedad. Otro escándalo más de la Lista del Pueblo, que se suma a las operaciones burocráticas de esa lista electoralista que, como habíamos planteado en otra parte, estaba programada para comenzar a morir el día que comenzara la Convención. Un nuevo fraude que se suma al corrupto proceso para levantar sus candidaturas parlamentarias y presidenciales, las disputas por el reparto de las platas electorales, las boletas abultadas de los gastos de campaña, y el fraude de firmas para levantar la candidatura presidencial del demagogo neoliberal Diego Ancalao. Dicho sea de paso, Vade fue el único convencional que dio públicamente su apoyo a este candidato, un ex-DC con un programa concertacionista que planteaba, entre otras cosas, mantener la salud privatizada [1]. La Lista del Pueblo le dio rápidamente la espalda a sus promesas de campaña subordinándose a las reglas del Acuerdo por la Paz y se transformó en una máquina de desmoralización de masas. Rompió la confianza que depositaron en ella sus casi 900 mil votantes. Pero esto también nos permite sacar lecciones para levantar una mejor alternativa.
Fue el sábado 4 cuando el periódico golpista La Tercera, del milmillonario Álvaro Saieh, en una entrevista que más pareció un interrogatorio policial, puso al descubierto la grave mentira de este “ícono” de la revuelta [2]. Se abría así un nuevo capítulo de la campaña de persecución reaccionaria por parte de la derecha hacia toda la izquierda, que se sumaba a las investigaciones solicitadas al Servel y a las acusaciones de querer subir la dieta de los convencionales con las solicitudes de aumento de presupuesto y asignaciones [3].
Al domingo siguiente de este escándalo, se realizó de manera descentralizada la primera cuenta pública de la Convención. A Vade le correspondía presentarla en la Región Metropolitana, desde la Cisterna, comuna del distrito que lo eligió. Sin embargo ese día la mesa directiva aceptó su renuncia como vicepresidente adjunto.
Lunes
El lunes toda la atención giró en torno a qué iba a pasar con Vade. Casi toda su ex lista, hecha trizas, guardó silencio, mientras las demás listas y convencionales salieron con comunicados por redes sociales. De izquierda a derecha, habiendo distintas sensibilidades, la preocupación central fue condenar el hecho y defender a la Convención del golpe dado a su confianza [4]. En la tarde, la Mesa Directiva, encabezada por Elisa Loncón y Jaime Bassa (CS), presentó un oficio a la Fiscalía por “hechos que pudieren revestir carácter de delito”, puesto que en la declaración de Intereses y Patrimonio, Rojas Vade había señalado tener una deuda bancaria de $27 millones correspondiente al financiamiento de quimioterapia contra el cáncer. Loncón anuncia que la vicepresidencia adjunta que Vade dejó vacante sería ocupada por su suplente paritaria, Tania Madriaga. Dos días después la bajarían [5].
Martes
La derecha no se detiene en sus ataques. Los diputados Cristián Labbé Martínez (UDI) y Karin Luck (RN) denunciaron que 12 constituyentes continuaban recibiendo el IFE, a pesar de recibir dietas de $2,5 millones mensuales. Casi todos los acusados pertenecían a Apruebo Dignidad y a la ex-Lista del Pueblo, como era de esperar, puesto que se trataría de convencionales que no provienen de sectores acomodados que no califican para recibir este tipo de ayudas (aunque si muchas otras, inaccesible a las mayorías), de donde suelen ser los de los partidos del régimen. La mayoría de los acusados respondió que se trataba de un problema de actualización de sus datos en el Registro Social de Hogares. La acusación también pretendía debilitar, frente al parlamento, a la Convención: "algunas manzanas podridas están pudriendo el canasto completo”, dijo Labbé.
El mismo día la Convención también era golpeada desde la izquierda. Comunidades mapuche venidas en caravana desde Malleco se presentaron ante el ex-Congreso, denunciando que “este viciado proceso constituyente fue ejecutado en la moneda el 15 de noviembre del año 2019 en el llamado “Acuerdo por la paz social y la nueva constitución” firmado por los corruptos y vendidos partidos políticos chilenos dejando impune toda la violencia ejercida por el actual gobierno genocida de Sebastián Piñera”.
La izquierda convencional lanza una campaña en las redes sociales: “La Convención se defiende”.
Miércoles
El miércoles llega la PDI a la Convención, en el marco de la investigación por el caso Rojas Vade que abrió el oficio hecho por la mesa. Pueblo Constituyente, conformado por 17 convencionales de la ex-Lista del Pueblo, rompe su silencio y emite un comunicado sobre el caso, donde expulsan a Vade del colectivo y renuncian a levantar su reemplazo en la mesa.
Jueves. La maniobra de la mesa para imponer el quorum de ⅔.
El jueves comenzó la discusión en el pleno de las propuestas de Reglamento de la Convención que fueron elaboradas desde las comisiones provisorias durante agosto. La noche anterior la mesa intentó una maniobra burocrática, que fue presentada al otro día como un “malentendido” debido a la premura y “problemas de organización”. Allí vimos nuevamente al Frente Amplio unir fuerzas con la ex-concertación y la derecha [6], para imponer el antidemocrático quorum supramayoritario [7] de ⅔ que zanjaron sus fuerzas parlamentarias en el Acuerdo por la Paz [8].
En otra parte detallamos lo sucedido ese día y algunos posicionamientos de convencionales. La noche anterior, la mayoría de la mesa directiva (con un voto en contra y una abstención, según dijo al pleno la presidenta, sin especificar), habían intentado insertar, por secretaría y a último momento, el quórum de ⅔ para las propuestas de votación del Reglamento de Participación y Consulta Indígena y del Reglamento General [9]. Se había enviado a los convencionales un mail específico por cada propuesta reglamentaria, señalando en ellos los artículos que supuestamente requerirían quorum supramayoritarios por considerarlos como normas constitucionales. A pesar de las insistentes reivindicaciones sobre la transparencia de la Convención que han hecho sus integrantes, apenas reparando en las lagunas comunicacionales y la carencia hasta hoy de actas escritas, solo se filtró públicamente el primer email [10].
Ante esta maniobra y las tensiones que ocasionó, se levantaron varias voces al interior de la Convención. Loncón suspendió la sesión durante la mañana. En la tarde el pleno aprueba una nueva propuesta que, como decíamos allí, mantiene todavía la aplicación del quorum de ⅔. Las votaciones del reglamento serán este martes.
Esa tarde Vade rompe su silencio y emite una declaración pública donde pide disculpas, se dispone a someterse al reglamento de la Convención y se defiende de las acusaciones: "no he cometido ningún delito: mi enfermedad es real".
Viernes
El viernes la discusión en el pleno continuó. Se debatieron las propuestas reglamentarias de las comisiones de Participación y Consulta Indígena; Derechos Humanos; y Participación Popular.
Durante la tarde la mesa recibió las peticiones con patrocinio de 30 convencionales sobre las normas que consideren que debieran ser aprobadas por ⅔. Ayer domingo la mesa debía enviar la lista con todas las propuestas. Aún no se pública oficialmente, pero trascendió que, como era esperable, solo Chile Vamos levantó una propuesta, la cual prácticamente señala la totalidad de los artículos del Reglamento General que norman las votaciones. Sin embargo, renunciaron a tocar la propuesta de reglamento de Participación y Consulta Indígena.
[1] El programa presidencial de Ancalao, escondido bajo páginas de demagogias respecto de una versión de la filosofía del “Buen Vivir”, se trataba de un programa tipo concertacionista, pero más charlatán. En las pocas sentencias políticas claras del programa leemos: “No es posible ni conveniente desmantelar el modo actual de organización de la economía, hasta que se cree, despliegue y establezca un nuevo modo de desarrollo. Porque todos, incluido el Estado, los municipios y los servicios públicos, dependemos de que el mercado y la economía del capital sigan funcionando, produciendo, distribuyendo y satisfaciendo las necesidades humanas y sociales”.
[2] Bajo el titular “Rojas Vade admite que no tiene cáncer” se apuntaban los hechos únicamente como la sucia maniobra política que sin duda fue, sin dar cuenta de que, aunque aún no se aclara, el convencional efectivamente padecería una enfermedad grave: SIDA. La campaña no reparó ni por un solo momento en la discriminación que existe contra una enfermedad que lleva a tantos esconderla. La hipocresía de la derecha, que goza de impunidad por muchos peores crímenes, es proporcional a la crueldad con que juzga y castiga. Pero sobre todo, por muy grave que haya sido el engaño, este no desmiente ni un ápice la denuncia hecha por Vade contra un sistema de salud que ha sido privatizado y desmantelado por los gobiernos de la derecha y la ex-concertación, del que son millones las víctimas reales. Más allá del juicio personal y moral que hagamos, nuestra crítica hacia él y su lista, que él construyó y abandonó cuando ya estaba en el suelo, es ante todo al programa y la estrategia que levantaron. La Lista del Pueblo y Vade, al subordinarse a la cocina de los partidos de los 30 años, le abrió espacio a la derecha. Llevaron a un barranco a amplias masas que cifraron en ellos sus esperanzas. La responsabilidad de Vade en esto es innegable, quien además era miembro de la Mesa Directiva de la CC. No se trató de “inexperiencia” política, como algunos sugieren. Muchos de los integrantes de la lista tenían un largo bagaje político y partidario. El problema de la Lista del Pueblo vino desde su fundación: ser una lista puramente electoral de “independientes” que se levantó con el único propósito en común de llevar escritores a una restrictiva Convención, junto a la derecha, de un único texto constitucional. La lista, construida con gran demagogia, le dio por eso rápidamente la espalda a todo lo progresivo que, al menos parte de ella, se había comprometido. La lucha por la soberanía de la Convención y la libertad inmediata de los presos políticos que levantó en algún momento la Vocería de los Pueblos, donde estaba Vade, se quedó solo en declaraciones y para la foto.
[3] La semana anterior la mesa solicitó $1.773 millones adicionales para asignaciones y $393 millones adicionales para Bienes y Servicios. Estas asignaciones irían destinadas a pagar a los asesores y gastos operacionales de los convencionales, cuyas remuneraciones personales se mantendrían en 50 unidades tributarias mensuales. Esta dieta, cuyo monto en pesos se corrige automáticamente según la inflación -privilegio que podría ser un derecho para todos los trabajadores-, equivale a fecha de hoy $2.631.550. Un ingreso que en Chile, sólo percibe menos del 3% de las personas que INE considera como ocupadas. Los convencionales en vez de responder a la derecha a contraofensiva exigiendo la rebaja de este millonario sueldo, se defendieron diciendo simplemente que no se trataba de un aumento.
[4] Ese día Twitter estuvo en llamas. “Hiere la confianza de la ciudadanía”, dijo la lista de Independiente No neutrales, “daña la fé pública y perjudica la confianza en el proceso constituyente”, dijo el Frente Amplio, “los graves hechos no justifican que existan campañas oportunistas, que usan lo ocurrido para denostar el arduo y serio trabajo que está realizando la Constituyente”, dijo el Partido Comunista. En el Partido Socialista, lo mismo: "tenemos que reparar ese daño a través de respuestas institucionales contundentes", dijo el vicepresidente adjunto Pedro Muñoz, “no podemos hipotecar la legitimidad de la la Convención Constitucional”, dijo César Valenzuela, “la credibilidad de la Convención estará en juego si no toma medidas rápido y sin titubear” dijo Baradit. La derecha, como dijimos, tomó el hecho como una excusa para continuar su ofensiva contra la izquierda. Sin embargo, la mayoría no hizo extensivo su ataque a la Convención, consciente de que se trata de un órgano necesario en la restauración del régimen en crisis. "Rodrigo Rojas debe asumir su responsabilidad... la credibilidad de la Nueva Constitución lo exige", dijo Larraín Matte (Evópoli), "un gran obstáculo para los Convencionales que queremos darle a Chile una buena Constitución", dijo Neumann (UDI). El sector más fanático de la dictadura cívico militar, sin embargo, encabezado por constituyente como Marcela Cubillos, Constanza Hube y Teresa Marinovic, aprovecharon la ocasión para explotar la desconfianza en la Convención por derecha.
[5] Como guinda a la torta de irresoluciones: Madriaga reclamó que Loncón la anunciara sin avisarle, a la vez que calificó de error político que la hubieran bajado.
[6] No solo nos referimos al Acuerdo por la Paz, sino a varios hechos más recientes al interior de la Convención. A su alianza con la derecha para quedarse con el puesto de la coordinación de la Comisión Reglamento. A su acuerdo de ampliar la Mesa para que pudiera entrar Chile Vamos. Entre otras. El Frente Amplio se revela como una nueva concertación.
[7] El único propósito del quorum de ⅔, herencia de la Constitución de Pinochet que se intenta esconder bajo la apariencia democrática de “un acuerdo amplio”, es regalarle el veto a la minoría de derecha y al sector político más adicto al régimen de los 30 años, para así presionar hacia un pacto constitucional que modere el texto de la nueva constitución, permitiendo una transición que conserve en lo fundamental las herencias de la dictadura. Recordemos que, tras la Huelga General del 12 de noviembre del 2019 y ante la amenaza de que continuaran desarrollándose métodos de organización y lucha de la clase trabajadora que pudieran hacer caer el gobierno de Piñera y el régimen de los 30 años en crisis, el parlamento firma el Acuerdo por la Paz el 15 de noviembre, desviando la demanda de una verdadera Asamblea Constituyente Libre y Soberana hacia la formación de una Convención de carácter restaurador. Entre sus restricciones antidemocráticas, el punto 6 de este acuerdo de impunidad señalaba expresamente: “El órgano constituyente deberá aprobar las normas y el reglamento de votación de las mismas por un quorum de dos tercios de sus miembros en ejercicio”. Una semana después esta disposición fue plasmada en la ley 21.200 que modificó el capítulo sobre reforma constitucional de la Constitución de Pinochet, la cual somete al actual proceso constituyente. El artículo 133 dispone que “La Convención deberá aprobar las normas y el reglamento de votación de las mismas por un quórum de dos tercios de sus miembros en ejercicio. La Convención no podrá alterar los quórum ni procedimientos para su funcionamiento y para la adopción de acuerdos”.
[8] Aprovechemos de resumir aquí, para mejor orientación de los lectores, la reconfiguración que generó la revuelta en el Frente Amplio. El Acuerdo por la Paz, además de llevar las firmas de los partidos de la derecha la ex-concertación, la firmó también de un sector de la izquierda parlamentaria, una parte de lo que en ese entonces era el Frente Amplio: el Partido Liberal, Revolución Democrática, Comunes y el diputado Gabriel Boric de Convergencia Social. El Partido Comunista, por su parte, el cual previamente estuvo en su negociación parlamentaria, se restó oportunamente del acuerdo, aunque luego se subordinó, con la pasividad total de sus direcciones sindicales (presidía la CUT), y abandonando todo llamado a protesta. La firma por parte de los diputados frenteamplistas generó una fuerte crisis y rupturas en el conglomerado y al interior de los partidos que lo conforman.Los partidos Humanista e Igualdad, que hoy conforman una lista parlamentaria conjunta a nivel nacional, Dignidad Ahora, rompieron con el FA tras el Acuerdo. Un sector de la Lista del Pueblo, tras su derrumbe, se fue con ellos, otro sector con Apruebo Dignidad u otras alternativas, mientras la mayor parte de su base traicionada por la lista quedó a la deriva. El partido Humanista, que ya había entrado en crisis con el 18 de octubre y por el fuerte personalismo de la diputada Pamela Jiles, apenas llevó 7 candidaturas el 2020 a la Convención. Su fundador Tomás Hirsch quebró para levantar otro partido, Acción Humanista, el cual apoyó al PC Daniel Jadue en las primarias de Apruebo Dignidad. El Partido Ecologista también rompió con el FA tras el Acuerdo y fue solo a las elecciones de convencionales. Boric firmó el Acuerdo junto a la derecha sin la aprobación de Convergencia Social, suspendiendo su militancia temporalmente y provocando rupturas en el partido. El actual alcalde de Valparaíso Jorge Sharp, quien fuera fundador junto a Boric del Movimiento Autonomista que daría vida a CS, rompería con este partido y con el FA para levantar Territorios en Red, una plataforma política autodenominada de “independientes”. TER integraría la Lista del Pueblo, logrando que Tania Madriaga entrará en la Convención. También Izquierda Libertaria, agrupación en la que continúa la diputada Gael Yeomans, entonces presidenta de CS, se haría trizas tras la firma del Acuerdo y tras el posterior voto parlamentario de la Ley Antiprotesta, el 4 de diciembre, donde todos los diputados de PL, RD y CS votaron a favor, mientras las diputadas de Comunes se abstuvieron. También hubieron quiebres por derecha en el FA, como los del Partido Liberal y de diputados de RD. El Frente Amplio, asentado el desvío del proceso abierto por la revuelta, se estabiliza. Gabriel Boric ahora es la carta presidencial del conglomerado y de Convergencia Social, el Partido Comunista y las distintas colectividades que conforman Apruebo Dignidad. Ahora volvemos a oir sus llamados a la “unidad de la izquierda”, como si nunca hubiera sucedido su larga y rápida serie de rupturas aquí sintetizadas. No se ve reflexión alguna a que futuras crisis nos lleva aquella pretendida unidad ni sobre qué realmente se sostiene esta, la cual lejos de ayudar a enfrentar a la derecha, le ayudó a no perder ni sus puestos ni su impunidad.
[9] Las propuestas reglamentarias se pueden encontrar en sala.cconstituyente.cl, Sesión 18 ordinaria, Orden del día.
[10] Sobre el segundo mail, referido al Reglamento General, nos enteramos por otras vías de las normas referidas para aplicar el ⅔: artículos 18, 19, 21, 34 (inciso 3, letras f y g), 87 (inciso 3, frase final), 89, (inciso 1, parte final), 90, 91 (inciso 2), 92, 93, 94, 95, 100 y 101.