INGRESO FAMILIAR DE EMERGENCIA. Senado aprueba Ingreso Familiar de Emergencia con letra chica incluida

Este jueves el Senado aprobó por amplia mayoría (41 votos a favor, ningún rechazo y 1 abstención) el proyecto de ley alusivo al Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), aprobando una extensión al 80% de los hogares más pobres, regresando así a la Cámara de Diputados en lo que respecta al trámite legislativo.

Desde ya que este proyecto de ley ha sido un caballito de batalla para la derecha, buscando posar como interesados y preocupados por la situación que afronta el pueblo trabajador y pobre chileno, mientras que por detrás se proponen avanzar en una serie de medidas que precaricen aún más la calidad de vida de las amplias mayorías.

En este sentido, Ignacio Briones, actual ministro de Hacienda, afirmó que: “Esto muestra que somos capaces de ponernos de acuerdo. Esta crisis es de un calibre que no se puede abordar de manera aislada, los chilenos esperan que nos pongamos de acuerdo”.

Sin embargo, ¿cuál es la letra chica de este proyecto?

Según los datos entregados por la Fundación Sol, “el IFE será para el 80% de los hogares más pobres inscritos en el Registro Social de Hogares que reporten ingresos menores a $400 mil.” Esto corresponde a “apenas el 34% de los hogares”, es decir, “2,1 millones de hogares de los 6,2 millones de hogares que existen en Chile”.

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Es bajo estos parámetros que los hogares de un integrante, faltarían mínimo $70.688 para alcanzar la línea de la pobreza, mientras que para los hogares de dos integrantes, faltarían aproximadamente $77.284. Todo esto mientras que para los hogares de 4 integrantes –n° promedio de miembros por hogar en Chile-, estarían faltando $50.449. Es así que “el IFE no alcanza ni siquiera para los estándares mínimos que fija el propio Estado.”

Es decir, se trata de una iniciativa que es completamente insuficiente para la realidad que viven la gran mayoría de los hogares en Chile. Es una iniciativa que es más una fachada que un real aporte para paliar la situación de pobreza de ese 80% del sector más pobre –en donde el 20% de las familias pobres quedarán excluidas-.

Por otra parte, las celebraciones por parte del oficialismo corresponden también a una estrategia comunicacional del Gobierno para hacer el papel de “los chicos buenos”, una suerte de inversión de un papel caracterizado por tomar el papel de los “chicos malos” durante el estallido social, y ahora, que se ven con el “agua hasta el cuello”, intentar hacer creer a la gente que se preocupan de la situación que vive el pueblo en Chile.

Aquí nos encontramos con la otra letra chica: Que a la par del IFE, vendrán una serie de medidas que sólo apostarán por favorecer el bolsillo de los empresarios a costa del mayor endeudamiento del Estado, a través de una pesada mochila que cargarán nuestras familias durante los próximos años, mientras obligan al pueblo trabajador y pobre a pagar por los platos rotos de la crisis; una crisis que ellos mismos generaron, en términos económicos, como sanitarios.

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