El Poder Ejecutivo solicita el acuerdo para las designaciones. Profundos cuestionamientos.
Miércoles 3 de agosto de 2016 11:43
El Senado comienza hoy a debatir los pliegos enviados por el Poder Ejecutivo que solicitan el acuerdo para designar a Gustavo Arribas y Silvia Majdalani como director y subdirectora de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), respectivamente.
Los funcionarios reemplazaron en la Dirección de la AFI a Oscar Parrilli y a Juan Martín Mena, los primeros jefes de esa Agencia conformada durante el último año del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. En la actualidad, ambos funcionarios se encuentran formalmente designados en la cúpula de la AFI desde la asunción del gobierno de Mauricio Macri.
De acuerdo con la información oficial, los pliegos de Arribas y de Majdalani serán analizados hoy en una reunión que se llevará a cabo en el Salón Illia del Palacio Legislativo.
Los cuestionamientos no tardaron en llegar. Gustavo Arribas, titular de la AFI y cabeza del supuesto sistema nacional de inteligencia, estuvo radicado en Brasil hasta su designación, y se ha dedicado a la compraventa de jugadores de fútbol. Por su parte, Silvia Majdalani, habiendo sido diputada nacional del PRO, fue integrante de la Comisión Bicameral de Fiscalización de Organismos y Actividades de Inteligencia que debía controlar a los servicios y fue elegida por Macri por su estrecha relación con Francisco Larcher, formalmente el segundo y en la práctica el jefe operativo de la inteligencia de Néstor y Cristina Kirchner.
Asimismo, se suman denuncias del legislador porteño y presidente de la Fundación La Alameda, Gustavo Vera contra Majdalani por sospechas sobre el origen de los fondos de distintas sociedades comerciales integradas por ella y detrás de las cuales podrían esconderse maniobras de lavado de dinero, corrupción y evasión tributaria.
Desde la izquierda se plantea una vez más la necesidad de disolver todos los aparatos de inteligencia del Estado que, como ha quedado claro en innumerables ocasiones, son utilizados para perseguir a los luchadores, así como para apretar a jueces y opositores políticos, siempre en provecho de distintos sectores de las clases dominantes, e íntimamente ligados a los servicios de inteligencia de las potencias imperialistas.
Otros dos nombramientos son los del director de Asuntos Judiciales, Sebastián De Stefano, y el director de Finanzas, Juan José Galea, adjudicados a la directa influencia del empresario del juego y presidente de Boca, Daniel Angelici, denunciado por Elisa Carrió como "operador" del oficialismo sobre la justicia federal.
Galea ya ocupó esas funciones durante la presidencia de Fernando de la Rúa. Reporta desde entonces, política y casi fraternalmente, a Darío Richarte, quien fue segundo de la SIDE en aquellos años y, más tarde, letrado defensor de Amado Boudou, Claudio Uberti y del ex secretario de Obras Públicas José López, entre otros. Galea además fue sucesivamente contador de los empresarios periodísticos Daniel Hadad y Sergio Szpolski. Ahora regresó a manejar los dineros de la AFI que parece un mejor negocio.
Como expresó el periodista Diego Genoud en La Izquierda Diario: “Para la mayoría de los mortales, la ex SIDE sigue siendo una caja negra. Pero para los entendidos se parece más a una puerta giratoria en la que los que se fueron ayer regresan hoy.”
Desde la izquierda se plantea una vez más la necesidad de disolver todos los aparatos de inteligencia del Estado que, como ha quedado claro en innumerables ocasiones, son utilizados para perseguir a los luchadores, así como para apretar a jueces y opositores políticos, siempre en provecho de distintos sectores de las clases dominantes, e íntimamente ligados a los servicios de inteligencia de las potencias imperialistas. El macrismo, al igual que el kirchnerismo, evidentemente se propone seguir este mismo camino, del mismo modo que lo ha hecho en la Ciudad de Buenos Aires, donde el mismo presidente Macri, entonces Jefe de Gobierno, fue procesado por escuchas ilegales.