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Red Internacional
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Pedagógico. Señor Rector: El tortazo no endulza la extenuante sobrecarga laboral de los funcionarios

La respuesta al silencio de meses: una torta como "agradecimiento".

Jueves 30 de agosto de 2018

La semana que pasó, el Rector invitó a los funcionarios del Pedagógico, como si nada hubiese pasado, a agradecernos "a su manera" con un pedazo de torta buscando endulzar las extenuantes jornadas de agobio laboral que tuvimos las y los funcionarios luego de la toma separatista que tuvo ocupada la universidad por más de 70 días. Esos días tuvimos que trabajar de lunes a lunes, sin importar feriados ni fines de semana, limpiando paredes con excremento, haciéndonos cargo de dejar impecable el enorme campus de Macul, sin tener las condiciones laborales mínimas para hacerlo. Ni siquiera con casino para almorzar contamos, llegando a almorzar comida fría porque ni eso fue garantizado por las autoridades.

Lo único importante: sacar a toda costa el trabajo

Si bien, muchos colegas recibirán el pago de horas extras, esto es lo mínimo que cualquier trabajador debe recibir por las jornadas trabajadas, no se trata de un favor ni mucho menos un "reconocimiento". Por eso el irrisorio gesto del Rector y su equipo de planta, con un trozo de torta, no es más que una burla para nosotros, mientras sabemos que cerca de $327.404.112 anuales (al 2018) se ocupan en los sueldos de Rectoría, Prorrectoría, Vicerrectoría Académica, Dirección de Administración y Finanzas, Dirección de Planificación y Presupuesto y Secretaría General, y que es parte de lo que nos tiene con un déficit de $2.700.000.000, según el propio estudio de Deloitte -que cabe mencionar que se gastaron 60 millones de pesos en el mismo- y que a pesar de la negativa del Rector, las soluciones que propone la empresa, son claras, externalización a funcionarios y reducción de contratos para profesores honorarios, los que tenemos los sueldos más bajos y las más precarias condiciones de trabajo.

Y cómo no sentir disgusto, si nuestros sueldos como auxiliares de aseo no superan los 327 mil pesos en promedio; cómo no sentir rabia, si más de 22 funcionarios de altos mandos, entre ellos académicos también, se encuentran de viaje en Estados Unidos, por un proyecto financiado por el Mineduc, pero además con fondos del propio Pedagógico destinados a investigación, donde se utilizarían 3,7 millones de pesos como viático para cada participante de este viaje.

Más de 100 millones de pesos es lo que se invertirá en estas jornadas fuera del país, viaje al que el Rector se sumaría los últimos días, una actitud digna de reprochar y cuestionar, mientras a nosotros los funcionarios con los sueldos más bajos de la universidad se nos busca "agradecer" con un trozo de torta. Y mientras, nos dicen que no hay plata para solventar la situación financiera de la universidad.

El rector, que administra la universidad tal como gerente de la UMCE, es el responsable de llevarnos a la privatización de la universidad. La crisis que hasta ahora ha buscado esconder el Rector, es expresión de la crisis de la educación pública en Chile, que en otras ocasiones ha llevado a cierres de universidades, como la Universidad del Mar, y hoy es la situación que vive la universidad Iberoamericana, la Arcis, e incluso han llevado a un estado critico a la UPLA de Valparaíso al alero del autofinanciamiento, hipotecas y deudas con grande bancos.

Estas mismas autoridades son las que mantienen en las universidades a jefes acosadores y altos funcionarios como "intocables", encubriendo incluso las denuncias que dan cuenta de acosos sexuales y que no se hacen cargo de dar una respuesta a estos problemas. Ya lo vemos en el Pedagógico, donde estamos obligadas a seguir trabajando con el ex jefe de aseo y ornato, quien fue chofer personal por largos años del Retor. Las auxiliares, trabajadoras que pese a la posibilidad represalias, se atrevieron a denunciar esas prácticas, no hemos recibido ninguna respuesta satisfactoria.Nada hemos visto de la supuesta solidaridad que el Rector o la propia Vicerrectora Érika Castillo, dijeron tener con las demandas feministas que se tomaron el campus, incluso viendo hoy peligrar nuestros puestos de trabajo.

Las demandas que las mujeres hemos puesto al centro del debate, no pueden estar separadas de la situación crítica que vivimos en el Pedagógico, pues las condiciones de acoso y abuso sexual a las que nos enfrentamos, son también el estado deplorable al que las autoridades y la estructura antidemocrática en que se administra la universidad, nos han llevado.

El movimiento de mujeres ya ha mostrado a nivel internacional que es una fuerza viva, que las mujeres somos capaces de ponernos en primera línea para cambiar nuestra realidad, para comenzar a ser impulsoras de profundos cambios y de nuestros propios destinos. Ya lo hemos visto a nivel mundial, movilizándonos por el aborto legal y poniendo al centro el debate de este como una necesidad de salud pública. Esa fuerza, que es la misma que llevó a movilizaciones univeristarias en todo el país por las demandas de género, y con la que avanza el movimiento de mujeres, debe tener frutos claros. Esa fuerza debe servir para organizarnos por transformar el curso de la universidad.

El problema de la sobrecarga laboral no es solo una consecuencia de la toma, si no que una cuestión sostenida en el tiempo, que tiene que ver con no contratar a más auxiliares de aseo o jardineros, y que con la mínima dotación que tenemos nos relega a dejar la vida en la universidad, además de empujarnos a hacer horas extras por los bajos salarios que recibimos. De esto es responsable principalmente el rector Espinosa y Leonel Durán, quien hoy además está en un proceso abierto de investigación sumaria por acoso, tras la denuncia de una ex estudiante de la universidad.

Pero la toma fue insuficiente para dar salida a estas problemáticas, siendo poco representativa para el conjunto de la comunidad, no solo para los estudiantes, dejando a los hombres fuera de las discusiones, sino que también con vetos antidemocráticos a organizaciones feministas solo por pensar diferente. De este modo, pese a las legítimas demandas, era posible que terminara con estos resultados, donde las autoridades la utilizaron para hacer cargar sobre los hombros de funcionarias y funcionarios el estado de la universidad.

¿Con quién aliarnos?

Sin embargo, ver como enemigos a los estudiantes sería hacer un gran favor al Rector, pues nuestros aliados naturales siguen siendo ellos y ellas. La crisis de la universidad a los únicos que afecta es a nosotros sus funcionarios, los estudiantes y sin duda los docentes que hoy nos dicen en todas partes que es importante buscar dar una respuesta a la crisis de la universidad, distinta al silencio de la Rectoría.

Tal como hoy lo están haciendo los trabajadores del Ferrocarril en Antofagasta, quienes fueron despedidos por el empresario Luksic, y hoy dan una gran pelea por su reincorporación, con el apoyo de la comunidad de Antofagasta, y junto a diferentes organizaciones estudiantiles y de mujeres como Pan y Rosas y Vencer de la Universidad de Antofagasta, comunitarias y de trabajadores, enfrentando a uno de los más grandes magnates de Chile. Y haciéndose parte activa en distintas ciudades de contribuir a su fondo de resistencia para los trabajadores y sus familias que decidieron enfrentarlo. Incluso, acá en nuestra universidad, con los “tarreos solidarios” y la venta de pañoletas verdes por el aborto legal.

Hacer responsables únicamente a las estudiantes que sostuvieron la toma durante todo este tiempo, sería completamente injusto y además de poco criterio con la realidad, pues dejaría por fuera de esto al gran responsable, el Rector Jaime Espinosa, quien buscó utilizar esta toma para poder sacar del centro la situación de crisis que vive el Pedagógico. Pero la verdad es que poco y nada le ha resultado, pues una situación así de compleja como en la que estamos no se borra, ni menos se tapa aun con el aseo más gigante que podamos volver a hacer los auxiliares, los jardineros o los colegas de talleres, y que es importante desde ya podamos efectivamente como comunidad discutir y organizarnos para buscar salidas reales para enfrentar esta crisis.


Joseffe Cáceres

Trabajadora UMCE y vocera de Pan y Rosas Chile

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