En primera persona. [Video] Ser trabajador municipal de la salud en La Matanza: una historia de precarización

Tres trabajadores municipales de la salud de La Matanza entrevistados por La Izquierda Diario cuentan cómo es trabajar en uno de los municipios más poblado del país. Los tres son parte de los miles de municipales que durante la pandemia se organizaron en asambleas, cortaron calles y realizaron movilizaciones multitudinarias por sus reclamos, por presupuesto para salud y por el derecho de la población a tener una salud pública que de respuesta a sus derechos básicos.

Hace más de una década son enfermeros, Fabiana Lobo en el materno-infantil de Laferrere Teresa Germani, Zaida Ventura en el Hospital Equiza de Catán y Miguel Miranda es enfermero en el Hospital del Niño de San Justo.

“Ellos tendrían que tener vergüenza, no vos” cuenta indignada Fabiana, del Germani de Laferrere. La frase hace referencia a la precaria contratación de los trabajadores municipales de La Matanza. “Hay un aumento de la precarización. Muchos están obligados a trabajar con un monotributo que para nosotros es la expresión máxima de la flexibilización laboral. Una política de Estado qué baja desde el gobierno nacional, provincial y municipal” apunta Miguel Miranda, enfermero del Hospital del Niño de San Justo.

“En el hospital tenés casi el 70% sino más qué está en estas condiciones: o qué tienen un contrato, o monotributo, o están los nuevos qué acaban de ingresar qué son los planes sociales. Que ellos cobran menos de la mitad qué está cobrando un empleado municipal, y cumplen las mismas funciones y tienen la misma carga horaria que tiene un trabajador municipal”.

Los trabajadores municipales de la salud cuentan las consecuencias de la propuesta de Cristina Fernández de Kirchner de darle a los municipios los programas sociales qué hoy manejan las organizaciones sociales. Tareas fundamentales como maestranza son realizadas por trabajadores contratados a través de programas sociales como el Potenciar Trabajo y cooperativas municipales haciendo desaparecer en los hechos el convenio colectivo.

Las vacaciones, las paritarias y la obra social son derechos básicos que se pierden al contratar a través de programas sociales, al mismo tiempo que niegan el vínculo laboral con los hospitales, obligando a realicen las contraprestaciones según convenga. Además, las contrataciones temporales se extienden durante años (moneda corriente en todos los estratos del Estado), lo que en los hechos implica una forma de extorsionar contra la organización ya que se condiciona las renovaciones de contrato y la continuidad en los “programas sociales” que en realidad son trabajadores precarizados.

Desde el Sindicato de Trabajadores Municipales de La Matanza (STMLN) se avala este tipo de contratación en lugar de convocar a los trabajadores para organizarse ante el avance de la precarización laboral en los municipales. Desde el Ejecutivo municipal la única respuesta fueron sumarios a quienes se organizaron durante el 2020 y 2021 exigiendo pase a planta permanente, salario igual a la canasta familiar e insumos para enfrentar la pandemia. “Hay compañeras que tienen miedo de levantar la mano cuando hay asamblea por miedo y esto no puede ser” denuncia Fabiana en la entrevista.

Como continuidad de la lucha, un importante grupo de trabajadores y referentes de salud del Germani, del Niños, Equiza y también del Policlínico, elaboraron un proyecto junto a las bancas de concejales del FITU en La Matanza y que fue presentado por Natalia Hernández del PTS en el Concejo Deliberante donde se exige el pase a planta permanente de todos los contratados a través de cooperativas, por monotributista o diferentes contrataciones precarias como los programas sociales.

“La pregunta es , ¿Por qué hay tanta gente con dos o tres trabajos y hay tanta gente que no tiene empleo?”

“Hay compañeros que están mucho peor, que tienen que sacar uno o dos préstamos porque no llegamos a la canasta básica” denuncia Zaida Ventura del Hospital Equiza . “Cuando estamos en 15, en el hospital ya nadie tiene plata” suma Fabiana haciendo referencia a sus compañeros del Materno Infantil Teresa Germani. “Soy enfermera y también hacemos microemprendimientos, comprar o vender algunas cosas porque no se llega a fin de mes” agrega Zaida.

“Hay cosas básicas que pasaron a ser un lujo. Hay compañeras que tienen dos o tres trabajos” cuenta Zaida sumando la denuncia del pluriempleo, uno de los reclamos que trabajadores de la salud denunciaron con fuerza durante la pandemia. Los salarios municipales tienen un salario básico de 37.000$ “y más allá de los ítems no llegamos a fin de mes” detalla Zaida. Salarios muy alejados de los 162.000$ calculados por ATE Indec y superar la canasta familiar de pobreza.

“La pregunta es, ¿Porqué hay tanta gente con dos o tres trabajos y hay un montón de gente que no tiene empleo? Entonces la lucha de acá en más es pelear por ese reparto de trabajo. Seguir peleando por esas seis horas para tratar de erradicar el desempleo”. De esta forma, Miguel Miranda, que es enfermero en el Hospital del Niño, militante del Partido de los Trabajadores Socialistas y fue candidato a concejal por el PTS-FITU en las últimas elecciones retoma la consigna que su compañero Nicolás del Caño puso en discusión para poner al servicio la tecnología cuando hace más de 130 años se conquistaron las 8 hs de trabajo.

Enfrentar el ajuste con la organización desde abajo

“Hay un achicamiento atroz del sector público de atención. Las unidades sanitarias prácticamente no están funcionando por falta de personal” suma Miguel. Fabiana del Germani remata que “faltan un montón de trabajadores. Muchos se van por los bajos salarios, lo que genera una sobrecarga muy grande a quienes quedamos, generandonos, además, mucho stress”. En el Materno Infantil Teresa Germani de Laferrere una de las denuncias de los trabajadores es que cerraron el sector de internación de pediatría, que fue parte de unapedido de explicaciones de parte la concejal Natalia Hernández del PTS-FITU.

La agenda del FMI es la que gestiona la agenda del actual gobierno peronista. Por esto, a pesar de las diferencias en los nombres se deben invertir las prioridades. Para lograr esto, el único camino es la organización y la movilización popular, o las consecuencias de garantizar el pago de la deuda macrista las seguirá pagando el pueblo trabajador. “Cuando volvía la vi que estaba revolviendo la basura y me impactó mucho” grafica Fabiana, haciendo referencia a una vecina que conoce desde chica.

“Yo fui una ilusa.- reflexiona Fabiana-, pensaba que ahora (durante la cuarentena donde consideraban “héroes” a los trabajadores de salud) capaz el presidente y el intendente, se reúnen y dicen, “mirá el valor que tienen”, tenemos que valorar lo que es la salud… creyendo que Papá Noel existe””. Pero lejos de resignarse plantea, “si nosotros no hacemos nada por nosotros y no nos preocupamos por cambiar esto, nadie va a hacer nada”

Este sábado 9 de julio, la izquierda propone una gran movilización para que la clase trabajadora plantee su propia salida. Para enfrentar el plan anti obrero de los empresarios, la derecha, el gobierno y el FMI. Una voz que debe escucharse fuerte con asambleas en los lugares de trabajo si se quiere enfrentar realmente el desfinanciamiento de la salud y pelear por los derechos de los trabajadores que cada día son atacados con una inflación que no para y va pulverizando los derechos

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Lejos de resignarse, Fabiana concluye, “yo creo que todos tenemos que rebelarnos, no solo en salud, porque todo el mundo está mal”. “¿Cuántos años van ya de peronismo? Y mirá como estamos” se pregunta Zaida antes de cerrar con una afirmación concreta. “Hay mucha gente que se inclinó a la izquierda porque vio un frente que puede hacer algo por el trabajador”