×
×
Red Internacional
lid bot

Seremos los ojos que nos robaron

Nicole Kramm, fotógrafa chilena que viene cubriendo la rebelión popular en Chile desde hace más de dos meses, sufrió en carne propia lo que ya había registrado varias veces con su cámara: un perdigón lanzado por carabineros impactó en su ojo izquierdo la noche de año nuevo, cerca de Plaza de la Dignidad. Repudiamos y condenamos el brutal ataque del gobierno de Piñera.

Domingo 5 de enero de 2020

Una joven es detenida por carabineros durante manifestaciones pacíficas. Foto I Nicole Kramm

El año finalizó de la peor manera para nuestra colega, la reportera gráfica y videasta chilena Nicole Kramm. La noche de año nuevo luego de la cena, caminaba tranquila por Alameda junto a un grupo de amigos hacia Plaza de la Dignidad en Santiago, cuando fueron atacados a perdigonazos y piedrazos por un piquete de carabineros, apostado junto al Memorial que homenajea a dicha fuerza represiva. Los odiados pacos asesinos resguardando a hondazo limpio una dignidad que no poseen.
Un proyectil la derribó al suelo del golpe. Había impactado en su ojo izquierdo. A su alrededor bolitas de acero y de vidrio y piedras, eran los restos y la prueba del gratuito e inhumano ataque. Mientras los paramédicos la subían a la camilla, volvieron a llover proyectiles desde los pacos. Tuvieron que protegerla con un escudo, para llevarla con sus dos ojos y la cabeza vendada, y sacarla de allí rumbo al hospital.

La fotógrafa Nicole kramm herida en su ojo izquierdo por un balín de acero lanzado por carabineros.

“Hasta cuándo estos crímenes de lesa humanidad? Ayer fui yo quien espantada ante la agresividad policial entrevistaba a chicxs con pérdida de visión...Hoy lamentablemente me tocó a mí” Escribió Nicole en su cuenta de Instagram al día siguiente del ataque, junto a la foto en la que se la ve caída mientras es atendida por los voluntarios de la salud.
La feroz y desbocada represión es la constante desde que Chile despertó, hace más de dos meses. El brazo armado del régimen filopinochetista encabezado por Piñera intenta amedrentar e infundir miedo mediante gases, perdigones y chorros de ácido, a la multitud que no cesa en sus marchas a la Plaza de la Alameda, ahora llamada de la Dignidad, mientras el brazo institucional intenta, de derecha a “izquierda” sostener al gobierno con la promesa de una reforma constitucional que nacerá tapizada de cientos de ojos perdidos y teñida con la sangre de decenas de muertos.

Carabinero lanzando bomba lacrimógena. Foto I Nicole Kramm

A esta altura ya es evidente que apuntan a los ojos. No son accidente cientos de ojos perdidos. La perversidad de los pacos de Piñera se ensaña con los ojos como modus operandi de su política de terror que hasta el momento no le ha dado resultado. La mutilación como política de estado. Y con ella la patente evidencia del rol del estado como violento garante de los privilegios de una minoría.

(Izq.) Bombero habla por radio durante el incendio de un shopping. (der.) Un grupo de chicas increpa a carabineros. Foto I Nicole Kramm

El ojo es el instrumento del fotógrafo. Según Henri Cartier-Bresson el ojo, alineado con el cerebro y el corazón nos dice cómo y cuando tomar la foto. El ojo izquierdo, el ojo herido de Nicole, es el que usamos para ver qué pasa afuera del encuadre mientras el derecho mira por el visor de la cámara. El ojo izquierdo es el que anticipa la foto. Los ojos de Nicole Kramm nos permiten, y lo seguirán haciendo mediante sus poderosas y sensibles imágenes, ser testigos de la gran lucha del pueblo chileno por su dignidad, por que finalmente caiga Piñera y con él toda esa casta de privilegiados, incluídos los carabineros desclasados y asesinos.

Acción realizada por un grupo de fotógrafas para denunciar la brutalidad de la represión. Foto I Nicole Kramm