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Red Internacional
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JUSTICIA PARA SANTIAGO. Sergio Maldonado volvió a reclamar que se investigue el espionaje a su familia

Ayer apeló para que la denuncia no quede en manos del juez Otranto en Esquel. Lo acompañaron Nora Cortiñas (Madres de Plaza de Mayo), la abogada Myriam Bregman e integrantes del CeProDH.

Miércoles 14 de marzo de 2018

El accionar de la Gendarmería y el ministerio de Patricia Bullrich no se limitó a la represión a la comunidad mapuche y quienes lo apoyaban que terminó con la desaparición, el 1 de agosto de 2017, de Santiago Maldonado. Enseguida comenzaron las tareas de encubrimiento y espionaje. Como la que realizó personal de civil de la fuerza en la primera movilización para reclamar la aparición de Santiago.

La denuncia por espionaje fue presentada por la legisladora porteña Myriam Bregman y Matías Aufieri, del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH), junto a Sergio Maldonado y su familia en octubre pasado.

Pidieron que se investigue el seguimiento y hostigamiento hacia Sergio, su compañera Andrea Antico y querellantes de la APDH como Julio Saquero y Mabel Sánchez. Las mismas quedaron en evidencia por los cruces de llamadas entre el Centro de Reunión de Información de Gendamería en Neuquén, comandantes de la fuerza y oficiales de los distintos escuadrones.

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La presentación fue realizada ante la justicia federal porteña, partiendo de que las fuerzas y organismos involucrados están bajo la órbita del ministerio de Seguridad que conduce Patricia Bullrich. Sin embargo, Guillermo Marijuan (fiscal afín al gobierno nacional) instó al juez federal Daniel Rafecas a derivar la investigación a la justicia federal de Esquel. Y nada menos que en manos del juez Guido Otranto.

Otranto fue, recordemos, no solo quien ordenó el operativo represivo del 31 de julio que continuó el 1 de agosto. También fue quien llevó adelante la primera parte de la investigación, de la cual terminó apartado por su parcialidad.

Por eso en el mediodía de este martes se presentaron en los tribunales de Comodoro Py una comitiva integrada por Sergio Maldonado, Nora Cortiñas (Madres de Plaza de Mayo), Myriam Bregman y abogados integrantes del CeProDH, así como también la abogada Liliana Mazzea. Allí presentaron la apelación ante la Cámara Federal, para que no se demore más la investigación del espionaje y el hostigamiento a la familia y los organismos de derechos humanos.

Entre otros argumentos plantearon: que los delitos denunciados tuvieron lugar en distintas jurisdicciones del país, entre ellas en provincias como Neuquén, Río Negro y Chubut; que se verifica la actuación de funcionarios de rango nacional, cuya actuación tiene asiento en la Capital Federal; que las líneas telefónicas utilizadas entre CRI Neuquén y Escuadrón Bolsón, son provistas desde Buenos Aires; que tienen sobrados indicios para sospechar que están ante actividad organizada y centralizada a nivel nacional; que además de las consideraciones procesales expuestas, también hay que tener en cuenta los antecedentes que han terminado en recusaciones, refiriéndose así a la preocupación por que quien investigue sea el cuestionado juez Otranto; que el juez Casanello, el primero en recibir la denuncia, remitió las actuaciones para que fuera sorteado un nuevo juzgado federal en esta Ciudad, entendiendo como los denunciantes, que al estar involucrados funcionarios del Ministerio de Seguridad de la Nación es en esa jurisdicción donde debe instruirse la causa.

Con esos claros argumentos, la comitiva se presentó ante la Cámara de Apelaciones, que debe determinar finalmente qué juzgado deberá investigar el espionaje ilegal.

Así espiaban a la familia

Además de las pruebas ya reveladas sobre el espionaje, Sergio está interesado en dar testimonio sobre distintas situaciones que vivió en estos más de 8 meses. Como cuando en un hotel en la Ciudad de Buenos Aires, donde estaba alojado en la madrugada del 12 de agosto, escuchaba las conversaciones desde la habitación contigua, donde hablaban de lo que había dicho su compañera Andrea en la plaza la noche anterior.

Durante la investigación, y con investigaciones periodísticas, quedaron en evidencia decenas de comunicaciones entre el Centro de Reunión de Información de Gendarmería Nacional (ubicado en Neuquén), Fabián Méndez, jefe del Escuadrón de El Bolsón (Río Negro) y otros oficiales de la fuerza. En las mismas, traficaban información de la actividad de los familiares, organismos, pobladores originarios y manifestantes

Allí se puede ver cómo, pocas horas después de la desaparición de Santiago, comienzan los seguimientos. Algunos de ellos quedaron registrados en conversaciones de whatsapp, cronogramas de la fuerza y llamados teléfonicos como los que revelamos desde La Izquierda Diario.

Conversación de whatsapp entre el comandante Méndez y miembros del centro de información de Neuquén:

Línea de tiempo armada para la comandancia de Gendarmería, que incluye el movimiento de la familia:

Conversación que forma parte de la causa entre dos alférez de la Gendarmería, Gómez y Collinet: