El MES pide “elecciones generales” para, supuestamente, devolver el poder de decisión al pueblo, pero para castigar a los corruptos alcanza con Sérgio Moro, un juez que no fue electo por el pueblo.
Martes 22 de marzo de 2016
El último artículo del Secretariado nacional del Movimiento de Izquierda Socialista (Movimento de Esquerda Socialista - MES), tendencia del PSOL encabezada por Luciana Genro, profundiza dos posiciones que ya venían expresando: Luciana Genro y la dirección de esta corriente no consideran que un impeachment empeoraría la situación de los trabajadores y el pueblo pobre pues evalúan que la Operación Lava-Jato es un marco histórico en la lucha contra la corrupción. Por otro lado exigen elecciones generales para supuestamente devolver al pueblo el poder de decisión pero para castigar e investigar a los corruptos está bien que sea Sérgio Moro, un juez que simplemente no fue electo por el pueblo.
La nota comienza de forma increíble. El Secretariado del MES plantea una diferenciación entre golpe e impeachment, como si éste último no significara una maniobra reaccionaria dentro del régimen burgués para secuestrar la decisión de millones de personas, dejando en manos de algunos centenares de políticos la decisión de poner fin o no a un gobierno. Plantean esto para dejar en claro que si se tratara de un golpe militar se opondrían pero como es solo un impeachment entonces va “todo bien” y presentan su propuesta: “elecciones generales”.
Para fundamentar esta posición se apoyan en la Orden de Abogados de Brasil (OAB), en el Poder Judicial y en el Supremo Tribunal Federal (STF) para plantear que estas instituciones serían incapaces de aplicar algún tipo de golpe contra el gobierno. Como si la OAB, el Poder judicial y el STF fuesen organismos neutrales del “Estado Democrático de Derecho”, como si no expresaran fracciones de clase, como si no fuesen escenario de innumerables juegos y disputas burguesas, que cambian todo el tiempo dependiendo de los intereses de cada una.
Con estos argumentos intentan presentar al impeachment como el resultado de un agotamiento e insatisfacción del gobierno de Dilma y no de un orquestado plan de la oposición de derecha más reaccionaria de este país, con el apoyo del imperialismo, para llevar al poder un gobierno que pueda implementar ataques y ajustes aun más duros que los que el gobierno de Dilma ya está aplicando. Vale recordar que este Poder Judicial es parte integral del Estado burgués y de las conspiraciones capitalistas contra los trabajadores y el pueblo pobre. Se trata de una casta con innumerables privilegios financieros, que viven como empresarios y que no son elegidos por el pueblo, cuya cúpula sobrevive desde los tiempos de la dictadura militar.
El Poder Judicial que es responsable de la quinta mayor población carcelaria del mundo, poblado de jóvenes negros que en su mayoría ni fueron juzgados; ligada el aparato represivo policial odiado por las masas que salieron a las calles en Junio de 2013, promoviendo la impunidad de esta corporación involucrada en las razzias cotidianas contra la población de las periferias. Pero según la lógica del MES, es la gran oportunidad de la izquierda de “utilizar este sistema penal violador” contra los empresarios y la élite, fortaleciendo esta institución capitalista y dejando en manos del juez Moro, de la Policía Federal y del Poder Judicial la defensa contra la corrupción del PT, el PMDB y el PSDB.
Ahora el PSOL, que incluso se hizo conocido por los comentarios de los sectores de derecha de ser la “línea auxiliar del PT”, lleva adelante una política a través de una de sus principales referentes, Luciana Genro, que empalma mucho más con los sectores de clase media que desbordaron la Avenida Paulista el pasado 13 de marzo y con los mismos partidos de la derecha. Es importante destacar la división que existe en el propio PSOL ya que la mayoría de las figuras del partido se ha posicionado contra el impeachment incluso en una nota oficial del PSOL, que solo no contaba con la firma de Luciana Genro y de las figuras de del MES y de la corriente Insurgencia.
En cuanto a la lucha contra los ajustes, eso no era de esperarse en este momento ya que durante los últimos años los parlamentarios del PSOL estuvieron ausentes en los procesos más avanzados de la lucha de clases de la juventud y de los trabajadores, negándose a construir con la fuerza de su partido, militantes y visibilidad una alternativa independiente de los trabajadores. Al contrario, lo que predominó fue la participación del PSOL en el Frente Pueblo Sin Miedo, sin ninguna exigencia o delimitación de la burocracia sindical que colabora en la implementación de los ajustes del gobierno. En este momento lo que predomina es el proyecto electoral de Luciana Genro y su candidatura a intendenta de Porto Alegre. La propuesta de “elecciones generales” no es más que una salida dentro de este régimen para darle un rostro más de izquierda al objetivo que tiene la oposición de derecha, que viene ganando peso en la “opinión pública” con quien no quieren enfrentarse.
El texto reivindica la propuesta de “elecciones generales” encabezada por Vladimir Pereira, militante combatiente de la dictadura militar que hoy tiene relaciones próximas al partido REDE de Marina Silva.
El texto también apoya la posición del senador Randolfe Rodrigues, también de la REDE de Marina Silva, que según ellos está por el “mandato revocatorio” pero en propias palabras de Randolfe sería la convocatoria a las elecciones generales por la vía de la “anulación de la lista Dilma /Temer” es decir, una forma “más democrática” de poner fin al gobierno por la vía del Tribunal Superior Electoral (TSE). Randolfe al proponer eso también dice confiar en la celeridad del Poder Judicial. Vale resaltar que las “elecciones generales” también es la política sostenida por el PSTU acrecentada con la consigna de “Fuera todos” que empalma a su vez con el sentimiento de la derecha.
Con todos estos fundamentos, el MES tranquiliza a todos afirmando que no habrá golpe. Lo que habrá es impeachment. Y que el verdadero golpe es contra la… Operación Lava Jato. Luciana Genro no satisfecha con defender las investigaciones de la Operación Lava Jato como máxima expresión de neutralidad y democracia, ahora considera que lo que está en curso en Brasil es un golpe contra la Operación Lava-Jato. Para no ensuciarse las manos, el texto llega a decir que es necesario ser “crítico” de los excesos del juez Sérgio Moro, pero que todo bien ya que estos excesos están siendo cometidos contra la élite.
Ni el mismo Vladimir Safatle, que venía siendo un punto de apoyo de las posiciones de Luciana Genro en relación a la Operación Lava Jato, logró mantenerse acrítico a los “excesos” de Sérgio Moro y se pronunció fuertemente contra Moro y la Operación en su columna, “El suicidio de Lava Jato”. ¿Será que Luciana Genro y su corriente tan preocupados en “no perder votos” tendrán coraje de llevar sus ideas hasta el final y decir que la manifestación del pasado 18 de marzo fue “a favor del golpe” contra la Operación Lava-Jato?
Es decir, para el MES no hay ninguna vergüenza en el hecho de que Sérgio Moro, héroe de la derecha que tomó las calles el 13 de marzo, sea también el héroe de esta izquierda referenciada en Luciana Genero, ya que según el artículo es él el que está implementando un marco histórico en la lucha contra la corrupción. Mayor adaptación imposible y, como si fuera poco, ahora agradando a la misma derecha que llamaba a Luciana de “línea auxiliar” del PT.
De nuestra parte nos posicionamos fuertemente contra el impeachment, pues de ninguna manera consideramos que esta acción mantendría todo bajo la “normalidad” como quiere hacer creer el MES. Al mismo tiempo no tenemos una pizca de confianza en este Poder Judicial burgués, con jueces que no son electos por el pueblo, con privilegios y con miles de intereses detrás. La Operación Lava Jato no es nada más que corruptos buscando investigar corruptos y por eso no debemos depositar ninguna ilusión en ella. Compartimos el sentimiento de odio que muchos jóvenes y trabajadores han expresado contra esta derecha reaccionaria, al mismo tiempo que nos posicionamos fuertemente contra todos los ataques del gobierno y sus maniobras para fortalecer el proyecto de un nuevo gobierno con Lula al frente, que permita recomponer al PT en el poder para seguir actuando contra los trabajadores. Esta es la única posición independiente posible de sostener en el momento actual.
Por eso luchamos por un movimiento nacional contra los ajustes y la impunidad de los poderosos que imponga una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, y por eso exigimos que las centrales sindicales rompan su colaboración con el gobierno inmediatamente para organizar la lucha de los trabajadores y la juventud. Una Asamblea Constituyente que pueda castigar a los corruptos, elegir a los jueces y decidir sobre los salarios de los políticos e imponer la revocabilidad de todos los mandatos. Luchando por una democracia muchos más generosa que esta, que nada tiene que ver con “elecciones generales”, los trabajadores y la juventud podrán hacer la experiencia con los límites de esta democracia y avanzar en la lucha por un verdadero gobierno obrero que rompa con la explotación capitalista y el imperialismo.