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Red Internacional
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Antofagasta. Servicio de Salud y dirección del HRA ponen en riesgo a la población al despedir a cientos de trabajadores

En septiembre fueron despedidos alrededor de 190 trabajadores/as a honorarios, contratados por la emergencia covid-19 en el Hospital Regional de Antofagasta, quedando 428 en esta categoría y bajo un acuerdo entre los gremios y la dirección del recinto de no desvincular a nadie más hasta el 31 de diciembre; sin embargo, a principios de esta semana, la dirección del HRA anunció que el 31 de octubre serán despedidos otros/as 245 trabajadores/as, quedando solo 195 contratados al 30 de noviembre. Un brutal ataque a la salud pública de la población. ¡Es urgente la coordinación y el llamado a un paro nacional para frenar estos ataques en todo el país!

Viernes 29 de octubre de 2021

El gobierno criminal de Piñera se encuentra impulsando un brutal ataque a la salud pública de la población y a la primera línea de trabajadores/as, técnicos y profesionales que con esfuerzo, vocación y arriesgando su vida, han podido hacer frente a la pandemia del coronavirus, en una situación compleja y con una crisis histórica de la salud pública. Así, son miles los despidos, entre los que se han efectuado y los que se anuncian para las próximas semanas, en todo Chile, bajo el argumento de un "mayor control" de la pandemia.

En Antofagasta, en septiembre fueron despedidos alrededor de 190 trabajadores/as a honorarios, contratados por la emergencia covid-19 en el Hospital Regional de Antofagasta (HRA), quedando 428 en esta categoría y bajo un acuerdo entre los gremios y la dirección del recinto de no desvincular a nadie más hasta el 31 de diciembre; sin embargo, a principios de esta semana, la dirección del HRA anunció que el 31 de octubre serán despedidos otros/as 245 trabajadores/as, quedando solo 195 contratados al 30 de noviembre. Un brutal ataque a la salud pública de la población.

Este ataque del Servicio de Salud, junto a la dirección del HRA- comandada por Carlo Ascencio, quien enfrentó anteriormente una crisis con la huelga del Sindicato Siglo XXI, que no solo profundizó los cuestionamiento al modelo de concesiones en el Hospital, sino que también denunció un brote de covid-19 que, hasta ese entonces, estaba siendo ocultado-, es un brutal golpe a la salud de la población de la región y a las decenas de miles de personas que se atienden en el servicio público; además de un ataque nefasto contra cientos de familias que pierden su fuente laboral en este difícil momento.

La respuesta de las y los trabajadores, técnicos y profesionales fue movilizarse al interior y afuera del HRA, denunciando los despidos y advirtiendo del ataque a la población. Para ello, se realizó una asamblea con cerca de 200 personas, decidiéndose una paralización y movilización para ayer, 28 de octubre, enviar cartas para buscar apoyo de parlamentarios y a las autoridades exigiendo respuestas, y hacer una nueva manifestación hoy, viernes, a partir del mediodía.

Por su parte, la dirección del HRA respondió públicamente justificando los cientos de despidos bajo el argumento que "esta ampliación en la dotación de personal requirió de un aporte relevante -y extraordinario- de recursos por parte del Servicio de Salud de Antofagasta. Ahora bien, tomando en cuenta que, a la fecha, y gracias al importante avance del plan nacional de vacunación, la incidencia de casos covid19 ha disminuido notoriamente, implicando un descenso significativo en la demanda de camas críticas, no solo en nuestro recinto sino en todo el país. Vale recordar que, gracias al proceso de ampliación y reconversión de camas, en nuestro hospital llegamos a tener más de 120 camas críticas para atender el peak de la pandemia, obviamente apoyados por personal antiguo reforzado por profesionales y técnicos incorporados de forma temporal".

Con la excusa de un supuesto control total de la pandemia- lo que es falso porque por lo menos en las últimas tres semanas han fluctuado entre los 50 y los 100 contagios diarios y varias comunas han retrocedido de fase, como Tocopilla, San Pedro de Atacama y Taltal-, la dirección de Ascencio asegura que no son necesarios esos profesionales y trabajadores/as, que el Hospital, supuestamente, cuenta con todos los implementos, infraestructura y personal para atender a cientos de miles de personas. Esto es una completa mentira. La crisis de la salud púbica- que tan bien conocen los trabajadores y los usuarios de este sistema- es histórica, estructural y, no olvidemos, se convirtió en uno de los principales motores de la rebelión popular en el país. Las listas de espera se mantienen y el agobio laboral es brutal, pero la dirección del recinto médico prefiere impulsar una línea nefasta que propone volver a los momentos pre pandemia, es decir, en vez de exigir mayor presupuesto para la salud pública, para combatir la crisis que existe, apoya el recorte, está de acuerdo con la tesis del Gobierno de que estos trabajadores y profesionales "no son necesarios".

Al contrario de esto, las y los trabajadores, profesionales, quienes realmente han puesto el pecho en esta pandemia, saben perfectamente que para mejorar la atención a la población, se requieren muchísimos más recursos, que permitan mejorar las condiciones laborales, contratar a más personal capacitado, mejorar la infraestructura, construir hospitales y centros médicos, etc. Esta necesidad va más allá de la pandemia. Es una urgencia dotar a los hospitales y centros de salud de más profesionales y trabajadores.

¡Es urgente la coordinación y que las direcciones de los gremios y sindicatos llamen a un Paro Nacional para frenar estos ataques en todo el país!

La dirección de Ascencio miente al afirmar que "nuestro hospital retomó de manera paulatina su funcionamiento habitual, con la dotación estandarizada bajo parámetros internacionales y con el personal que ya contábamos en nuestro establecimiento. Esto aclarando que, bajo ningún concepto, significa una reducción en nuestro estándar de calidad", pues es de público conocimiento que Chile está por debajo de los estándares de la OCDE en cuanto a sistema de salud pública y condiciones, partiendo por estar por debajo de lo exigido de cantidad de médicos, técnicos, enfermeros, psiquiatras por cantidad de habitantes; más bajo en camas críticas; en presupuesto destinado para la salud; incluso el gasto individual de las personas es más alto de lo "recomendado" por dicho organismo internacional.

Acá se trata de la defensa de la salud pública y de los puestos de trabajo. Para ello, hay que apoyarse en el amplio apoyo que tienen las y los trabajadores de la salud por parte de la población y de las experiencias de lucha- como la del Sindicato Siglo XXI del HRA-; como también del factor nacional del conflicto, pues los ataques son parte de una línea de conjunto de Piñera contra este sector, mientras se siguen derrochando miles y miles de millones destinados a clínicas privadas y a empresas externalizadas, como es el caso del propio HRA, donde se destinaron más de 6.200 millones de pesos a este tipo de empresas, pero para contratar de personal "no hay presupuesto".

Estos puntos de apoyo se deben aprovechar para impulsar y organizar desde las bases de las y los trabajadores, profesionales, técnicos, un paro nacional por ningún despido, por el paso a planta, por mayor contratación de personal y por los recursos que sean necesarios para entregar salud digna y de calidad a la población. En este sentido, las direcciones de los gremios, como el Colmed, Fenats, Fenpruss, etc., deben ponerse a la cabeza de impulsar un plan de movilización ascendente que realmente impida los despidos y conquiste demandas como el fin al subcontrato y paso a planta, el término de las concesiones en los hospitales y del millonario financiamiento estatal a las clínicas privadas, y un sistema de salud pública universal, financiado 100% por el Estado, de calidad y para toda la población, cuyos recursos provengan de las riquezas de nuestros recursos naturales, hoy saqueados por grandes grupos económicos, como BHP, Luksic.

El camino por parte del Gobierno y sus autoridades regionales ya está trazado; lo que falta es que las y los trabajadores, profesionales, tracen el suyo, para lo cual es fundamental la autoorganización desde las bases, la discusión y toma de decisiones en asambleas, sin divisiones, ni importar el área de trabajo, pues lo central es defendernos de los ataques y defender la salud.

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