Empieza la sexta semana de paralización docente y se comienzan a diferenciar distintos caminos para enfrentar el desgaste y las maniobras del gobierno, mientras la burocracia de Mario Aguilar (Frente Amplio) llama abiertamente a bajar la movilización, aún hay quienes ven la perspectiva de poder derrotar la intransigencia del gobierno.
Martes 9 de julio de 2019 00:29
Esta nueva semana de paralización de las y los profesores, tiene como precedente una quinta semana donde el gobierno mostró toda su arrogancia, por un lado la ministra Marcela Cubilos con el respaldo explícito del presidente Piñera, no asiste a la sesión de la cámara del senado, donde se va a tratar el paro docente. Antes de esto, el día lunes, el subsecretario de educación planteó no reunirse mientras los profesores continúen paralizados.
La realidad es que el gobierno intentó mostrarse fuerte pero es un gobierno débil, así lo señalan las encuestas, con un 61% desaprobación que no deja de crecer. Mientras, las muestras de solidaridad hacia el paro se mantienen, aunque el gobierno salió a presionar a los padres y tutores de alumnos buscando dividir. La realidad es que los únicos responsables de que la educación municipal se caiga a pedazos con escuelas pobres y llenas de falencias de infraestructura, con plagas de palomas y ratones, con alta rotación de docentes, son los gobiernos tanto de la Ex Nueva Mayoría como de la derecha de Piñera.
Por otra parte las mayores fortalezas de esta paralización es que las y los profesores ya sabemos que no retrocedemos por falsas promesas. Aguilar está obligado a mantener el método de las consultas, aunque la estrategia de movilización aún es definida por el directorio del sindicato. Es así que la Ministra el día viernes volvió a llamar a una nueva instancia de diálogo y ya se anuncia una nueva consulta para este miércoles, donde Mario Aguilar ya anunció que es el momento del repliegue, es decir de deponer la movilización.
Otra fortaleza clave es la tendencia a la unidad de las luchas y la solidaridad con la movilización docente, distintos sectores se han manifestado en solidaridad, portuarios, mineros estudiantes y apoderados, pero esta unidad no ha sido parte de una estrategia para derrotar la intransigencia del gobierno. Al punto que el único hito organizado por los dirigentes del colegio de profesores, el llamado paro educativo del pasado miércoles, fue sin un llamado a paralización real, sin asambleas de coordinación de base por lo que fue menos masivo que movilizaciones anteriores.
El llamado al repliegue de Aguilar en esta sexta semana de movilización
Hay que partir que el rechazo a la segunda propuesta del gobierno fue contundente, pese a que la directiva nacional, puso dos mociones distintas para bajar el paro, una que se trataba de mantenerse en alerta y otra sin alerta, como si eso cambiase en el algo la intransigencia del gobierno.
Este lunes Mario Aguilar luego de la negociación con la Ministra Cubillos llamó abiertamente a bajar el paro, pese a que demandas centrales siguen sin tener una solución: no resuelve el cambio curricular, la deuda histórica, donde el único cambio parece ser bono de quince mil pesos para las educadoras diferencial.
El argumento de Aguilar para bajar el paro es que el movimiento llego a su punto máximo que hay que retroceder mientras es un movimiento fuerte que si seguimos será para desgastarnos. Lo único que tiene de cierto todo eso es que aun la lucha es fuerte, aunque existe cansancio. El problema es cómo sumar las fuerzas necesarias para derrotar la intransigencia el gobierno.
Esto se expresa en el instructivo que mandaron para esta sexta semana de movilización que no está centrado en fortalecer la unidad con los distintos sectores, padres, trabajadores y estudiantes, sino en el lobby parlamentario: “El Directorio Nacional ratifica su voluntad de diálogo y sigue realizando gestiones por retomar la mesa con el Mineduc (Ministerio de Educación), como por ejemplo recabando el apoyo de parlamentarios y sectores políticos, para presionar al Gobierno en tal sentido. De producirse será avisado oportunamente. Mientras tanto hay que mantener en movilización al profesorado.” O también “Planificar que cada docente envíe correo electrónico o whatsapp a todos los parlamentarios y autoridades pidiéndoles que le exijan al Gobierno dar respuesta a nuestras demandas. El envío de miles de mensajes es una presión para ellos.”
La única actividad con padres y tutores sería para explicar "la campaña desatada por el Gobierno, y hacer conciencia acerca de la justeza de nuestras demandas”.
El resto son actividades similares a las ya realizadas durante más de un mes de paralización con lo que se configura como un plan descendente y no como una lucha que permita sumar nuevas fuerzas y doblarle la mano al gobierno.
Pero esto no es casual, no se trata solo de una falta de audacia, ni de ignorancia sobre el rol del parlamento que entrampa nuestras demandas y legisla para beneficiar a una minoría de empresarios millonarios.
Se trata de una estrategia de la conducción tanto del Partido Comunista como del Frente Amplio, de confiar en las mismas instituciones que han profundizado la educación de mercado, de confiar en los partidos de la desprestigiada Ex Nueva Mayoría. No es casual que sean estas mismas organizaciones quienes dirigen la central obrera CUT y la Confech (universitarios) quienes mantienen la división de las movilizaciones. Ese es el origen del desgaste, no desplegar todas las fuerzas que de palabra dicen apoyar la lucha docente.
Esta estrategia es la que se ha negado a la moción de impulsar un gran paro nacional, como la votada en el Comunal de Antofagasta, que se negaron a siquiera discutir en la asamblea nacional.
Es que se confía en el parlamento y sus instituciones o se confía en la fuerza de la unidad de las y los trabajadores, estudiantes y padres.
Un camino para derrotar la intransigencia del gobierno
Es necesario partir por rechazar la actual propuesta del gobierno y reconocer las fortalezas de la movilización para desde ahí conquistar nuestras demandas.
Algunas de las claves de esta movilización, que hacen fuerte la lucha docente, son: la masividad y unidad de las y los profesores, pese a ser ya la sexta semana se mantiene fuerte paro masivo de docentes; la exigencia de respuestas concretas y no de promesas parlamentarias o del gobierno; la desconfianza a los acuerdos con el gobierno a espaldas de las y los docentes; el amplio apoyo que genera y la tendencia a la unidad con otros sectores de trabajadores, estudiantes y apoderados generando vínculos de solidaridad.
Por esto se mantienen firme las y los docentes, movilizados en el rechazo a la respuestas del gobierno. Desde la Agrupación Nuestra Clase, vemos que es necesario que el colegio de profesores impulse una gran coordinación de los diversos sectores, no solo de sus dirigentes sino donde puedan participar las bases de los diversos sindicatos estudiantes y profesores, así lo hemos venido planteando pese a la resistencia de las direcciones antes nombradas, para impulsar una paralización nacional, que pueda darle un golpe a este gobierno, no solo para conquistar las demandas de las y los profesores, sino para derrotar sus reformas, (la laboral, previsional y tributaria) y para frenar Aula segura que ha permitido la entrada de la represión policial a las aulas.