La multinacional y el sindicato petrolero impidieron que se realizara una asamblea donde los trabajadores buscaban discutir las paritarias y otras demandas muy sentidas.
Sábado 9 de mayo de 2015
El miércoles por la tarde la Comisión Interna de la refinería de Dock Sud de la multinacional Shell, llamó a los trabajadores a una asamblea informativa, en donde iban a comentar el estado de las negociaciones paritarias y una recategorización. Frente a esto, un grupo de trabajadores entre los que se encontraba Fernando Luna, trabajador reincorporado y miembro de la Agrupación Naranja, plantearon que las asambleas no deben ser solamente informativas sino también resolutivas, donde los trabajadores puedan participar de la discusión y votar sus propias resoluciones, entre ellas que funcione una comisión de Seguridad e Higiene. Se trata de una necesidad que se visibilizó luego de varios hechos, en especial el último accidente grave sufrido por un trabajador. Ante estos reclamos la Comisión Interna propuso una asamblea para el día siguiente, donde finalmente se iba a votar la propuesta que la empresa iba a hacer respecto a las paritarias y las categorías.
El jueves, día en que dicha asamblea iba a tener lugar, los trabajadores se encontraron con la sorpresa de que en la sala principal se encontraba el gerente de Producción junto con un escribano para certificar que los trabajadores no vayan a la asamblea sin dejar el puesto al relevo -algo que no es habitual- atentando así contra la posibilidad de que los trabajadores puedan asistir a la asamblea. Por otro lado, la Comisión Interna aceptó que la reunión que iban a tener con la empresa se adelantara, casualmente en el horario en donde la asamblea iba a tener lugar. De esta manera, entre dudas y manejos por atrás, se levantó la asamblea y se dejó a los trabajadores sin voz ni voto en una discusión que involucra sus propias demandas.
Queda de manifiesto la alianza que hay entre la burocracia del sindicato petrolero que dirige el diputado massista Roberti y la empresa Shell presidida por Juanjo Aranguren; están dispuestos a hacer de todo para atentar contra la organización de los trabajadores, que puedan debatir, votar e incluso crear sus propios organismos para controlar las malas condiciones de seguridad que sufren diariamente.
La Izquierda Diario dialogó con Fernando Luna, quien dijo que “se trata de un apriete para meter miedo y para que no vayan a la asamblea; nuevamente la empresa que conduce Aranguren está atacando las libertades sindicales. El sindicato le da la espalda a los trabajadores petroleros, las asambleas son escasas y cuando se las realiza no se puede decir nada”. Luego comentó que “la Comisión Interna nunca notificó el cambio de horario de la reunión. Decidió por cuenta propia no cumplir con el compromiso hecho el día anterior de realizar la asamblea y tampoco propuso una nueva". Para finalizar agregó que “para conseguir nuestras reivindicaciones necesitamos asambleas en todos los turnos hasta que el ultimo compañero tenga voz y voto".