La Cámara Alta aceptó el pedido de Bonadio. El martes la ex presidenta había anunciado que no se oponía a la medida. El bloque del FpV-PJ votó a favor.
Miércoles 22 de agosto de 2018 20:49
Cerca de las 21 h de este miércoles, el Senado de la nación aprobó por unanimidad el pedido de allanamiento a los domicilios de la ex presidenta Cristina Kirchner.
La decisión contó con 67 votos a favor. El pedido lo había realizado el juez federal Claudio Bonadio, en el marco de la causa que investiga denuncias surgidas a partir de las fotocopias de los cuadernos, presuntamente escritos por Oscar Centeno.
La sesión, convocada a las 14 h, se extendió por varias horas, con cruce de argumentos y chicanas entre oficialismo y kirchnerismo. La nota la dieron los cruces que hubo entre sectores del mismo peronismo.
Sin embargo, el resultado de la sesión estaba cantando. El martes por la tarde, la ex presidenta ya había anunciado que aceptaba el pedido de Bonadio. Lo hizo planteando una serie de condiciones que no fueron aceptadas en el pleno de la Cámara Alta.
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El debate lo había abierto el oficialista Ernesto Martínez, que pidió aceptar el pedido de Bonadio con el objetivo de volver a “prestigiar la buena política”.
Este argumento fue repetido en más de una ocasión por los senadores y senadoras oficialistas. No resulta extraño que así ocurra.
La Cámara Alta viene de haber protagonizado, hace apenas dos semanas, la escandalosa votación que rechazó la legalización del aborto, una demanda exigida por millones de personas en todo el país.
Desde el interbloque de Cambiemos, los argumentos estuvieron dirigidos, por un lado, a cuestionar cualquier tipo de privilegio que pudieran otorgar los fueros. Por el otro, a denunciar los negociados que se llevaron a cabo bajo los gobiernos kirchneristas.
Desde el kirchnerismo, las críticas se concentraron en el juez Bonadio, en las irregularidades que se evidencian en la causa del #CuadernoGate y en la política del oficialismo. En este marco, los senadores y senadoras del FpV-PJ recordaron las consecuencias del ajuste en curso así como también las causas de corrupción en las que están implicados funcionarios de Cambiemos, como la de los aportantes truchos de campaña.
Un dato político a tomar en cuenta fue la fuerte división que se expresó entre distintos sectores del peronismo. Desde el kirchnerismo las acusaciones fuertes no se hicieron esperar.
Así, la chaqueña María Inés Pilatti (FpV) criticó a sus pares señalando que “pueden tratar de justificar su accionar con la transparencia, con la anticorrupción, con querer quedar bien con las señoras gordas que se pronunciaban anoche frente al Congreso, pero ¿saben qué? En los barrios desde donde nosotros venimos eso se llama traición. Y de la traición no se vuelve”.
El cruce más intenso tuvo lugar en el final de la sesión, entre Cristina Kirchner y Miguel Ángel Pichetto.
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Durante su intervención, Cristina Kirchner denunció el “fuego amigo” de parte de sectores del mismo peronismo y señaló “creen que soy el obstáculo para llegar no sé a dónde. Si mañana, o en este momento, un rayo me partiera y de mi quedaran solamente esparcidas las cenizas, hay algunos que no llegarían igual nunca con el voto popular a presidente”.
La respuesta del rionegrino llegó en su intervención: "Quédese tranquila, que seguramente usted va a poder ser candidata en el 2019, no se haga problema".
El último en hablar fue el oficialista Luis Naidenoff. El senador confirmó que todo se había tratado de un show, dado que ni siquiera tenía una finalidad práctica real dado que estaba anunciado hace semanas.
