¿Cómo vienen las negociaciones?
La empresa se entusiasmó con el triunfo de Macri y ahora quiere que firmemos un acta por el 60 % de nuestro salario para suspendernos por 6 meses a su antojo. Es una tomada de pelo. Ellos se llevaron millones en estos años y a nosotros solo nos queda inflación y las promesas de devaluación como nos dijo un gerente del sector. Encima quieren avanzar con los ritmos de producción así quedan operarios libres para poder suspender.
¿Qué dice el sindicato?
Ayer tuvimos un Congreso de Delegados donde junto a otros compañeros planteamos esta situación y la necesidad de un plan de lucha y asambleas en todos los sectores para que los compañeros decidan. Pero Furlán, (el secretario general de la seccional de la UOM) y compañía no quieren resolver nada con las bases. Esta semana hay elecciones para comisión interna, pero ambas listas, La Violeta viene de firmar las suspensiones anteriores y permitiendo los despidos, y La Beltrán si bien se dice combativa y hace unos años quería defender a los delegados expulsados por Furlán y mostrarse como algo distinto al oficialismo, ellos tampoco realizan asambleas, ni preparan un plan de lucha para mostrar qué tan diferentes son y terminan firmando lo mismo que La Violeta. ¿Qué opinan tus compañeros de cómo hay que hacer?
Acá sabemos que Rocca prepara el ajuste testigo para que los empresarios después lleven a sus fábricas. Pero nosotros estamos preparando la resistencia testigo. Difundimos la situación a toda la planta y empezamos a trabajar un fondo de lucha ya que muchos compañeros son sancionados por negarse a realizar tareas que nos quieren imponer. Las asambleas ya fueron claras y dijeron que no van a permitir ningún avance de la empresa contra los puestos de trabajo y sus familias. ¿Cómo van a seguir?
Queremos darle más peso al fondo de lucha para sacar esta situación hacia afuera.
En realidad la empresa tendría que terminar de cerrar los adicionales de las paritarias, efectivizar a todos los compañeros contratados y pagarnos lo que nos corresponde. Además con la inflación que hay a días de las fiestas, más que suspensiones, deberían dar un bono de fin de año para paliar las necesidades que tienen las familias metalúrgicas. Pero los delegados que nos llamamos combativos sabemos que nada de esto se puede obtener sin que participen las bases mediante las asambleas. Vamos a continuar con esta experiencia por más que la empresa no quiera y al sindicato le cuesten estos métodos democráticos.