En Siderca del grupo Techint, la patronal se prepara para firmar una nueva acta de suspensiones. Entrevistamos a Leandro Viana, delegado del sector de cuplas y militante del PTS.
Jueves 17 de diciembre de 2015 09:00
¿Cómo vienen las negociaciones?
La empresa se entusiasmó con el triunfo de Macri y ahora quiere que firmemos un acta por el 60 % de nuestro salario para suspendernos por 6 meses. Ellos se llevaron millones en estos años y a nosotros solo nos queda inflación y las promesas de devaluación. Encima quieren avanzar con los ritmos de producción así quedan operarios libres para poder suspender.
¿Qué dice el sindicato?
Ayer tuvimos un Congreso de Delegados donde planteamos esta situación y la necesidad de un plan de lucha y asambleas en todos los sectores para que los compañeros decidan. Pero Furlán (el Sec. Gral de la Seccional de la UOM) y compañía no quieren resolver nada con las bases. Esta semana hay elecciones para la comisión interna. Se presentan dos listas: La Violeta, que viene de firmar las suspensiones anteriores, permitiendo los despidos, y La Beltrán, que se dice combativa pero tampoco realizan asambleas, ni preparan un plan de lucha para mostrar qué tan diferentes son.
¿Qué opinan tus compañeros de cómo hay que hacer?
Sabemos que Rocca prepara el ajuste testigo para que los empresarios después lleven a sus fábricas. Pero nosotros estamos preparando la resistencia testigo: difundimos la situación a toda la planta y empezamos a trabajar un fondo de lucha ya que muchos compañeros son sancionados por negarse a realizar tareas que nos quieren imponer. Las asambleas fueron claras, no van a permitir ningún avance de la empresa contra los puestos de trabajo y sus familias.
¿Cómo van a seguir?
Queremos darle más peso al fondo de lucha. En realidad la empresa tendría que terminar de cerrar los adicionales de las paritarias, efectivizar a todos los compañeros contratados y pagarnos lo que nos corresponde. Además con la inflación que hay a días de las fiestas, más que suspensiones, deberían darnos un bono de fin de año para paliar las necesidades que tienen las familias metalúrgicas. Pero los delegados que nos llamamos combativos sabemos que nada de esto se puede obtener sin que participen las bases mediante las asambleas.