El empresario Gustavo Jiménez-Pons hizo la primera oferta por el avión de lujo que quiere vender el presidente electo Andrés Manuel López Obrador. De gestos y otras hierbas.
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Jueves 23 de agosto de 2018
1. Este jueves el empresario mexicano Jiménez-Pons se presentó en la casa de campaña de Andrés Manuel López Obrador para presentar su propuesta de adquisición del avión presidencial, un modelo Boing 787-8.
2. Ofertó 125 millones de dólares por la aeronave, según declaró a los medios apostados frente a la casa de la calle Chihuahua número 216. “Durante la campaña se habló (que el costo del avión era) de 7,500 millones de pesos, pero eso no vale ni nuevo, el precio de este avión nuevo es de 220 millones de dólares, pero repito este era el avión de demostración de la Boing y se adquirió por un precio de 125 millones de dólares”, aseveró el empresario. En pesos mexicanos la suma ofertada asciende a mil 900 millones de pesos.
3. Jiménez-Pons es el propietario de la empresa GBS Air Enterprises Mexico, de aviación ejecutiva, y es sobrino de Rogelio Jiménez Pons, futuro titular del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur). Dio a conocer que le interesa comprar el avión porque ese modelo se comercializará en el mercado hasta 2020 y su objetivo es usarlo como taxi aéreo VIP, a un precio de 20 mil pesos la hora. Un “módico” costo para los millonarios.
4. “Es un avión que tiene la capacidad de transportar a más de 200 personas en toda la comodidad existente, eso no existe en el mundo y ese sería el interés. Si al final de cuentas el Gobierno decide venderlo, yo esperaría que sí (me consideren en la lista y ser de los primeros), pero si decide conservarlo me daría gusto porque le va a servir para representar dignamente a México”, declaró Jiménez-Pons.
5. En 2012 la aeronave se compró por 218.7 millones de dólares (187.6 millones de euros), equivalentes a 2 mil 952.4 millones de pesos, con un tipo de cambio de 13.50 pesos por dólar, según informa el portal Sin embargo.mx. Uno de los lujos con los que se congració Peña Nieto durante su gobierno, y del que López Obrador quiere deshacerse como una forma de distanciarse de su predecesor y de los excesos de ostentación de los partidos tradicionales. El presidente electo, en un gesto que gana la simpatía de sus votantes, se traslada en vuelos comerciales.
6. Este avión salió de fábrica en 2009. Este tipo de vehículos se deprecia entre 5% y 8% cada año. De acuerdo con el cálculo de un vendedor de aviones privados, ahora su valor sería de aproximadamente 120.2 millones de dólares. Sin embargo, dado que fue adaptado para uso gubernamental, su equipamiento se va a perder porque no tiene valor para una aerolínea comercial. Así es que el precio comercial en este caso sería sólo 30% de su valor original.
7. En algunos medios se señala que su venta representaría una pérdida económica para el nuevo gobierno. Pero no se trata de economía, sino de política. Gestos como éste se perciben como un cambio en el poder, aunque quienes lo detentan realicen acuerdos con los empresarios y les garanticen todo tipo de ventajas que los beneficiarán, incluyendo sostener la precarización laboral que impera en México. Porque ése es el contenido real de “gobernar para los pobres y para los ricos”.
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