Después de meses de tregua en los que la pobreza creció hasta superar el 40 %, desde la central obrera comienzan a sentirse roces con el Gobierno. El recorte de la ayuda social y la nueva fórmula de movilidad jubilatoria que ajusta a los abuelos, aceleraron la disputa.
Miércoles 11 de noviembre de 2020 13:09
Andrés “Centauro” Rodríguez, titular de UPCN y secretario adjunto de la CGT, dió declaraciones que parecen comenzar a poner en cuestión la alianza mantenida hasta ahora con el Gobierno, un pilar central durante todos estos meses para sostener la paz social, a pesar del crecimiento de la pobreza y de la pérdida de millones de puestos de trabajo.
“Las medidas de fuerzas pueden estar latentes siempre que no se solucionen los problemas”. afirmó Rodríguez en diálogo con El Destape. Y precisó: “No es el momento de aplicar todas estas cuestiones de ajuste, y menos de manera unilateral. El Gobierno tendría que haber convocado a los sectores involucrados para discutir estas medidas".
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Más allá de la retórica crítica de ocasión, cabe recordar que hace pocos meses fue el mismo Rodríguez quién convalidó una paritaria de hambre para los trabajadores del estado, de apenas 7 %.
Según trascendió, en el encuentro mantenido por los principales dirigentes de la CGT este martes, hubo algunas voces que presionaron también por avanzar hacia un paro general, aunque esto fue finalmente descartado por el momento. Lo que se supo, es que buscarán una instancia de diálogo con el ministro de trabajo Claudio Moroni y con el propio Alberto Fernández.
Sus declaraciones llegan justo después del encuentro mantenido por los principales dirigentes de la CGT este martes. Allí algunas voces habrían hablado de la posibilidad de convocar a un paro, algo que fue finalmente descartado. Lo que se supo, es que buscarán una instancia de diálogo con el ministro de trabajo Claudio Moroni y con el propio Alberto Fernández.
Lo que si resolvieron fue emitir un comunicado que se dió a conocer por la noche, en el que cuestionan las últimas medidas de ajuste que viene llevando adelante la gestión de Alberto Fernández, a tono con las exigencias del FMI. Allí la central “expresa su preocupación ante la difusión pública de medidas gubernamentales que exteriorizarían restricciones presupuestarias en relación a los programas sociales, ayudas económicas a los sectores productivos afectados por la crisis sanitaria y el apoyo al sostenimiento de los ingresos laborales".
La nueva fórmula jubilatoria que será enviada al Congreso también fue objeto de las críticas, ante la más que evidente pérdida del poder adquisitivo que implicará para los adultos mayores: “Hoy, con la pandemia en curso, con la economía empezando a moverse, con muchos sectores de actividad todavía impedidos de funcionar y con las secuelas económicas y sociales a costa, no es posible desarmar el andamiaje social y económico construido con tanto esfuerzo y garantizar que el cambio de formula de actualización jubilatoria no perjudique a los beneficiarios del sistema previsional".
Según hacían referencia diversos medios, otro motivo que desató los roces entre los jerarcas de la CGT fue el hecho de que los costos de la eventual vacuna contra el Covid -19 correría por parte de las obras sociales.
¿Cuanto más seguirá la tregua? está por verse. Entre una desocupación galopante y a la espera de un salto en el ajuste sobre los sectores populares que vendrá de la mano del acuerdo de facilidades extendidas que el Gobierno espera acordar con el Fondo Monetario, la situación de las grandes mayorías no hará más que agravarse.
La necesidad de un paro nacional que enfrente este saqueo con algo más que comunicados está puesta sobre la mesa.
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