Miles de húngaros salieron a las calles por cuarta vez para rechazar lo que llaman la ley de esclavitud, la nueva ley laboral hecha por Orbán a medida de los intereses de las automotrices alemanas para garantizarles mano de obra barata.
Lunes 17 de diciembre de 2018 10:33
Miles de húngaros participaron este domingo en Hungría en la cuarta jornada de manifestaciones contra la ley laboral aprobada el miércoles pasado y contra las políticas antipopulares del primer ministro, el ultraderechista Viktor Orbán.
Sindicatos y partidos políticos de oposición movilizaron a unas 10.000 personas, bajo el lema "Feliz Navidad, señor primer ministro en alusión a que Orbán en una discusión parlamentaria, al ser interrogado por la oposición sobre las políticas de su Gobierno, se limitó a desear “felices fiestas”.
Lo que disparó estas protestas fue la reforma laboral llamada "ley de esclavitud", que aumenta de 250 a 400 el número máximo de horas extras permitidas por año, con lo que ciertos empleados podrían verse obligados por sus jefes a trabajar seis días por semana.
La escandalosa ley permite además a los empleadores abonar esas horas extra hasta 36 meses después de haber sido trabajadas.
Orbán, un nacionalista xenófobo y antiinmigrante, no dudó en llevar al parlamento el pedido de las automotrices alemanas que, según denuncian los propios sindicatos húngaros y alemanes, las casas matrices de VW y BMW le habrían exigido al gobierno húngaro que les garanticen mano de obra barata y por tiempo ilimitado.
"No seremos esclavos", "Fuera Orbán", "Feliz Navidad sin Orbán" o "Estamos hartos", fueron algunas de las frases que los manifestantes gritaban mientras cruzaban el centro de Budapest.
La marcha cruzó el centro de la ciudad, desde la plaza de los Héroes, hasta la calle Alkotmány (Constitución), en las cercanías del Parlamento, donde la protesta terminó con discursos de líderes de partidos y sindicatos.
Las tres marchas anteriores concluyeron delante del Parlamento con represión policial, que utilizó gas lacrimógeno y que arrestó a 57 personas en tres días.
Este domingo no solo en Budapest hubo manifestación, también en otras seis grandes ciudades del país: Szeged, Békéscsaba, Debrecen, Miskolc, Veszprém y Györ, así como en ciudades del extranjero, como Londres y Copenhague.